En las próximas horas recobrará su libertad Alfredo Cruz Esquea, el propietario del bus en el que murieron incinerados 33 niños en el municipio de Fundación (Magdalena) en mayo del presente año. El juez único penal de circuito aseguró que no existían méritos para que procesado continuara privado de su libertad en centro carcelario.
En la diligencia judicial en la que se presentó el acuerdo firmado entre Cruz Esquea y la Fiscalía General, en el cual se comprometía a ser testigo de cargo en contra de los otros dos procesados y reconocer su responsabilidad el delito de homicidio culposo, el juez decidió precluir la investigación al señalar que el imputado no se encontraba en el lugar de la tragedia y no tuvo responsabilidad en los hechos que rodearon el incendio del automotor.
Cruz Esquea fue capturado en septiembre pasado en el Estado venezolano de Zulia. En un operativo conjunto fue detenido después que la Interpol emitiera circular azul para dar con su paradero. Poco días después fue deportado a Colombia. La Fiscalía General le imputó el delito de homicidio simple del cual se declaró inocente y un juez de garantías lo cobijó con medida de aseguramiento debido a la gravedad del cargo y el peligro que representaba para la sociedad.
Este martes, cuando se reanude la audiencia, la Fiscalía General presentará el recurso de apelación en contra de esta decisión. Igualmente los abogados de las familias de los menores que perdieron la vida radicarán un recurso argumentando que el procesado tiene una responsabilidad en calidad de coautor de la tragedia que enlutó a todo un país.
Por estos mismos hechos trágicos enfrentan un proceso penal el conductor del bus y el pastor del colegio que lo contrató para el transporte de los menores de edad.