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En el marco del Plan Bolsillos de Cristal la Fiscalía General en su ofensiva contra la corrupción en el país, visitará a las regiones del país que registran mayor afectación y que por tanto, requieren una intervención integral y urgente por parte de la entidad a fin de garantizar la judicialización de los responsables, así como la identificación temprana de las situaciones que podrían constituir psobiles casos de corrupción.
El próximo viernes 13 de enero de 2017 el fiscal general Néstor Humberto Martínez Neira, llegará hasta Montería (Córdoba) para conocer de primera mano las mayores preocupaciones que aquejan a la ciudadanía en términos de justicia. La jornada, que tendrá lugar en el Centro de Convenciones de la capital cordobesa, es la segunda de su tipo que se realiza en el país.
La primera se realizó en Sincelejo (Sucre) el pasado 17 de noviembre de 2016 y contó con la participación de cerca de 300 personas. Producto de esta audiencia, la Fiscalía recolectó 144 reportes de información que corresponden a 18 ejes temáticos directamente relacionados con delitos contra la administración pública. Con el propósito de facilitar la recepción de información y la participación de los ciudadanos, la entidad habilitó el hashtag #YoDenuncioLaCorrupción.
El fiscal general reveló que bajo el Plan Bolsillos de Cristal, el cual ya habría empezado con el aumento de fiscales, se les dará prioridad a casos emblemáticos como por ejemplo el abandonado edificio de la Policía Nacional en Bogotá o el Plan de Aguas de la Guajira, por ejemplo. Asimismo, Martínez se puso como fecha límite los últimos meses de 2017 para que la sociedad colombiana conozca los resultados de las investigaciones adelantadas por la Fiscalía.
El fiscal también declaró que junto con el Departamento Nacional de Planeación se iniciaron investigaciones con respecto al Sisben y las regalías. Para Martínez los ds casos “han terminado por ser venas rotas de nuestro presupuesto”. Las más recientes cifras del Departamento Nacional de Planeación, aseguró Martínez, indican que en Colombia, de una población de 48 millones de habitantes, había 37,2 millones de personas inscritas ante el Sisbén.
“Esta cifra no revela nada irregular, en principio, porque el acceso a los subsidios del Estado depende del puntaje que cada persona tenga en el Sisbén. Pero entre esos 37 millones de colombianos hay muchos vivos, muy vivos, que no se merecen los subsidios diseñados para los más pobres”.