Publicidad

Fiscalía no investiga al exjefe del comando conjunto de las FF.MM por corrupción

La defensa del general Javier Enrique Rey Navas presentará esta certificación ante la CIDH.

El Espectador
03 de marzo de 2014 - 10:40 p. m.

En el Tribunal Superior de Bogotá se llevó una audiencia de habitación de defensa en la cual el abogado del exjefe del comando conjunto de las Fuerzas Militares, general Javier Enrique Rey Navas con el fin de que la Fiscalía General le explique la investigación que se adelanta contra su defendido por el denominado escándalo de corrupción en el Ejército.

Esto con el fin de ejercer los mecanismos de defensa en el marco de la investigación para acoplar y presentar las pruebas que se consideren pertinentes. Sin embargo, ante esta solicitud el fiscal 15 de la Unidad Anticorrupción le manifestó que el ente investigador no adelanta ninguna investigación contra el general quien renunció a su cargo hace dos semanas.

La defensa del general aseguró que debido a esto se acabó la audiencia puesto que hasta la fecha no existe registro de la apertura de una indagación o investigación preliminar por parte de la Fiscalía General contra el general. Sin embargo, se presentó un derecho de petición para que el fiscal General, Eduardo Montealegre presente una certificación de esta decisión.

Este documento será presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) en la cual cursa una solicitud de medidas cautelares por lo que consideró una “propaganda negra” en contra de la Institución y un grupo de oficiales y suboficiales señalados de participar en un escándalo de corrupción en la contratación dentro de la Institución y que llevaron a que el presidente de la República y el ministro de Defensa los llamaran a calificar servicios.

En el documento el oficial aseguró que estos señalamientos buscan afectar la imagen de las Fuerzas Militares y sus miembros, por lo que le pidió al organismo internacional revisar las investigaciones periodísticas y las decisiones tomadas en los últimos días por el Gobierno Nacional -en cabeza del presidente de la República, Juan Manuel Santos y el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón – “y evalúen si ello es indicativo para ser objeto del merecimiento de la ‘sospecha’ de corrupción”.

El general Rey Navas manifestó en su solicitud que es evidente que existen diferentes tipos de interés para acabar con su reputación y manchar 37 años de carrera militar, reiterando que durante todo este tiempo fue objeto de denuncias anónimas pero al final “la verdad se impuso y se reafirmó mi inocencia”.

El oficial en retiro reiteró que no se puede descartar que esta persecución en su contra se deba a las declaraciones que dio desde su cargo sobre temas coyunturales, de actualidad nacional y el proceso de paz que se adelanta en La Habana, Cuba, con la guerrilla de las Farc. “A un militar no se le ‘silencia’ cegándole su vida, sino acabándole con su reputación”.

“Pido medidas cautelares, de protección, a la CIDH, porque me niego a creer que solo los jueces, los magistrados, los líderes de izquierda, los sindicalistas, los ex guerrilleros, los defensores de derechos humanos, puedan tocar o necesiten de la CIDH, un militar activo, muy seguramente no requiere protección de la CIDH, pero un oficial en retiro, entre más alta sea su graduación, en retiro, perseguido por sus ideas, es un ciudadano de total vulnerabilidad”, precisa uno de los apartes de la misiva.

El general Navas Rey le manifestó a la CIDH que no cuenta con las garantías frente a una investigación penal y mucho menos ante un eventual juicio. “Mi juzgamiento será complejo, llego precedido de un ambiente de creciente sospecha, deliberadamente predispuesto; todo ello porque mis reflexiones cuando me eran requeridas en torno al proceso de paz resultaban incomodas”.

En la solicitud, que será estudiada el próximo lunes, señaló que no se puede permitir el hecho de que mediante anónimos y documentos no certificados. “Quedamos a merced de quienes hpy y en adelante faltaran a la verdad, para deslegitimar mi versión, para sembrar la duda en mi probidad, para que mis enemigos se regodeen y mis amigos se distancien, para que la tropa que lideré repudie por sospecha de corrupción a un general”.

“¿Por qué era necesario descalificar de antemano mi palabra? ¿Creen que aun desde mi retiro mi palabra mi opinión puede incomodar? ¿Han acabado con mi reputación? ¿Acabaran con mi integridad personal con mi integridad patrimonial? ¿He sido un peón más del ajedrez político en un periodo pre electoral?”, precisó.

Por El Espectador

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar