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"Hay una contaminación religiosa en el Congreso": Germán Rincón Perfetti

El abogado, quien representó el caso por el que el Estado fue condenado por la Corte IDH por discriminar a una pareja gay, analiza esta decisión judicial. Y arremete contra el Legislativo, que se ha negado a abordar estos temas.

Pilar Cuartas Rodríguez
19 de abril de 2016 - 12:55 a. m.
El abogado Germán Rincón Perfetti. / Archivo - El Espectador
El abogado Germán Rincón Perfetti. / Archivo - El Espectador

En los últimos dos años, la población LGBT en Colombia conquistó las dos grandes batallas que tenía pendiente contra la justicia. Salió victoriosa y logró equiparar los derechos de los homosexuales y heterosexuales: el matrimonio igualitario y la adopción por parte de parejas del mismo sexo fueron concedidas por la Corte Constitucional, y no por el Congreso que nunca ha abordado el tema aunque ese era su deber. 

Pero a ese avance interno se suma uno más a nivel internacional. El pasado viernes, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) publicó la sentencia que condenó al Estado colombiano por discriminar a una pareja homosexual, que vivió en unión libre durante una década. El caso que revisó el tribunal fue el de Ángel Alberto Duque, quien para 2002 solicitó la pensión de su compañero luego de que éste muriera. Colfondos se negó a tramitar la solicitud porque para ese entonces la unión marital de hecho no estaba reconocida para las parejas del mismo sexo. (Lea aquí:  "Abecé de la histórica condena contra Colombia por discriminar a pareja gay"). 

A pesar de interponer una tutela, la justicia le negó el derecho, que solo en 2008 fue reconocido por la Corte Constitucional y que en 2010 se amplió bajo el criterio de retroactividad. Pero para este año ya era tarde, ya en 2005 el proceso estaba en curso en el sistema interamericano.

En entrevista con El Espectador, Germán Rincón Perfetti, abogado que presentó el caso ante la Corte IDH junto a la Comisión Colombiana de Juristas, explica los alcances de este histórico fallo.

¿Por qué se declaró culpable a Colombia si en 2002, cuando se presentó el caso, no se reconocían las uniones maritales de parejas del mismo sexo?

El caso nace cuando en el país no se reconocía esa clase de derechos, porque hasta 2008 fue que salió la sentencia de pensiones para las parejas del mismo sexo. Nosotros igual le dimos la oportunidad al Estado colombiano para que pudiera rectificar la decisión del fondo de pensiones, que inicialmente dijo que no, y por eso presentamos tutelas. La justicia colombiana teniendo la oportunidad de remediar esta situación no lo hizo, y la Corte Constitución no tomó en revisión la tutela, por eso decidimos ir a la justicia internacional.

Esta sentencia de la Corte IDH es histórica porque es la primera en relación con los derechos de parejas homosexuales. ¿Cuáles son los alcances de la decisión para los países del sistema interamericano?

Es un espaldarazo al tema de derechos de parejas del mismo sexo en perspectiva del derecho internacional, el efecto irradia a todos los países que hacen parte del sistema de la OEA porque la Corte IDH es su sistema de justicia. Pero también sirve de referente internacional para otros sistemas de justicia, como el europeo y el africano. Se podría decir que esta es una sentencia para cada uno de los países del sistema interamericano, porque es la Corte la que técnicamente se incorpora en estas decisiones al derecho interno.

En 2010, la Corte Constitucional dijo que la sentencia que cobijó a las parejas gais en el sistema de seguridad social era retroactiva. ¿Por qué no desistieron en ese momento del proceso ante la Corte IDH?

Porque por parte del Estado colombiano no había una garantía respecto al arreglo amistoso y porque Ángel Alberto Duque decidió que su caso serviría de efecto de onda para otros de parejas del mismo sexo a nivel internacional. Si él hubiera presentado la solicitud de pensión en el país, después de la sentencia de 2010, se la hubieran otorgado, pero el efecto de onda sería solo local, y él prefirió renunciar a tener ese dinero a la vista para que otras parejas del mismo sexo tuvieran un antecedente importante (eso me pareció un gesto muy bonito).

¿Quiénes pierden con esta decisión?

Todos los fundamentalismos antiderechos, que en todos los países de América dicen lo mismo. Los discursos contra el matrimonio igualitario ahora en Colombia fueron los mismos en Argentina, Nueva York, Brasil y México: afirman que tiene que ser legislado por el Congreso. La Corte ya dijo que ese no es un tema del Congreso, es un tema que se tiene que adoptar y las cortes tienen las facultades para tomar decisiones. Con esta decisión se les está diciendo a los fundamentalismos antiderechos: “las parejas del mismo sexo sí tienen derechos, si no hay discriminación”.

Once años se tardó la Corte IDH para condenar al Estado por este caso. ¿Perdieron la fe en el camino?

Nunca, durante todas las reuniones que tuvimos en estos años nunca pensamos que el caso se iba a perder, siempre tuvimos esperanza y seguridad, y establecimos las estrategias comunes para que saliera como salió.

La legislación colombiana hoy es más igualitaria y justa para la población LGBT. ¿Eso es en el papel o en la práctica se cumple?

En Colombia hemos avanzado sustancialmente, ahora necesitamos que esas decisiones no queden en el papel. Seguimos teniendo problemas de estigma y discriminación social, familiar y religiosa, en el sistema educativo y laboral. Aunque ha habido un cambio de imaginario importante, todavía hace falta mucho, los crímenes de odio aun existen así como las amenazas. Los grupos antiderechos le están echando gasolina a los discursos de odio y, como son tan vitales y legítimos para muchas personas, esto ha sido el detonante de todas las formas de violencia en contra.

El sistema interamericano ha sido claro en que no tolerará discriminaciones por orientación sexual. ¿Todos los países de éste terminarán otorgando todos los derechos a los LGBT?

Con el tema de derechos de personas LGBT está pasando exactamente lo mismo que cuando las mujeres empezaron a votar, se fue abriendo de país en país y de continente en continente, así como con los derechos de indígenas y afros. La misma plantilla en cuanto a tiempos y conquistas se está dando a nivel mundial.

Usted pidió en la demanda, junto a la Comisión Colombiana de juristas, que el Congreso hiciera una ley sobre derechos LGBT y una política pública para capacitar a funcionarios. ¿Sigue creyendo que es necesario hacer esto?

Creemos que el Congreso debe cumplir la misión institucional que se le ha designado, lamentablemente existe una ignorancia jurídica del papel que deben de cumplir como legisladores. Pero el mayor inconveniente es la contaminación religiosa por la que no han podido avanzar estos temas. La frase más célebre sobre esto fue la que dijo un congresista colombiano: “Dios creó a Adán y Eva, no a Adán e Iván. Mi voto es en contra”. Las reclamaciones que hacemos son de orden civil, no estamos pidiendo a las religiones que incluyan o no los temas, porque esa es la autonomía que tienen las iglesias de hacerlo, pero sí hay una contaminación religiosa en el Congreso. Por más de 15 proyectos de ley que se han presentado no ha salido con nada.

Por Pilar Cuartas Rodríguez

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