El estudio del Centro Nacional de Memoria Histórica y de la Universidad Nacional mostró que el exterminio social dejó 4.928 muertos entre 1988 y la primera mitad de 2013. La práctica, que se ha extendido sobre todo en los centros urbanos de 28 departamentos, ha tenido tres picos, que coinciden con los momentos más violentos de la vida nacional. La mayoría de las veces, los victimarios se ocultan bajo el confuso rótulo de "grupos de limpieza social".