La implicación del DAS en la muerte de Carlos Pizarro

Con la captura del escolta del excandidato presidencial, Jaime Gómez Muñoz, la Fiscalía busca demostrar la participación del organismo de inteligencia en el magnicidio de Pizarro. También se ordenó investigar al coronel (r) Manuel González, quien es juzgado por la muerte de Luis Carlos Galán.

Redacción Judicial
17 de enero de 2017 - 12:05 a. m.
A Carlos Pizarro lo asesinaron en un vuelo de Avianca el 26 de abril de 1990
A Carlos Pizarro lo asesinaron en un vuelo de Avianca el 26 de abril de 1990

Que agentes del antiguo DAS hayan sido vinculados y procesados por los magnicidios de dos excandidatos presidenciales y homicidios de líderes políticos de izquierda ya no es una casualidad. Desde hace más de un año la Dirección de Análisis y Contexto de la Fiscalía indagaba sobre la hipótesis de que el extinto organismo de inteligencia fue infiltrado por la mafia y los paramilitares con el fin de sacar del camino a quienes eran un obstáculo para sus intereses. El nuevo avance en las pesquisas se dio en el caso del excandidato presidencial y excomandante del M-19, Carlos Pizarro. Uno de sus escoltas, Jaime Gómez Muñoz, el hombre que le disparó a quemarropa al sicario que acabó con la vida de Pizarro a bordo de un avión el 26 de abril de 1990, fue capturado.

La orden de captura la dio la Fiscalía y en esa misma resolución se ordenó vincular a la investigación al coronel (r) Manuel González Henríquez, el exjefe de Orden Público del DAS, quien se encuentra privado de la libertad y ad portas de saberse si es condenado por el magnicidio de Luis Carlos Galán. Frente al caso de González Henríquez, los investigadores intentan aclarar si su papel fue igual que en el caso de Galán: cambiarle la escolta días antes del homicidio.  Asimismo, el fiscal del caso solicitó que se indague por la participación de Flavio Trujillo Valenzuela, quien era segundo del coronel (r) González, y exparamilitar Elías Hernando Salas Barco, escolta del otrora jefe paramilitar Carlos Castaño.

Según la investigación de la Fiscalía, en el caso de Jaime Gómez Muñoz –quien actualmente trabajaba para el CTI– existen una serie de elementos probatorios que llevarían a entender que su rol en el magnicidio de Pizarro fue no dejar cabos sueltos. Por el momento, la Fiscalía pregunta por qué una semana antes del homicidio del excandidato presidencial, Gómez Muñoz, un hombre que jamás había estado en una situación de riesgo, fue asignado al esquema de seguridad. Además, otro gran misterio que intenta resolver el ente investigador es el paradero del oficio con en el que se ordenaba el traslado de Gómez. Ese documento, al igual que el expediente por la muerte del sicario Gerardo Gutiérrez Uribe, alias Jerry, desapareció.

Jaime Gómez Muñoz fue llamado indagatoria en noviembre de 2015. En ese entonces le preguntaron sobre el contexto que rodeó su traslado. Según él, se dio por petición propia, porque en ese entonces trabajaba en el esquema del expresidente César Gaviria y sus funciones se limitaban a ser guardia en una caseta el frente a la casa. Agregó que esa tarea le ocasionó un grave problema de salud respiratorio. Sin embargo, luego de esculcar en su historia clínica, la Fiscalía no encontró rastro de esa enfermedad y, al contrario, concluyó que se trató de una orden de altos mandos del DAS para evitar fugas en el plan de asesinar a Pizarro.

Otra de las grandes dudas que se espera resolver en el caso de Jaime Gómez Muñoz es saber por qué fue el único escolta en dispararle al sicario. Ninguno de los 17 hombres que viajaban del esquema de seguridad de Pizarro que viajaban en el avión lo hicieron. Además, en entrevistas que se le tomaron a varios de ellos –que eran también desmovilizados del M-19– se descubrió que a los únicos que se les dejó portar armas eran a los agentes del DAS.  Sumado a eso, lo que más genera duda es Gómez, luego de escuchar las ráfagas de la subametralladora que le quitó la vida al excandidato presidencial, se paró de su silla –que estaba alejada del punto de los hechos– y le disparó dos veces en la cabeza a alias Jerry, quien ya se había rendido, estaba desarmado y tirado en el piso.

En su defensa, Jaime Gómez sostuvo que su reacción fue impulsiva, pues creía que el sicario estaba recargando la subametralladora –que había sido escondida en el baño del avión–. Sin embargo, la hipótesis de la Fiscalía es otra: que alias Jerry fue asesinado a quemarropa. La hipótesis surgió luego de que se exhumara su cuerpo en 2014 y se determinara que los impactos de bala se habían producido a corta distancia y por la espalda. Por eso, la Fiscalía cree firmemente que Gómez Muñoz fue puesto en el esquema de escoltas de Carlos Pizarro con el único fin de no dejar vivo al sicario que mató al excandidato presidencial y lograr que el crimen quedara en la impunidad.

En este caso también fueron salpicados el exdirector de Inteligencia del DAS, Alberto Romero, quien murió en 2012, y el exdirector del DAS, Miguel Maza Márquez, condenado el pasado 24 de noviembre a 30 años de prisión por el magnicidio de Luis Carlos Galán. Para la Fiscalía es claro que los magnicidios de Galán, Pizarro y Bernardo Jaramillo Ossa tienen puntos en común, y uno de ellos es el DAS. Además, están tras las pistas de funcionarios que al parecer han destruido material probatorio y han intentado desviar las investigaciones para no dar con los verdaderos responsables.

Por Redacción Judicial

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