Las inconsistencias en el caso de Dora Lilia Gálvez

Medicina Legal confirmó que la mujer, que había sido supuestamente empalada, no presentaba ningún signo de violencia sexual. Sin embargo, los médicos que la atendieron por primera vez activaron el protocolo para este tipo de casos y le explicaron a su familia que ella había sido violada.

Redacción Judicial
15 de diciembre de 2016 - 09:26 p. m.
Dora Gálvez tenía 44 años y un hijo de 23. / Archivo particular
Dora Gálvez tenía 44 años y un hijo de 23. / Archivo particular

El 7 de noviembre pasado, Dora Lilia Gálvez llegó a las urgencias del Hospital Divino Niño  de Buga. Su hijo de 23 años la había encontrado inconsciente, sin ropa, con marcas de sangre y moretones en todo su cuerpo en una casa vacía a donde su mamá había llegado la noche anterior para asear. Francia Gálvez, hermana de Dora Gálvez, relató que cuando llegó a la clínica, ya la habían atendido y un médico le dijo que su familiar había sido brutalmente atacada y que presentaba varios signos de violencia sexual.

Desde ese momento, el país entero mostró su indignación por la historia que se empezó a divulgar en varios medios de comunicación. La Fiscalía y la Policía iniciaron de inmediato la investigación para saber qué había pasado. Mientras tanto, la salud de la mujer de 44 años empeoraba. Después de tres semanas de haber ingresado por primera vez a un centro médico, su cuerpo no aguantó más y el hospital San José de Buga, a donde había sido trasladada por la gravedad de la situación, dijo el pasado 1° de diciembre que la presión y el sangrado en su cerebro le había causado la muerte.

La historia, hasta este miércoles 14 de diciembre, era que a Dora Lilia Gálvez le habían atacado brutalmente y que un golpe en su cabeza le había causado la muerte. Se dijo demás que a la mujer la habían empalado y quemado en sus partes íntimas. Sin embargo, Medicina Legal explicó ayer que en la necropsia no se encontró ninguna evidencia de ese supuesto ataque. “La causa de la muerte responde a un aneurisma. Se determinó como una causa de muerte natural. Esto aclara las situaciones que se presentaron inicialmente, cuando a partir de un diagnóstico clínico se indicó que había sido ultrajada sexualmente y que tenía signos de violencia”, señaló Carlos Valdés, director de Medicina Legal.

Los familiares de Dora Lilia Gálvez reaccionaron de inmediato. No entienden cómo después de que los médicos de dos hospitales diferentes les dijeran que había sido violada, la prueba medicolegal desmiente esa versión. Francia Gálvez, inclusive, afirma que ella misma vio las heridas de su hermana en sus partes íntimas, las mordidas y los golpes que sufrió. En la rueda de prensa que dio ayer Carlos Valdés, el funcionario agregó que “no es posible que los traumas genitales hubiesen desaparecido. Simplemente pudo tratarse de un mal diagnóstico inicial, ya que el cuerpo no presentó signos de violencia sexual y esto quedó evidenciado durante la práctica de los estudios de necropsia al cadáver”.

Este diario conoció un documento del Hospital San José de Buga en el que se detalla la situación en la que ingresó Dora Lilia Gálvez a este centro médico, después de ser atendida en el Hospital Divino Niño de Buga. “Paciente que ingresa en contexto de víctima de violencia sexual. En regulares condiciones, con déficit neurológico”, dice uno de los apartes del documento. Más adelante, en un apartado diferente, el médico encargado de la situación de Dora Lilia Gálvez escribe: “En malas condiciones generales, politraumatizada, con pobre respuesta neurológica, con estigmas de abuso sexual según historia clínica. Fue llevada inicialmente al Hospital Divino Niño de Buga donde dan atención médica, inician protocolo de violencia sexual”.

En otro documento conocido por El Espectador, el Hospital San José enumeró en un comunicado de prensa el diagnóstico realizado por la Unidad de Cuidados Intensivos a Dora Lilia Gálvez. Y en ese informe empieza la confusión. En total son 11 los padecimientos que encontraron y entre ellos están: trauma cerrado de tórax, trauma cerrado de abdomen, trauma craneoencefálico severo, lesiones en el canal vaginal y quemaduras de grado uno y dos. Y justo donde mencionan violencia sexual y una posible intoxicación de drogas, dos de las hipótesis que venían manejando las autoridades, hay un signo de interrogación.

Por su parte, el subgerente médico del Hospital San José de Buga, Carlos Guillermo Sánchez, explicó esta mañana: “Nunca pudimos comprobar que la señora Dora Lilia había sido víctima de violación ni que hubiera sido golpeada con un elemento contundente, aunque sí tenía un trauma craneoencefálico severo, que se puede producir cuando una persona cae accidentalmente de su propia altura. Tampoco presentaba señales de golpes en su cuerpo”.

El Espectador intentó comunicarse con el Hospital Divino Niño de Buga para saber la postura del centro clínico que activó el protocolo de urgencia para atender casos de violencia sexual. Sin embargo, no fue posible comunicarse con los voceros. Mientras tanto, Francia Gálvez le pide a las autoridades que resuelvan este misterio. Insiste en que ella vio el estado en el que se encontraba su hermana y agrega que teme el rumbo que pueda estar tomando este caso.

Por Redacción Judicial

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