El pasado 6 de enero en horas de la noche, el líder indígena Olmedo Pito García se dirigía a su casa en la vereda La Trampa en Caloto, Cauca. Desconocidos se le acercaron y le propinaron tres heridas de arma blanca. Cuando la comunidad se da cuenta de lo sucedido lo trasladan al hospital de Caloto, pero por la gravedad de las heridas fallece en el camino.
García, quien era comunero Nasa del resguardo Indígena de Huellas (Caloto), integrante del Movimiento de los Sin Tierra Nietos de Manuel Quintín Lame, perteneciente al comité de derechos humanos en el Municipio de Caloto, del Proceso de Unidad Popular del suroccidente Colombiano (Pupsoc), de la Coordinación Nacional de Pueblos Indígenas de Colombia CONPI y de Marcha Patriótica en el departamento.
Las organizaciones responsabilizaron al Gobierno y a la Fuerza pública por la “actual situación de zozobra y temor fundado sobre los defensores de derechos humanos y los pobladores de Caloto, (…) y las violaciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH) cometidas por integrantes de fuerzas armadas irregulares en la zona de operaciones de la Fuerza Pública y policiales que dirigen”.
La comunidad caucana pide a las autoridades locales, regionales y nacionales que se adelanten las medidas para el esclarecimiento del asesinato de Olmedo Pito García y que el Estado se responsabilice “frente a los derechos a la vida, la seguridad personal, la integridad física y psicológica, la intimidad personal, familiar y de su hogar, a la honra y reputación y a la libre movilidad de los integrantes del Movimiento de los Sin Tierra Nietos de Manuel Quintín Lame”.