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En el 73 % de los casos de agresiones contra las mujeres atendidos por la Defensoría del Pueblo en 2018, la pareja sentimental o la expareja fueron los que la causaron. Así lo evidenció el Informe defensorial: violencias basadas en género y discriminación, publicado este lunes por la entidad. El documento analizó el período de 2014 – 2018 y se centró en cuatro ámbitos: sociocultural, familiar, conflicto armado y defensa de los derechos humanos.
Carlos Negret Mosquera, defensor del Pueblo, expresó la “profunda preocupación que continúen las situaciones de violencias basadas en género, padecidas por mujeres y personas con orientación sexual e identidad de género diversa, tanto en el ámbito público como en el privado”. En ese sentido, solo en 2018, se presentaron 67 feminicidios y 72 tentativas de feminicidios.
En cuanto al ámbito sociocultural, el informe afirma que hay un “predominio de prácticas culturales machistas y patriarcales, legitiman ciertos roles frente al género, así como la regulación de los cuerpos y las sexualidades (…) que revelan la manifestación del prejuicio que, ante comportamientos que trasgreden con lo que se considera un estándar social, genera discriminación y violencia injustificada”.
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Así, en el caso de las mujeres, 64 % declararon ser víctimas de violencia psicológica, 50 % de violencia física, 34 % de violencia económica y 14 % de violencia sexual. Sobre las personas con orientación sexual e identidad de género diversa se dice que el 96.1% fue por hechos relativos a la violencia física, el 53%, por violencia sexual, el 42.8% por violencia patrimonial, el 33.3% por violencia económica y el 7.8% por violencia psicológica.
Sobre el ámbito familiar, que mantiene relación con el sociocultural, el informe muestra que “las violencias basadas en género y la discriminación al interior de las familias, especialmente las ocurridas contra las mujeres, se han hecho más visibles en los últimos años, cobrando también especial relevancia por sus alarmantes cifras y consecuencias nefastas en la vida e integridad de las mujeres”.
De la violencia en el ámbito del conflicto armado, el informe relata que esta fue utilizada no de manera fortuita, sino como un mecanismo de control a las comunidades, así como una estrategia de combate. “Ha hecho parte de un conjunto de estrategias bélicas y políticas de los actores armados en el contexto de sus campañas de expansión, dominación y control de los territorios”, señala la Defensoría, citando al Centro Nacional de Memoria Histórica.
(También: Aumentan los casos de violencia contra la mujer en 2018).
Una particular preocupación del informe es la violencia sexual, pues el 19,4 % de los hechos reportados en 2018 están relacionados con este delito. Al respecto, señala que “atraviesa los diferentes ámbitos de la vida de mujeres, niñas y adolescentes. En cada espacio con unas particularidades que requieren la adopción diferenciada de medidas por parte de las entidades, en materia de prevención, atención y reparación”.
La preocupación está centrada en el hecho de que, según Medicina Legal, el 86,83 % de las víctimas fueron niños, niñas y adolescentes, y también que hubo un aumento del 12,76 % de este delito, pero que “la Fiscalía aún no avanza lo suficiente en la investigación de estos procesos”. Sobre los agresores, el informe explica que, en el caso de las mujeres, el 43 % son integrantes de su familia, mientras que en el caso de las personas LGBTI, el responsable es —en el 58 % de los casos— una persona desconocida.
Sobre el acceso a la justicia, el informe planteó varias recomendaciones “frente a las barreras que se encuentran en materia de acceso a la justicia; de garantías del derecho a la salud; la inexistencia de sistemas de información unificada y confiable; el incremento en el asesinato de mujeres lideresas y defensoras de derechos humanos; la violencia institucional que se presenta; la desarticulación entre el gobierno nacional y los territorios, así como la necesidad de fortalecer las estrategias en materia de educación y cultura”.