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El pasado 7 de febrero, en una publicitada rueda de prensa, el fiscal Néstor Humberto Martínez soltó una bomba: anunció que el beneficiario final de un millón de dólares —parte de los sobornos entregados por Odebrecht al excongresista Otto Nicolás Bula— “habría sido la gerencia de la campaña Santos Presidente de 2014”, y que de esa suma se habría descontado una comisión del 10 % en favor de terceros ya identificados por el ente acusador. Desde ese día el gobierno Santos capotea la encrucijada política, pero tomando distancia del escándalo bajo la premisa de que ese dinero nunca llegó a la campaña de 2014.
De hecho, el Gobierno ha esgrimido como parte de su defensa una declaración manuscrita de Otto Bula que éste hizo llegar al Consejo Nacional Electoral en la que manifestó: “No es cierto, ni me consta, ni he dicho que el dinero que le entregué al señor Andrés Giraldo fuera un aporte a la campaña Santos Presidente o al señor Juan Manuel Santos”. Bula insistió en esa carta que su labor fue simple: hacer dos entregas de esa plata al empresario Andrés Giraldo, de quien luego se supo es muy amigo del exgerente de esa campaña presidencial, Roberto Prieto, hoy en el ojo del huracán por el expediente Odebrecht.
El Espectador conoció la declaración que Otto Bula le dio a la Fiscalía el 13 de febrero sobre este candente capítulo y lo primero que queda claro es que la entrega de ese dinero de Odebrecht se hizo por instrucción directa de Eleuberto Antonio Martorelli, entonces cabeza de la multinacional brasileña en Colombia (Martorelli le pidió ese favor a Bula a comienzos de 2014). Lo segundo es que el excongresista Otto Bula recalcó que hizo dos entregas de ese dinero, en total un millón de dólares, contrario a lo que ha manifestado el empresario Giraldo en el sentido de que sí se reunió con Bula para hablar de negocios de infraestructura, pero que nunca le recibió un peso.
Ante los requerimientos de la Fiscalía sobre el origen de ese millón de dólares, Otto Bula señaló que lo único que supo a través de Martorelli es que se trataba de un dinero girado desde la casa matriz de Odebrecht en Brasil, y que para hacérselo llegar al señor Roberto Prieto “se necesitaban dos cuentas en el exterior” que no pasaran por la banca de Estados Unidos, “pero en dos operaciones de US$500 mil cada una”, porque si se hacían por más iba a generar sospechas o reportes financieros. Por eso, Otto Bula consiguió que un conocido suyo de Córdoba llamado Víctor López ayudara en esa vuelta.
Antes de continuar con su relato, Bula explicó que conoció a Víctor López porque le compró por $600 millones una propiedad, el predio Portugal, ubicado en Buenavista (Córdoba). López era un importador de carros de alta gama con quien también negoció una camioneta Toyota Sara entre 2012 o 2013. Al tercer o cuarto día de la propuesta para que López prestara sus cuentas y facilitar el ingreso del dinero de Odebrecht, éste aceptó. Entonces Martorelli pidió tiempo para revisar las cuentas del intermediario. La clave, insistió el presidente de Odebrecht, era que no tuvieran líos con la justicia ni pasaran por el sistema financiero americano.
Diez o 12 días después, según Bula, se hizo la primera transacción de US$500 mil. Víctor López le entregó ese dinero en efectivo. La reunión se hizo en la casa de López, ubicada en el exclusivo conjunto San Simón, en el sector de Guaymaral, entre Chía y Bogotá. Los US$500 mil se pagaron a una tasa de cambio de $1.800 por dólar. De ese dinero, además, había que darle el 10 % al intermediario por el préstamo de sus cuentas. En total, “fueron $810 millones”. El testigo añadió: “Me los entregó en una tulita, fui con mi conductor que se llama Daniel Rodríguez (…) Me fui para mi casa y saqué los $200 millones que Martorelli me había ofrecido”.
Al día siguiente, Otto Bula fue a la oficina de Martorelli en Bogotá, ubicada en el parque de la 93, y éste le dio la dirección de un hotel y un número telefónico escrito en un papelito junto al nombre de Andrés Giraldo. El presidente de Odebrecht le insistió que Giraldo era un amigo de Roberto Prieto y que la plata era para él. El excongresista Bula siguió al pie de la letra las instrucciones: fue al hotel ubicado en cercanías al parque El Virrey, en la recepción llamó a ese celular que le habían dado y de inmediato un hombre que estaba ahí atendió la llamada y se le arrimó a decirle: “¿Tú eres Otto?”. Bula le contestó: “¿Y tú eres Andrés?”.
Entonces se fueron caminando a un restaurante italiano, se comieron una pizza con dos copas de vino blanco y, al final, Giraldo pidió agua. Cuando terminaron de comer, Bula le dijo: “Aquí te mando Martorelli”, y le dejó en el piso la “tulita” con el dinero. Martorelli le había dicho a Bula que ese dinero que le enviaban desde Brasil a Prieto era para las personas que habían colaborado con un contrato obtenido por la multinacional. Pero que él no tenía claro si se refería al contrato Ocaña-Gamarra que fue adicionado al de la Ruta del Sol sector 2 y que costó más de $600 mil millones.
En su testimonio, Bula explicó que la segunda entrega del dinero ocurrió 15 o 20 días después y que el método fue el mismo. Es decir, Víctor López prestó la cuenta, Martorelli la revisó y autorizó la transferencia. Sólo que en esta ocasión Víctor López le llevó los US$500 mil a la casa de Bula. Ya con la plata en mano, el exsenador buscó a Martorelli, quien le indicó que debía volver al mismo hotel donde lo estaba esperando Andrés Giraldo. Así fue, Giraldo estaba en el mismo restaurante italiano. De nuevo comieron juntos y Bula le hizo la entrega de la plata en un bolso de color negro como de lona. Se lo dejó en el piso antes de irse.
Cuando iba saliendo del restaurante, refirió Bula a la Fiscalía, vio que llegaba al lugar Roberto Prieto. En desarrollo de sus conversaciones con Andrés Giraldo, éste le comentó que era amigo de Roberto desde hacía muchos años y que era la persona que le había ayudado con un problema que tuvo en la bolsa de valores, y que también le había colaborado mucho cuando Giraldo estuvo en Estados Unidos. Para ratificar la veracidad de su testimonio, Bula manifestó que la evidencia de que Giraldo y Prieto eran muy amigos es que, tiempo después de estas vueltas para Odebrecht, los vio juntos en un restaurante cercano al sector de la calle 73 en Bogotá.
La Fiscalía indagó a Bula sobre qué más sabía acerca de Andrés Giraldo, y Bula precisó que realmente nunca supo a qué se dedicaba, que él le dijo que trabajaba en la bolsa y que en la segunda reunión incluso Giraldo le aseguró que tenía manejo en la Dirección Nacional de Planeación o en el Ministerio de Agricultura, y que si tenía proyectos para viabilizar o ejecutar en esas dos entidades, podía ayudar. Bula dijo que no le interesó. Respecto a Roberto Prieto, recalcó que nunca ha compartido un café con él ni tampoco ha tenido comunicaciones telefónicas. Mucho menos negocios entre ellos. Todos sus contactos se hicieron a través de Andrés Giraldo.
Después de la declaración de Otto Bula a la Fiscalía se han venido conociendo detalles sobre la relación de Roberto Prieto con Odebrecht. No sólo porque a partir de junio de 2014 sostuvo varias reuniones con el director de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade, en las cuales se mostró “más interesado de lo normal” en la adición del tramo Ocaña-Gamarra, sino porque también, según reveló este viernes Noticias Caracol, la firma Marketmedios, de propiedad de los hermanos de Roberto Prieto, firmó un contrato en julio de 2010 con Odebrecht por $1.044 millones. El objetivo del negocio era publicitar a la multinacional en Colombia.
En cuanto a Andrés Giraldo, se sabe que no sólo es muy amigo de Roberto Prieto, sino que estuvieron juntos en el despacho del director de la ANI para presentar la firma portuguesa Queiroz Galvao, que también ha desarrollado obras de infraestructura en Colombia. Así lo declaró Andrade a la Fiscalía, quien además reveló que su enlace con el Congreso, Juan Sebastián Correa, ayudó a gestionar uno de los encuentros entre Otto Bula y Andrés Giraldo. Reunión que, según Andrade, se hizo a solicitud de la secretaria de la Comisión Quinta del Senado, al parecer cuñada de Bula.
En síntesis, por ahora, al menos en el ámbito judicial, queda claro que Otto Bula nunca se ha referido a dineros de Odebrecht en la campaña de Juan Manuel Santos en 2014. Su gestión la hizo directamente a través de Andrés Giraldo y, según lo acordado con Martorelli, el destinatario final era Roberto Prieto. La pregunta que hoy ronda en los círculos políticos y judiciales es qué se hizo entonces ese millón de dólares. Bula ha reconocido que lo recibió y que de ese dinero sólo se quedó con su comisión de $400 millones. ¿Y lo demás? ¿Llegó el resto a la campaña? ¿O se perdió en el camino entre Andrés Giraldo y Roberto Prieto?
Este jueves el exgerente de la campaña de Juan Manuel Santos, Roberto Prieto, rindió interrogatorio en la Fiscalía. A su llegada al búnker expresó a los medios: “Lo que vengo es a desvirtuar la infamia de la cual he sido objeto por parte del señor Otto Bula, y en particular las perversas distorsiones que ha habido en torno a este proceso. Vengo a la instancia propia que es la Fiscalía e iré en su momento al Consejo Nacional Electoral. Tengo la tranquilidad espiritual de haber obrado bien, de que la justicia obrará bien y de que todo esto saldrá bien”.
Otto Bula, el investigado
El sábado 14 de enero de este año, en el norte de Bogotá, Otto Bula fue detenido. Fue el segundo arresto que se produjo poco después de que comenzara en Colombia la investigación por el caso de corrupción de Odebrecht y, teniendo en cuenta que el primero se había dado dos días atrás e implicaba a un exviceministro, Gabriel García Morales, ambas detenciones provocaron un gran alboroto en un país político que apenas empezaba a sentir el coletazo por el escándalo del corrupción que sacudía al continente.
Recién capturado, Bula, a diferencia de García Morales, se negó a aceptar cargos: los delitos de cohecho por dar y ofrecer y enriquecimiento ilícito de particulares. Luego empezó a cooperar con la justicia con el propósito de obtener beneficios, especialmente menos años tras las rejas. En el marco de esa cooperación declaró de qué manera había recibido el soborno de Odebrecht, cómo lo monetizó en Colombia y cómo, supuestamente, se lo entregó a Andrés Giraldo, amigo de Roberto Prieto.
Martorelli, ¿la clave del soborno?
Según la declaración de Otto Bula en la Fiscalía, Eleuberto Martorelli, entonces presidente de Odebrecht en Colombia, fue quien le dijo que la plata de esa multinacional brasileña tenía como destinatario final a Roberto Prieto. Hoy el exgerente de la campaña presidencial de Juan Manuel Santos está bajo sospecha. No sólo reconoció en Blu Radio que en 2010 autorizó la compra de dos millones de afiches de Santos para la campaña de 2010 (dinero que puso Odebrecht), sino que ahora viene a saberse que el propio Prieto y su familia, a través de la firma Marketmedios, tuvo un contrato con Odebrecht por $1.044 millones. Dicho negocio fue revelado por Noticias Caracol este viernes. El procurador le pidió a la Fiscalía que indague estas conexiones.