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Los infiltrados de Megateo

Bermúdez, exagente del CTI, fue extraditado a Estados Unidos por sus vínculos con el capo; por su parte, Suárez, exagente del DAS, fue condenado en Colombia a 40 años de prisión.

Juan Sebastián Jiménez Herrera
02 de octubre de 2015 - 08:12 p. m.
Javier Francisco Bermúdez fue capturado el 2 de junio de 2012. /Fiscalía
Javier Francisco Bermúdez fue capturado el 2 de junio de 2012. /Fiscalía

El hoy fallecido comandante del EPL, Víctor Ramón Navarro, alias Megateo, fue protagonista de uno de los mayores ataques perpetrados contra el extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) en toda su historia. El 20 de abril de 2006, Megateo asesinó a 10 detectives del DAS y a siete miembros del Ejército al activar una carga explosiva que destruyó el camión en el que los funcionarios se movilizaban. Fue en Hacarí (Norte de Santander). Es decir: en el mismo lugar en el que hoy, nueve años después, Megateo vio la muerte. Pero tal masacre no hubiera sido posible sin la ayuda de un infiltrado de Megateo en el DAS, de un traidor llamado Carlos Alberto Suárez Reyes.

Suárez era un mercenario, vendía información al mejor postor, a través de su primo Óscar Mauricio Rojas. Y por casi $2 millones le vendió a Megateo la información de que una comisión del DAS, acompañada por un grupo del Ejército, se dirigía hacia Hacarí a capturarlo. Suárez iba en esa comisión. Pero se bajó del camión que los transportaba momentos antes de que Megateo y sus hombres activaron la carga explosiva. Alertado por Suárez, Megateo tuvo tiempo de planear el ataque. Quienes no murieron por los explosivos fueron rematados posteriormente. Suárez permaneció en el DAS tres años más. Hasta que fue detenido el 15 de mayo de 2010.

El 24 de marzo de 2011, un juez de Norte de Santander absolvió a Suárez, aunque condenó a su primo a 40 años de prisión; no obstante, el 23 de febrero de 2012, el Tribunal de Cúcuta revocó el fallo y sentenció a Suárez a la misma pena que a su primo. A los pocos meses, Suárez fue detenido en una calle de Bogotá. El 3 de julio de 2013 la Corte Suprema de Justicia le dijo que no a un recurso interpuesto por el exdetective del DAS y su primo para que revocaran las sentencias en su contra y el fallo quedó en firme.

Uno de los funcionarios de la Fiscalía que hizo el levantamiento de los cadáveres ese 20 de abril de 2006 fue Javier Francisco Bermúdez Guerrero. Mientras Suárez era procesado, Bermúdez se encargaba de informarle a Megateo de operaciones en su contra e, incluso, de ayudarle con sus negocios ilegales. En agosto de 2011 las autoridades interceptaron una conversación entre Megateo y otro miembro de esta estructura, Ferney Alberto Montoya.

En un momento de la conversación, Bermúdez pasó al teléfono y le advirtió a Megateo que había operaciones en su contra y “que no realizara actividades que tuvieran que ver con narcóticos usando un teléfono celular porque así era como las autoridades le estaban siguiendo la pista”. Además le advirtió “que hiciera sus negocios en persona y le dijo que no enviara números de teléfonos nuevos por medio de mensajes de texto”.

Incluso, en febrero de 2012, Bermúdez se reunió con dos hombres que aseguraban tener información sobre Megateo, Efraín Pérez y Edubiges Cañizares. Desconocían de los vínculos de Bermúdez con el capo y cometieron el error de confiar en él. Posteriormente, Bermúdez le proporcionó a Montoya la información obtenida de estos dos sujetos y sostuvo que ellos “eran una amenaza para Megateo”. Pérez y Cañizares fueron asesinados. Aunque el cuerpo del primero nunca fue recuperado, se interceptó una conversación en la que Megateo y Montoya mencionaban el “hecho de que Pérez había sido asesinado”. El crimen de Cañizares, ocurrido en Cúcuta el 25 de febrero de 2012, fue confirmado por conversaciones entre ambos y por las autoridades.

Javier Francisco Bermúdez Guerrero fue capturado en el Hotel Marriot de Bogotá, a las 12:05 de la madrugada, el 2 de junio de 2012. La detención del agente del CTI fue anunciada por la entonces directora de ese departamento, Maritza Baquero. En julio de 2014 la Corte Suprema de Justicia avaló la extradición de Bermúdez a Estados Unidos. Fue el fin de la carrera de un agente del CTI que, en vez de cumplir con su trabajo, se convirtió en un narcotraficante más aliado de Megateo.

 

jjimenez@elespectador.com

Por Juan Sebastián Jiménez Herrera

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