Los reparos contra la jueza que le permitió a Roger Martínez salir del país

Roger Martínez, delantero de la Selección Colombia. / AFP

A principios de este año, el delantero de la Selección Colombia Roger Martínez Tobinson fue demandado por Yennifer Villalba Larios, mamá de una de sus hijas, por no pagar la cuota alimentaria que una jueza le fijó en agosto de 2018. El jugador está obligado a pagar $4 millones mensuales para la manutención de su bebé de año y medio, de los cuales el 50% debe ser consignado a Villalba para los gastos diarios y el otro 50% iría directamente a una fiducia en la que se ahorraría para costear los futuros estudios de la menor. Sin embargo, Martínez sólo ha aportado $2 millones de mesada y ha incumplido la orden de constituir la fiducia.

Roger Martínez fue uno de los convocados por la Selección Colombia en la Copa América que se disputa por estos días en Brasil, pero su participación en el evento deportivo tambaleó por cuenta de este proceso judicial, pues en abril se le prohibió salir del país, como medida cautelar para garantizar que cumpliera con las obligaciones con su pequeña hija. En ese momento, el delantero estaba en el exterior, pero volvió tiempo después a Colombia tras ser convocado por la selección. Y ahí cuando la situación se le complicó al futbolista. Su abogada intervino y logró cambiar su situación el pasado 6 de junio, cuando el juzgado revirtió la decisión con una condición: que consignara $96 millones a la cuenta del juzgado a título de caución.

En palabras sencillas, Roger Martínez se comprometió a consignar $96 millones (que equivalen a dos años de cuota alimentaria) a cambio de que le permitieran viajar al exterior a disputar la Copa América. La jueza de familia atendió su petición un día antes de que viajara rumbo a Brasil, de manera provisional, le levantó la restricción de salir del país durante 30 días y le ordenó consignar los $96 millones a la cuenta del juzgado en el Banco Agrario. Aunque no estableció un plazo exacto para ello, se entiende que son los mismos 30 días, pues la jueza afirmó que, si el 6 de aún no ha consignado el dinero y no ha terminado el proceso, Roger Martínez no podrá volver a salir del país.

En el documento que contiene la decisión, la jueza afirmó que Roger Martínez sí está interesado en cumplir con la obligación que tiene con su hija menor de edad. “Muchas de las consignaciones que reposan en el expediente han sido realizadas encontrándose el demandado por fuera del país, lo que ratifica que la circunstancia de permitir la salida del país no es obstáculo para la garantía de los alimentos de la menor, y que contrario a ello, negarlo, sí podría generarle una grave afectación”, sostuvo la jueza, quien dejó en claro la urgencia de definir la restricción de salida del país para Roger Martínez, por la Copa América. Y ordenó, de forma categórica, entregar los oficios con el fin de que se hiciera efectivo el levantamiento de la medida cautelar y Migración Colombia no le pusiera problemas a Martínez.

La decisión de la jueza ha generado controversias jurídicas. La defensa de Yennifer Villalba sostiene que se presentaron presuntas irregularidades en el juzgado. De acuerdo con la abogada de la expareja de Martínez, Rosario Rada, el Código de Infancia y Adolescencia establece que primero se debe consignar la caución (es decir los $96 millones) y luego es que se podría permitir la salida del país. “La jueza infringió la ley, violó el debido proceso y estamos ante un posible prevaricato por omisión y acción y peculado. Roger Martínez no podía salir del país sin cumplir con el pago de los $96 millones. Eso lo dice la ley, la jueza no podía legislar. Primero se paga la caución y luego de levanta la medida cautelar”, aseguró Rada a este diario.

“En este caso hubo una discriminación, una preferencia por ser él una persona famosa. A un pobre campesino que no tenga dinero para prestar la caución, no lo dejan salir del país. Hubo presiones para que Martínez saliera sin prestar la caución. Que quede claro que no me opongo a que este señor viaje, sino a que se le haya permitido su salida violando la ley. Aquí se le cuida el dinero a Roger Martínez y no el futuro promisorio de su hija. La niña debe tener calidad de vida porque él la tiene. Si tu papá vive bien, tú también deberías vivir bien”, agregó la abogada Rada a El Espectador.

Miguel Raad, vocero de la defensa de Martínez, negó lo anterior. En diálogo con este diario, afirmó que su cliente está al día con sus obligaciones y que el 7 de julio entregó una póliza de $96 millones con la que garantizó que, antes de 30 días, constituiría la fiducia. “Aquí no hay ninguna novedad, eso se definió hace rato y Roger prestó caución antes de salir del país. Él está cumpliendo. La fiducia no se ha constituido debido a sus compromisos deportivos, porque se necesita que esté presente”, dijo Raad. El abogado agregó en Caracol Radio que la demanda es una venganza personal y que Villalba le ofreció recientemente acordar una nueva cuota alimentaria por $7 millones, así como “viajes de manera permanente al exterior con gastos pagos y primas de mitad y fin de año”.

Al respecto, la abogada Rada asegura que con estas afirmaciones se pretende mostrar a su cliente como una “vampiresa”. “Y eso no es cierto. Ella no es una aparecida, vivía con Roger Martínez en China y cuando supo que estaba embarazada él se desentendió. Con $2 millones de renta no se puede mantener a una niña en una ciudad como Cartagena. La forma como dicen el tema de los viajes también es mentira. Lo que decimos es que la niña tiene derecho a ir de vacaciones con su padre, porque él está por fuera del país. Debe tener calidad de vida de acuerdo a la posición económica de su padre y no a la actual, debe asistir a un colegio de clase media alta y vivir de igual manera en un estrato social alto como corresponde a la hija de un hombre público y con solvencia económica”, concluyó Rada.

Yennifer Villalba y Roger Martínez iniciaron su relación en Cartagena. Posteriormente, el jugador fue contratado por el equipo Jiangsu Suning Fc Football Club, con sede en Nankín (China), a donde ambos se mudaron. Sin embargo, la mujer quedó en embarazo calificado de alto riesgo, por lo que tuvo que volver a Cartagena en la tercera semana de gestación.