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Los restos del coronel Guevara

En 2012, Edna Rubio Villate, viuda del uniformado Julián Guevara, demandó al Estado por su secuestro y posterior fallecimiento a manos de las Farc. Emperatriz de Guevara, madre del oficial, ha dicho que la demanda es “terrible”.

Juan Sebastián Jiménez Herrera
23 de enero de 2014 - 10:10 p. m.
En 2010, luego de que las Farc entregaran sus restos, fue sepultado el coronel Julián Ernesto Guevara. / El Espectador
En 2010, luego de que las Farc entregaran sus restos, fue sepultado el coronel Julián Ernesto Guevara. / El Espectador

El Consejo de Estado acaba de aceptar la demanda por $2.800 millones que interpuso el 12 de abril de 2012 la viuda del fallecido coronel de la Policía Julián Ernesto Guevara, Edna Rubio Villate. La acción legal ha sido rechazada tanto por la Policía como por la madre del uniformado, Emperatriz de Guevara, quien ha dicho que la demanda le parece “terrible”. Un litigio que suma un capítulo más al vía crucis del coronel Guevara y su familia.

El oficial fue secuestrado por las Farc el 1º de noviembre de 1998, durante la toma que el grupo armado ilegal hizo de Mitú, capital de Vaupés. Estuvo casi ocho años secuestrado hasta que en enero de 2006 las Farc anunciaron su fallecimiento por causas naturales. En 2009 fue ascendido a coronel para homenajearlo y recordarlo. Pero fue un año después, en abril de 2010, que esa organización guerrillera le entregó los restos a la madre, Emperatriz de Guevara. “Las situaciones por las que pasaste fueron duras, pero estamos seguros de que tu temple fue nunca bajar la cabeza ante la insurgencia. No te arrebataron la dignidad”, fueron las palabras de doña Emperatriz durante el sepelio de su hijo en 2010.

“Se llevaron la vida y nos entregaron la muerte. No nos duele tanto que no este acá, nos duele no haber podido estar con él cuando se fue, nos duele no haber podido sonreír con él. Pero sabemos que en el cielo nos están esperando nuestros seres queridos que se nos han ido. El lugar de mi padre debe ser muy grande en el cielo ya que fue una muy buena persona y por eso se merece el respeto y la admiración de todos”, dijo su hija, Ana María Guevara.

Luego vino la demanda. Al momento de interponerla, Rubio Villate le dijo a la prensa que demandaba al Estado por el sufrimiento que le causó el secuestro y la posterior muerte de su esposo y compañero durante casi 10 años, que las autoridades se olvidaron de ella durante el tiempo en que el coronel estuvo secuestrado y que apenas le dieron dos máquinas de coser y una beca para su hija (que no es hija de Guevara). “Cuando uno está necesitado no tiene a nadie, está solo, no sabe qué hacer, y todo para mí era Julián. Imagínese cuando me tocó comenzar de cero”, dijo en ese momento.

Y agregó que al año y medio de que Guevara fuera secuestrado “me tocó salir a trabajar en ferias artesanales. Gracias a ellas comí, aprendí a trabajar, aprendí hasta lo que era la lealtad, el compañerismo. Las ferias, siempre lo diré, me dieron para vivir y para trabajar, por ellas estoy donde estoy. En especial a una ciudad como Villavicencio le debo lo que tengo”, señaló Rubio Villate en diálogo con El Espectador.

En principio, el Tribunal Administrativo del Meta no aceptó la demanda alegando que no se pedía un monto de indemnización al Estado. No obstante, los abogados de Rubio Villate apelaron el fallo y el caso llegó hace pocos días al Consejo de Estado, que acaba de admitirla.

En la otra orilla, la demanda ha sido cuestionada por la misma Emperatriz de Guevara, madre del fallecido coronel. En entrevista con este diario sostuvo que le parece “muy terrible porque eso es tanto como ponerle valor a mi hijo. La plata no me interesa. A mí me interesa mi hijo. Eso es. Me parece muy mal hecho. Yo le digo una cosa: yo con Edna no tengo ninguna relación. Igual ella es libre de hacer lo que considere”. De la misma forma, criticó que Rubio Villate no estuvo en muchas de las manifestaciones que se hicieron para pedir la libertad de Guevara y sus compañeros de cautiverio. Pero que, a la hora de sacar calculadora, ahora sí aparece.

A señalamientos como este, Rubio le dijo en su momento al diario El Tiempo que “a mí me critican porque no salí a las marchas por la liberación de los secuestrados, pero nadie sabe por qué. Julián me pidió el favor en una carta —la muestra, con fecha del 12 de junio de 1999— que no saliera a las marchas, que las cosas iban a salir bien”. “Soy la viuda y tengo derecho a ser reparada”, sostuvo con vehemencia en esa entrevista.

Ahora, por orden del Consejo de Estado, el Tribunal Administrativo del Meta tiene que estudiar este recurso y definir su futuro. Mientras tanto, y en momentos en los que el Gobierno y las Farc hablan de paz, el recuerdo de lo sucedido con el coronel Guevara sigue vivo. Al respecto, Emperatriz de Guevara es enfática: “No hay dinero que me lo devuelva. Yo prefiero, entonces, quedarme con su recuerdo”.

 

 

jjimenez@elespectador.com

@juansjimenezh

Por Juan Sebastián Jiménez Herrera

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