El menor de edad Esteban Giraldo, víctima de una bala perdida en medio de la celebración del Año Nuevo, murió la noche del lunes.
La clínica cardiovascular de Soacha dio a conocer el deceso del pequeño, quien no soportó la lesión del tejido cerebral.
El subdirector del centro médico, Jose Hernán Forero, dijo que el daño del proyectil era prácticamente “irreversible”, lo que hizo imposible salvar la vida.
Ahora las autoridades intensifican la búsqueda del responsable de la bala perdida.
Testigos aseguran que todo se registró en medio de los abrazos por la llegada del Año Nuevo, cuando el pequeño saludaba a su padre se desplomó a causa de la bala.
Aunque los familiares pensaron que había caído sobre el pequeño algún pedazo de pólvora, finalmente en el hospital de Soacha los galenos confirmaron que se trataba de un proyectil.
La familia del menor ha preferido mantenerse aislada del contacto con los medios y han pedido privacidad.