La joven relató que reconoció a Vega por la voz y por la ropa, pues en el momento del ataque, el 24 de marzo de 2014, éste portaba una capucha y estaba de espaldas. Ponce de León, quien publicó un libro sobre su caso y fue aplaudida en el Congreso hace pocos días, pidió que la audiencia se llevara a puerta cerrada para mostrar fotos suyas anteriores al ataque y luego cuando estuvo en la clínica, lo que supuso para ella reconstruir momentos dolorosos, con el fin de demostrar la gravedad de los daños causados a su integridad física y emocional.
Así mismo, reveló detalles de su estado de salud: su visión no es la misma de antes, ha tenido que ser intervenida en tres ocasiones sólo en sus ojos, otras 16 en su rostro y además, asistir a innumerables sesiones de terapia física. “Tuvieron que usar injertos de piel para poder reconstruir mi cara, este año me hicieron cuatro cirugías en menos de cuatro semanas”, agregó.
La audiencia contra Vega, quien no asistió a la diligencia este martes, continuará el próximo 18 de agosto.