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"No descansaremos hasta saber quién mató a nuestro hijo": Luis Colmenares

El padre de Luis Andrés Colmenares aseguró que las dos jóvenes implicadas son las únicas que conocen el nombre del asesino.

El Espectador
04 de abril de 2012 - 08:36 a. m.

Don Luis Alonso Colmenares recuerda cada minuto que vivió durante el 31 de octubre de 2010. Revive todos los momentos de aquella fatídica fecha, en la que se enteró que su hijo, Luis Andrés Colmenares, había sido hallado sin vida en el caño del parque El Virrey en el norte de Bogotá, 14 horas más tarde de que Laura Moreno lo viera saltar al vació según múltiples declaraciones, que según don Luis obedecen a un “libreto fríamente calculado”.

Desde ese momento empezó una etapa de duelo, mientras recibía los comentarios y las noticias de que su hijo de 20 años se había suicidado luego de ir a una fiesta de disfraces con varios de sus compañeros de la Universidad de los Andes, entre los que se encontraban varios “amigos del alma” de Luis Andrés.

Intentó refugiarse en su trabajo como funcionario público y destacado profesor universitario de postgrados en más de 20 prestigiosos centros educativos, mientras que el apoyo de su esposa Oneida y de su hijo menor fue el motivo para no desfallecer en esos momentos de intenso dolor, en los cuales intentaba por todos los medios posibles asumir la realidad de los hechos.

Gracias a la perseverancia de su señora esposa y, pese a que el caso tenía toda la intención de ser archivado bajo el pretexto de que la muerte del joven fue producto de un trágico accidente, una nueva necropsia ordenada por la familia terminó sembrando las primeras dudas donde antes solo había una que otra certeza. “Esas fotos demuestran que mi hijo no murió por una caída, a mi hijo lo mataron”.

Hecho que sumado a un inesperado reparto de algunos de los procesos que reposan en la Unidad de Vida, condujo a que el fiscal 11 Antonio Luis González se hiciera cargo del caso ordenando nuevas pruebas que constatarían la hipótesis del homicidio y dejarían sin piso el testimonio de Laura Moreno de acuerdo con el cual Luis Andrés se había “tirado al vacío”.

Los palos a la rueda de la justicia

Desde que inició el proceso judicial contra los presuntos responsables del homicidio de su hijo, en octubre de 2011, Luis Alfonso ha visto como diferentes partes han intentado dilatar y estropear toda la investigación, y distraer a la opinión pública de las personas que tienen relación, directa o indirectamente, con el asesinato de su hijo.

Según Colmenares, la primera en intentar afectar el proceso fue la delegada de la Procuraduría General, quien en una muestra de desconocimiento del proceso, abogó por la libertad o la detención domiciliaria de las estudiantes de la Universidad de los Andes, Laura Moreno y Jessy Quintero desconociendo por completo los argumentos presentados por el fiscal.

“Al principio notamos que los funcionarios de la Procuraduría General actuaban como abogados de Laura y Jessy y por eso tuvimos que poner ese hecho en conocimiento de la viceprocuradora para que actuaran de manera garantista; tanto es así que cuando se legaliza la captura de las dos jóvenes la Fiscalía les imputan cargos. Solo hasta después de eso es que se hace presente la delegada de la Procuraduría porque la lleva de la mano el coordinados de fiscalías; ahí está el video y los audios”, aseguró dos Luis Alonso.

En este momento, la actitud de la delegada del Ministerio Público fue un poco llamativa para los familiares de Luis Andrés, que se encontraban en la sala de audiencias, pues “sin escuchar la imputación” presentó unos argumentos que nada tenían que ver con el proceso judicial que apenas iniciaba. “Eso hay que investigarlo”, precisó.

Una opinión muy diferente tienen de la entonces fiscal General, Viviane Morales Hoyos, de quien considera que tuvo una función ejemplar durante la investigación y los primeros pasos del proceso. “En dos ocasiones, ni siquiera por solicitud de mi esposa, la misma fiscal llamó a mi esposa y la citó a su despacho, y en esas dos oportunidades ella lloró con mi esposa al ver la pena de ella por la pérdida de su hijo”, narró detalladamente Luis Alonso.

Y es que para el padre de Luis Andrés, la fiscal Morales “protegió las garantías de todos e hizo un gran esfuerzo para que el proceso se llevara hasta sus últimas consecuencias”, reconociendo además su posición cuando se conoció sobre una posible influencia del director nacional de fiscalías, Néstor Armando Novoa para que se removiera a Antonio Luis González de la investigación.

En este sentido, el señor Colmenares ha registrado que en los últimos meses se reanudaron e intensificaron los ataques por parte de los abogados defensores de todos los implicados en este caso con el fin de cambiar al fiscal del caso con señalamientos, amenazas y denuncias de faltas éticas y disciplinarias. “Quieren que el proceso se archive, y eso me llena de un gran temor”.

No soy rico, pero tampoco soy imbécil

Cansado de los señalamientos en su contra por su presunto alto nivel económico y el poder que ha ejercido ante diferentes organismos y entes con el fin de mover el proceso a su favor, don Luis Alonso reconoce que tiene un gran patrimonio pero no económico, sino el que ha podido acumular gracias a su estudio y experiencia laboral.

“Yo tengo un gran patrimonio y eso es cierto, pero no es un patrimonio económico sino gracias a los conocimientos que he adquirido porque he cursado seis especializaciones y dos maestrías, además de dictar clases en más de 20 universidades públicas y privadas en programas de postgrado; ese es mi patrimonio”, precisó el padre de Luis Andrés Colmenares.

Para este señor con un notorio acento costeño, es molesto que la gente los señale de ser multimillonarios por el hecho de que su hijo estudiaba en la Universidad de los Andes, desconociendo todo el esfuerzo que tuvo que hacer junto a su familia para que Luis Andrés tuviera una buena educación.

“Tengo una casa que no he terminado de pagar y un vehículo que también estoy pagando”, precisó, señalando además que aprovechando las oportunidades que le dio el centro educativo cada seis meses debía sacar un crédito bancario para poder costear la matrícula de su hijo.

“Este proceso no se ha llevado a cabo porque nosotros tengamos mucho dinero, Eso sí que no. La investigación ha seguido adelante por el interés de nosotros en saber la verdad y en eso no vamos a descansar hasta el último momento de nuestras vidas porque más que ser unos grandes potentados lo que no somos es imbéciles”, aclaró este hombre quien ahora funge como presidente del Consejo Técnico de la Contaduría General. 

“Pacto de silencio”

Para don Luis Alonso después de la muerte de su hijo, sus compañeros hicieron una especie de ‘’pacto de silencio’’ con el fin de resguardarse entre ellos mismos y no contar la verdad sobre los extraños hechos que ocurrieron esa noche, ocultando así a los responsables del asesinato de Luis Andrés.

Ante esto le extraña muchísimo el cambio de actitud que tuvo Jessy Quintero, a la que Luis consideraba “su amiga del alma”. “Nosotros sabemos que Jessy quería mucho a Luis y Luis la quería mucho a ella, eran muy amigos y tanto es así que cuando iban a fiestas juntos y es que ella misma lo desmienta, Luis primero la dejaba en su casa y después se iba él a acostar; yo tengo conocimiento, y lo creo, que los padres de Jessy querían mucho a Luis”, afirmó recordando el cariño que su hijo le tenía a la joven de 21 años estudiante de ingeniería mecánica.

“MI esposa en una oportunidad fue hasta la Universidad de Los Andes para abordarlos a ellos y en ese momento la actitud de Jessy fue de absoluto mutismo: ‘No sé, todo’, ‘yo no me di cuenta’, ‘no sé qué pasó’, esas eran siempre sus respuestas”, recordó don Luis, quien manifiesta que en estos momentos solamente le pide a la joven que cuente la verdad “todavía tienen la oportunidad jurídica para esto”.

“Ellas no mataron a Luis, ellas físicamente no tenía como dominar a mi hijo, porque era una persona atlética, era una persona dedicada al deporte, pero viendo el estado en qué quedó el cuerpo de Luis Andrés ellas no tenían la fuerza física, lo que sí creo es que ellas saben quién le hizo todo eso. Por esto yo las invito a que aprovechen esa oportunidad legal de decir lo que saben y no seguir con este cuento de que salimos juntos, nos fuimos a comer un perro, salió corriendo y se tiró al caño. Porque nosotros tenemos las pruebas de que eso no fue así”, manifestó.

En este sentido aseguró, pese a los que se ha dicho en algunas oportunidades, que el cuerpo de bomberos cumplió con su deber e hicieron una búsqueda intensa y exhaustiva en el lugar donde los amigos de Luis Andrés aseguraban que se había tirado. El mismo concepto no lo tiene de los forenses de Medicina Legal, de los cuales aseguraron que omitieron sus funciones y entregaron dictámenes que se contradecían entre ellos, y mucho más con los análisis de la investigación de la Fiscalía.

“A Luis lo asesinaron, y no es como dice Laura que él se accidentó, porque lo asesinaron de una manera salvaje y se saciaron con su cuerpo”, aseguró el Colmenares precisando que existen pruebas suficientes para señalar que las dos jóvenes estudiantes saben qué fue lo que pasó, “incluso existe una grabación en la que la propia Laura asegura que Jessy fue su testigo en este caso”, rechazando tajantemente las otras hipótesis que se han presentado en los últimas semanas como la del atraco, el accidente, y un ahogamiento por alcohol.

“Ahí no se les fue la mano, se les fueron las manos, los pies, el cuerpo, se les fue todo, porque la manera cómo lo masacraron fue con sevicia, no sé las razones, para encontrar razones no las encontraría nunca, porque nadie puede disponer de la vida de otro, un motivo yo si he creído que el hecho de que su relación con Laura pudo ser uno de los motivos que pudo conducir a la muerte de mi hijo”, concluyó don Luis Alonso.  

Por El Espectador

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