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'No estoy aferrado al puesto'

Así lo dijo a el magistrado del Consejo de Estado William Giraldo quien buscaba permanecer en su puesto a través de una tutela.

Sebastián Jiménez Herrera
18 de febrero de 2013 - 10:00 p. m.
El magistrado William Giraldo indicó que, para no causarle más contratiempos al Consejo de Estado, renunciará próximamente.  / Luis Ángel
El magistrado William Giraldo indicó que, para no causarle más contratiempos al Consejo de Estado, renunciará próximamente. / Luis Ángel

El consejero de Estado William Giraldo fue bautizado por la revista Semana como el ‘magistrado Bon Bril’, por cuenta de una tutela que interpuso para que los miembros del Consejo de Estado y de la Corte Suprema de Justicia puedan permanecer en el cargo después de los 65 años de edad (que es la edad actual de retiro forzoso), como ocurre con los miembros del Consejo Superior de la Judicatura y la Corte Constitucional. El proceso ha generado una controversia y división en la Rama Judicial entre quienes concuerdan con Giraldo y quienes no. El magistrado, hoy en el ojo del huracán, habló con El Espectador al respecto. Después de esta entrevista les indicó a los medios de comunicación que renunciaría a su cargo para no causarle más contratiempos al Consejo de Estado.

Se ha generado toda una discusión por la tutela que usted interpuso con el fin de que se le permitiera seguir en el Consejo de Estado después de cumplir los 65 años e, incluso, se han hecho señalamientos en su contra. ¿Cómo ve la controversia que se ha armado?

Hay una discriminación injustificada en lo que respecta a la edad de retiro forzoso que afecta a la Corte Suprema de Justicia y al Consejo de Estado. Los miembros de las altas cortes tienen, por mandato constitucional, las mismas condiciones laborales. Sin embargo, hay diferencias en lo que a la edad de retiro forzoso se refiere. Nosotros, miembros del Consejo de Estado y de la Corte Suprema de Justicia, nos tenemos que ir a los 65 años, mientras en otras altas cortes hay magistrados ingresan a los 65 años. Esto aunque no hay una ley que establezca la edad de retiro forzoso. El Congreso ha hecho cuatro intentos de crear esa ley, pero no ha podido. Ahí hay un vacío y ese vacío no se puede resolver discriminando a los miembros de la Corte Suprema y el Consejo de Estado como si fueran magistrados de segunda o tercera categoría.

¿De dónde sale esto de los 65 años?

Eso es un decreto reglamentario de 1968. Una norma totalmente desueta. En esa época la expectativa de vida era de 65 años. Hoy es de 80. Esa norma ya no tiene aplicación práctica. Sin embargo, para llenar un vacío legal la aplican y con base en ella quebrantan nuestro derecho a la igualdad.

En el Consejo Superior de la Judicatura se han referido a la posibilidad de no pagarle sueldo debido a que usted ya cumplió los 65 años. ¿Qué piensa de esa propuesta?

Es una posición insular del magistrado Néstor Raúl Correa (miembro de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura). Yo tengo un nominador que es el Consejo de Estado. Ese es mi nominador, no el doctor Correa. Esa orden no la puede emitir él. Si él la emite, incurre en un abuso de autoridad porque es una orden completamente arbitraria, porque el ordenador del gasto no es él, es el director ejecutivo de la Rama Judicial. El doctor Correa está pisando linderos del Código Penal, ya que puede incurrir en un quebrantamiento del orden penal o del orden disciplinario.

Usted dice que esto no es personal, ¿por qué lo dice?

Esta no es una lucha de William Giraldo. Es una lucha que empezaron hace 10 años magistrados en el Consejo de Estado y en la Corte Suprema de Justicia. Esa situación ha incomodado a magistrados como Gustavo Aponte, Augusto Trejos, Javier Díaz Bueno, Silvio Escudero, María Inés Ortiz, Filemón Jiménez, Myriam Guerrero, Jaime Moreno y otros. Hace rato que varios magistrados están diciendo ‘por favor, no nos discriminen’. Yo me he sumado a una pelea de hace 10 años.

¿A qué edad fue elegido magistrado?

A los 62 años

Pero, entonces, ¿a pesar de haber sido elegido para un período de ocho años, usted sabía que pasaría apenas tres años en el Consejo de Estado?

El Consejo Superior de la Judicatura nos incluye en las listas para el Consejo de Estado sabiendo nuestra edad y que tenemos un período constitucional de ocho años. Si a uno lo eligen a los 62 años, le crean una confianza legítima de que va a completar su período de ocho años.

¿Cuál cree usted que debe ser la edad de retiro forzoso?

La que diga el legislador. Le quiero decir que en muchos países de Europa y América el retiro forzoso es a los 70 años e, incluso, después. En materia de administra justicia, cuando la gente llega a una edad como la nuestra está lejos de las pasiones, es sereno, no busca protagonismos, está lejos del bien y del mal. Se sienta en su escritorio a administrar justicia sin ningún miramiento distinto a eso. Las tentaciones ya no lo afectan, ya no busca poder, ni figuración.

Se han referido a usted como alguien que no quiere separarse del poder.

Claro que sí me quiero ir. Pero me quiero ir en derecho. Yo no estoy aferrado al puesto. Yo llevo 45 años sirviendo a este país. Me sobran de aportes pensionales 25 años. No es un problema de aferrarse a un puesto. Simplemente me tocó a mi poner la cara y es una situación eminentemente coyuntural. Pero no es personal. Yo no busco poder ni protagonismo. Ya llegué a la cúspide.

En Twitter: @juansjimenezh

Por Sebastián Jiménez Herrera

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