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La nueva víctima de Velasco

En la Fiscalía se presentó otra denuncia de abuso sexual en contra de Javier Velasco, el hombre que violó y asesinó a Rosa Elvira Cely en el Parque Nacional.

Santiago Martínez
22 de marzo de 2013 - 09:49 p. m.
Javier Velasco Valenzuela, al momento de ser capturado.  / Gabriel Aponte
Javier Velasco Valenzuela, al momento de ser capturado. / Gabriel Aponte

Una de las más tenebrosas historias que ha conocido Colombia en violencia contra las mujeres, protagonizada por el atroz criminal Javier Velasco Valenzuela, tendrá un nuevo capítulo en los estrados judiciales. Según conoció El Espectador, esta vez la víctima es una mujer de 47 años quien, según ella reportó, fue violada y golpeada por Velasco el 2 de junio de 2010 en la localidad de Teusaquillo, al frente de una casa abandonada, después de aceptar tomarse unos tragos con él, para luego amanecer sin recuerdo alguno en la sala de urgencias del Hospital San Ignacio.

La víctima (cuyo nombre se omite para respetar su privacidad), en su denuncia, asegura haber conocido a Velasco en 2008, en reuniones de Alcohólicos Anónimos (AA). A partir de esa época Velasco Valenzuela empezó a mostrar su interés en la mujer, quien se negó en repetidas oportunidades a tener alguna cita con él porque, señaló, le producía mucha desconfianza. Después de dos años sin verlo, se reencontraron en la localidad de Teusaquillo (Bogotá) y, ante la insistencia de Velasco para que salieran y se tomaran algo, la mujer accedió.

Él compró media botella de aguardiente Néctar. Eran casi las 8 de la noche de ese 2 de junio de 2010, cuando Velasco le propuso que fueran a algún establecimiento para terminar de tomarse el trago. Sin embargo, la mujer prefirió que se quedaran en la calle y se sentaron en un antejardín de una casa abandonada. Al principio le dijo a Velasco que no podía tomar porque se encontraba bajo medicamentos, pero luego cambió de parecer. Un rato más tarde, según ella contó, comenzó a sentirse mareada.

Quedó inconsciente. No recuerda qué sucedió el resto de la noche. Podría haber quedada privada por un golpe, igual que sucedió con Rosa Elvira Cely. Amaneció en el Hospital San Ignacio y, de acuerdo con los reportes médicos, fue llevada por una patrulla de la Policía que pasaba por el sector y la encontró tirada sobre la calle. Igualmente, el historial clínico y el informe de Medicina Legal certificaron que la mujer fue golpeada en la cabeza, manos y cara; fue estrangulada y, finalmente, violada: al hospital llegó con signos de sangrado vaginal. Su madre, quien la acompañó durante este trágico episodio, fue testigo del drama que vivió su hija en el hospital por los horrores que Velasco le habría causado.

Dos meses después, la víctima afirma que volvió a ver al hombre que la violó, quien la habría intimidado pasando uno de sus dedo por su boca y luego por su cuello, como si le dijera: “Calla o te mato”. Y ella calló. Sin embargo, el día que la imagen del asesino de Rosa Elvira Cely salió publicada en los medios de comunicación, esta mujer decidió denunciar a Velasco para que pagara por el crimen cometido en su contra.

Este es el quinto proceso penal que va a afrontar Velasco desde 2002. De ser ciertas las acusaciones de esta mujer, el ataque en su contra habría tenido lugar mientras Velasco se encontraba en tratamiento psiquiátrico, luego de haber sido declarado inimputable en el caso del homicidio de Dismila Ochoa en 2002, a quien asesinó con 17 machetazos. En este proceso, Medicina Legal, el 8 de julio de ese mismo año, concluyó que tenía problemas mentales, por lo que estuvo recluido en el pabellón psiquiátrico de la cárcel Modelo de Bogotá y luego fue remitido en 2003 al centro psiquiátrico Funsabia, donde estuvo entre febrero y octubre de 2003.

En septiembre de ese mismo año, un mes antes de que obtuviera libertad condicional, Medicina Legal dictaminó que Velasco sufría de “embriaguez patológica, una predisposición orgánica que lo afecta notoriamente al consumir alcohol y que no se elimina con tratamiento (...) Si el examinado llegara a ingerir nuevamente bebidas alcohólicas, es probable que nuevamente pueda repetir actos similares”. Por esa razón, el mismo juez que lo dejó en libertad le ordenó hacer asistir a Alcohólicos Anónimos. Durante los tres años siguientes, Medicina Legal confirmaría que Velasco no hizo el tratamiento adecuadamente ni aceptaba su enfermedad.

La Fiscalía va a solicitar audiencia para imputarle los cargos de acceso carnal violento y lesiones personales a Javier Velasco Valenzuela, quien en menos de un año ya ha acumulado tres condenas: la primera, por el asesinato de Rosa Elvira Cely, a 48 años de prisión; la segunda, por abusar sexualmente de sus hijas menores de edad; a 36 años de prisión; y la tercera, proferida el pasado 18 de marzo, a 10 años de prisión por la brutal golpiza y violación a una trabajadora sexual.

Por Santiago Martínez

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