La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó el homicidio de diez campesinos, nueve hombres y una mujer, perpetrado el miércoles en el municipio de Santa Rosa de Osos, departamento de Antioquia.
“Asesinar campesinos para enviar un mensaje a otras personas reviste un grave peligro para los derechos humanos, y para el futuro del país”, dijo al repudiar la masacre Todd Howland, Representante en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
“Todos tienen la obligación de respetar los derechos humanos”, afirmó Howland al explicar que el Estado, a su vez, tiene una obligación mayor, pues no solo es el primer responsable de respetar los derechos humanos, sino también de garantizarlos y protegerlos.
Señaló que en este caso particular, el Estado debe hacer efectivos todos los mecanismos posibles para que masacres como la de Santa Rosa de Osos no se repitan.
Finalmente, expresó su solidaridad con las familiares de las víctimas y a los habitantes de Santa Rosa de Osos y se declaró a la espera de que este crimen no quede impune.