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Procuraduría inhabilitó por 15 años a patrullero implicado en caso grafitero

El Ministerio Público pidió investigar a dos personas que habrían participado en la manipulación en la escena del crimen.

El Espectador
14 de noviembre de 2012 - 07:00 p. m.

La Procuraduría General destituyó e inhabilitó por 15 años para ejercer cargos públicos al patrullero de la Policía Metropolitana, Wilmer Antonio Alarcón, por disparar y manipular la escena del crimen y obstruculizar la investigación que se adelanta por su presunta participación en la muerte del joven grafitero, Diego Felipe Becerra.

El Minsiterio Público consideró que el patrullero incurrió en una falta gravísima a título de dolo por los hechos registrados el 19 de agosto de 2011, en el noroccidente de Bogotá, cuando disparó contra la humanidad del joven de 16 años. Después de los hechos, el patrullero Alarcón acusó a Diego Felipe Becerra de haberle apuntado con un arma de fuego.

"Esta probado que Diego Felipe Becerra, al momento de recibir el disparo propinado por el patrullero Alarcón, se encontraba corriendo y de espalda en relación con el uniformado que lo perseguía y no portaba arma alguna, sólo llevaba consigo una mochila en la que guardaba cuatro aerosoles", precisa uno de los apartes de la sanción disciplinaria. 

En el fallo emitido por el Ministerio Público se determinó que actuó de manera dolosa dsconociendo sus labores como servidor público, señalando que "vulneró el derecho a la vida" del joven de 16 años, quien falleció  pocos minutos después de recibir el disparo en un centro médico. 

"Sin reparo alguno, le disparó por la espalda con su arma de dotación, situación que evidencia que a pesar de la formación y la pericia del patrullero, que lo obligaban a extremar las medidas de seguridad en relación con el uso del arma, ya que ante todo su obligación era proteger la vida de la persona que perseguía, una vez le grito que se detuviera antes de reducirlo y/o capturarlo, prefirió dispararle por la espalda estando a tan solo 1,32 metros de distancia sin que pueda decirse que su intención al disparar era reducirlo, por cuanto el disparo fue hecho directamente a la espalada causándole heridas que posteriormente le causaron la muerte”, indica el fallo disciplinario. 

“Alarcón desconoció las disposiciones especiales que integran los principales básico sobre el empleo de la fuerza y de las armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, y que lo obligaban a no emplear su arma de fuego contra la persona que lo perseguía", precisa uno de los apartes de la decisión.

La Procuraduría General estableció además que el patrullero no presentaba problemas mentales, ni estaba bajo los efectos del alcohol o alguna sustancia psicoactiva, indicando que actuó con plena voluntad de sus hechos, tanto cuando disparó contra el joven grafitero, así como cuando manipuló la escena del crimen.

En este caso el Ministerio Público tuvo en cuenta las pruebas presentadas que indicaban que el joven nunca manipuló un arma de fuego y que la pistola hallada en el lugar de los hechos ni siquiera funcionaba.  

Por estos hechos, el patrullero Alarcón se encuentra privado de la libertad en el proceso que se le adelanta por el delito de homicidio agravado y se espera que en a mediados del mes de diciembre inice formalmente el juiicio en su contra. 

Vale recordar que el abogado del patrullero, Héctor Hernando Ruiz, fue enviado a la cárcel La Modelo de Bogotá en el proceso que se le adelanta por su presunta participación en la manipulación de la escena del crimen. 

Por El Espectador

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