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Después de tres días de participación en el Encuentro Internacional de Memoria: Exilio y Género, más de 50 organizaciones de víctimas del conflicto en Colombia que residen por fuera del país, firmaron una carta que le enviaron al presidente Juan Manuel Santos en la que le expresaron su total rechazo por su decisión de incluir dentro del consejo directivo del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) a un miembro del Ministerio de Defensa.
Los firmantes, que son exiliados, refugiados, migrantes y población LGTB, expresaron además su profunda preocupación y por el decreto 502 del 27 de marzo de este año en el que precisamente se avaló la presencia de un miembro de la cartera de defensa en el CNMH. “Es del público conocido que el Ministerio de Defensa y sus agentes se han visto comprometidos en graves violaciones al Derecho Internacional de los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario, de modo que su participación cercena la confianza hasta ahora construida por el CNMH con las víctimas”, dice la carta.
“Garantizar que los hechos que nos han sumido en más de cincuenta años de guerra no se repitan implica que: La memoria como un deber del Estado y un derecho de las víctimas se constituye en eje fundamental para el acceso y la construcción de la verdad, que requiere cumplir con el principio de autonomía e independencia de los actores que participaron directamente en el conflicto y quiénes tendrán como lugar natural para aportar a la verdad la Jurisdicción Especial para la Paz”, explica la misiva.
La lista de los firmantes es extensa. Hay por lo menos 50 organizaciones radicadas en el exterior, entre ellas, Colectivo Migrantes y Exiliados/as Colombianos/as por la Paz (Mecopa) de Argentina; la Comisión por la Verdad de Suecia; la Asociación de Víctimas Colombianas en Canadá (Asovica); Comunidad El Exilio Como Herencia de París; el Colectivo Creando Memoria de Berlín, entre otros. Además, la carta cuenta con la firma en solidaridad de más de 15 asociaciones internacionales como el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdoba, el Plan de Acción en Brasil y la Asociación Gades.