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‘Tomás Jaramillo y Juan Carlos Ortiz se aprovecharon de mí’

Desde Curazao, el director del Fondo Premium se prepara para pelear con la Fiscalía.

Diana Carolina Durán Núñez
13 de julio de 2014 - 02:00 a. m.
“Fiscalía le ha hecho un grave daño a mi reputación”: Andersen.  /Archivo personal
“Fiscalía le ha hecho un grave daño a mi reputación”: Andersen. /Archivo personal

En noviembre de 2012, Interbolsa, una de las más grandes firmas comisionistas del país, se vino a pique. Y con ella, el Fondo Premium que se había creado en Curazao con el fin de captar más recursos (US $174 millones al final) y que, como lo han asegurado las autoridades colombianas, resultó siendo una especie de caja menor de sus fundadores: Tomás Jaramillo, el hijo del fundador de Interbolsa, y Juan Carlos Ortiz. En ese contexto, el pasado 25 de abril, la Fiscalía anunció que abriría formalmente investigación en contra de Ortiz, de Jaramillo, y del director del Fondo Premium, el estadounidense Eric Andersen.

Llevaba casi dos años en silencio, pero tras conocer la posición de la Fiscalía, decidió romperlo. Y de paso, contratar abogados: la firma del exmagistrado Jorge Aníbal Gómez. En entrevista con este diario, desde Curazao, Andersen se va lanza en ristre contra todos: el Gobierno colombiano, arguyendo que no coopera; la Fiscalía, señalando que actuó con intereses políticos; Jaramillo y Ortiz, quienes, sostiene, se aprovecharon de él. Anuncia que para el próximo año ya hay US $5 millones asegurados para devolverles a los inversores. Casi lo mismo que Ortiz y Jaramillo recibieron por honorarios en 2011.

¿Cuál es su versión de la historia con respecto a lo que ocurrió con el Fondo Premium?

El Fondo Premium era el bebé de Interbolsa; fueron ellos quienes escogieron la jurisdicción de Curazao y a mí como director. Sin embargo, según supe después del 2 de noviembre de 2012, un gran número de las inversiones de Premium se fue para negocios de algunos directivos de Interbolsa. Fabricato tenía una gran posición, cerca del 25% de la cartera del Fondo estaba representado en sus acciones y, claro, después del 2 de noviembre, el valor cayó significativamente. Y hubo pérdidas. Cosas así suceden todo el tiempo en el mercado. Pero es que además parece que el mercadeo de Premium Capital fue engañoso.

¿Por qué lo dice?

Los comisionistas de Interbolsa, que eran los únicos que ofrecían Premium, les decían a sus clientes que era una especie de depósito; que había cero riesgos. El documento que exigimos que cada inversionista firmara claramente indica que el Fondo no está ni cerca a esa idea. Infortunadamente ese documento estaba en inglés y no fue traducido, y los inversionistas firmaron, asumo hoy, sin saber de qué se trataba. Lamento mucho que no hayan leído los riesgos. Premium Capital era ofrecido bajo un acuerdo de comercialización regulado y confiábamos en que la Superfinanciera estuviera supervisando a Interbolsa. Ahora puedo decir que esa confianza estaba seriamente injustificada. La Superfinanciera falló miserablemente.

¿Usted está afirmando que 1.260 personas firmaron un documento clave sin leerlo o entenderlo?

Ninguna persona razonable, tras leer ese documento, diría que le sorprende haber perdido dinero. Y eso fue lo que le pasó al Fondo: perdió dinero. No hubo fraude, ni activos fantasmas, ni esquema Ponzi (pirámide): hubo devaluaciones.

Más allá de eso, el tema es cómo se usó el dinero. Y es ahí donde los inversionistas apuntan el dedo hacia usted por permitir que el Fondo se volviera la caja menor de Tomás Jaramillo y Juan Carlos Ortiz. Según cifras oficiales, un 90% de la cartera de Premium se concentraba en 14 clientes, incluidos ellos y sus propios negocios.

Que el Fondo se convirtió en la caja menor de esos señores también lo vine a saber después, y creo que es verdad. Hubo préstamos a Millonarios, que entiendo controlaba el señor Juan Carlos Ortiz; hubo préstamos que terminaron regresando al señor (Víctor) Maldonado entre el 20% y el 25%. Mirando hacia atrás es claro.

¿Por qué no notaron esa malversación de fondos? ¿Por qué nadie encendió alarmas?

Porque no somos Colombia. No era de conocimiento general para nosotros que Helados Modernos le pertenece a la esposa del señor (Víctor) Maldonado. ¿Cómo se supone que iba a saberlo? Era una inversión, que le pertenecía al Fondo de manera correcta y que aparentemente mostraba buen desempeño, pues el valor de la acción fluctuaba de manera realista. En la mayoría de inversiones no había nada que sugiriera que había problemas.

¿Y los estados financieros no daban luces de nada?

Los estados financieros claramente esbozaban los detalles de la cartera. Cualquier accionista tenía acceso a ellos; me temo que ningún inversionista usó ese derecho. Yo me aseguraba de que los reportes del Fondo reflejaran los hechos, y así fue, nadie lo ha puesto en duda. Quisiera resaltar algo más: lo que hace el director de un fondo en Curazao es radicalmente diferente a lo que hace un director en Colombia.

¿Qué quiere decir?

En Colombia, el cargo de director es más parecido a lo que llamamos un director ejecutivo, quien trabaja para la entidad todos los días y dedica toda su atención a ella, cosa que yo no hacía. También quiero resaltar que mis honorarios eran US $12.500 por año. Creo que esa tarifa expresa el nivel de atención o el número de horas que, razonablemente, se esperaba que yo como director gastara en el Fondo. Yo no opero el Fondo, lo represento. Contrato a otras compañías para que cumplan sus funciones.

¿Cuál es el salario mínimo en Curazao?

Unos US $825 dólares por mes.

¿Usted nos está diciendo que ganaba poco más de un salario mínimo mensual por el trabajo de un fondo que manejaba recursos por US $174 millones y tenía 1.260 accionistas?

Claro, pero yo dirijo un negocio y tengo más clientes.

Cuando el Banco Central de Curazao, que es la entidad que los vigila, tiene algún asunto con el Fondo Premium, ¿con quién se pone en contacto?

En primera instancia, con el director. Eclipse Management, mi empresa, está vigilada por el Banco Central también.

Pero si el Banco Central se entiende con usted cuando algo pasa, significa que usted sí es relevante en la organización.

Por supuesto, no lo niego. Pero, ¿acaso soy el único responsable? Señalé que el Fondo fue creado por Interbolsa: sus honorarios en el último año fueron de US $4,3 millones, los míos fueron de US $12.500. Quizá es un buen indicador del nivel de responsabilidad. No estoy diciendo que no tengo responsabilidad alguna, sino que cumplí con la debida diligencia y tomé acciones antes y después del desastre.

¿Esos 4,3 millones fueron para quién?

Fueron los honorarios en 2011 del gerente de inversiones, que es la compañía Premium Capital Investment Advisors, y los dueños son y siempre han sido los dueños de Interbolsa.

¿Estamos hablando de Juan Carlos Ortiz y Tomás Jaramillo?

Sí.
¿Está satisfecho con el trabajo que hizo la firma auditora que usted contrató, Ernst & Young?

Sí. Por supuesto. Sus reportes mostraban fielmente la situación financiera de la compañía.

¿Y no era responsabilidad suya revisarlos también?

Lo hice. Y reflejaban los hechos.¿Es mi deber saber sobre los nexos de las empresas en cuestión con Ortiz y Jaramillo? ¿Es (Víctor) Maldonado alguien a quien no se le debe prestar dinero? Si no lo es, mucha gente en Colombia es tan culpable como yo.

¿Su versión entonces es que Juan Carlos Ortiz y Tomás Jaramillo sabían perfectamente cómo engañar un fondo legalmente constituido?

Eso es precisamente lo que pasó. Ellos fueron muy buenos en usar las fortalezas y debilidades a su favor.

¿Qué piensa de Ortiz y Jaramillo hoy?

(Suspiro). Ni siquiera puedo abordar esa pregunta. Estoy tan enojado. Nadie se había aprovechado de mí como lo hicieron ellos. Hoy es claro para mí que ellos actuaban engañosamente.

Difícil entender que un hombre como usted, con una experiencia de 27 años en el sector, haya sido embaucado así.

Las operaciones del Fondo tienen sentido. Yo sabía que Fabricato era un objetivo a controlar; en Estados Unidos, eso es normal. Sus activos tenían –y tienen todavía– valor. Si alguien podía comprar el 100% de las acciones, intercambiarlas en la bolsa y luego vender los activos subyacentes, doblaba su inversión.

¿Por qué confió en ellos?

Confiaba en su buen nombre. Siempre estaban pulcros, conocían la industria. Visité la sede de Interbolsa en varias ocasiones y lo que suelo ver en una oficina bien manejada estaba ahí: buena segregación de tareas, tecnología de información a pruebas de balas, una trading room muy similar a otras que he visto en Nueva York, todo se veía bien. Visité el AMV (Autorregulador del Mercado de Valores) en junio de 2012, visité la Bolsa de Valores también en junio de 2012. Todo apuntaba a que estos hombres eran expertos, respetados, así que estoy sorprendido. Por decir lo menos.

¿Ese enojo es también en nombre de los inversionistas?

Sí. Pero si soy honesto, también por lo que ha hecho el Gobierno colombiano desde que la crisis estalló. Me molesta que el proceso de intervención (de la Superintendencia de Sociedades) ha sido completamente fallido. Han pasado 14 meses y, hasta donde sé, no ha habido esfuerzos para recuperar deudas. Le he dicho esto al señor (Alejandro) Revollo, he pedido que se invierta tiempo cobrando los préstamos,es dinero de los accionistas. Pero no ha habido respuesta más allá de mantener una cuenta abierta para quienes amablemente han seguido pagando. Ya me queda claro que el Gobierno no va a trabajar conmigo porque cree que soy corrupto.

¿Desconoce el mal manejo de ellos con las acciones de Fabricato?

No, por supuesto que fallaron por su manejo de esas acciones. Lo que digo es que los supervisores de Interbolsa sabían lo que estaban haciendo desde hacía más de un año y no hicieron nada al respecto.

Las autoridades colombianas señalan que ha habido mucha tensión de su parte también. Que usted, por ejemplo, le quitó a Alejandro Revollo el acceso on-line a los estados de caja.

Él me informó de eso. Yo no sé qué pasó y ciertamente no emití ninguna orden en esa dirección. Principalmente yo he pedido ayuda en la recuperación de deudas conjuntas, pues buena parte de lo que permanece en Curazao está dividido; en otras palabras, Colombia tiene porcentajes de esas deudas. Para recuperar esas deudas, la única acción real es trabajar como un equipo, encontrar al deudor y negociar los pagos. Pero ellos no quieren trabajar con nosotros y eso va en detrimento de cada inversionista. Esa situación me molesta pero, sobre todo, me confunde. No tiene sentido.

¿Cuánta plata ha salido en el último año para pagar honorarios a compañías como la suya, o Ernst & Young?

Ernst & Young no ha recibido nada en el último año; Amicorp ha recibido unos US $20.000; Eclipse ha recibido en el último quizá US $150.000 dólares.
Usted dijo que ganaba US $12.500 al año.

Sí, pero por la atención que ha demandado este tema hemos trabajado muchas horas extra y de ahí viene la diferencia. Y está Edex, que ha recibido unos US $120.000 mensuales. Sé que sus honorarios parecen altos pero puedo mostrar las negociaciones, son mucho menores a los usuales. Además, han tenido un éxito significativo en convertir en efectivo la cartera sobre la que aún tenemos responsabilidad, dinero que podemos y estamos mirando cómo distribuir.

¿O sea que hay dinero para los accionistas? ¿Cuánto?

Tenemos acuerdos por US $5 millones. Hemos recibido US $2 millones, por lo menos, y el próximo año recibiremos US $3. Francamente, el señor (Víctor) Maldonado tiene una deuda significativa que supera los números que aquí he mencionado.

¿Sabía usted que la semana pasada, luego de una asamblea, los accionistas le comunicaron al Banco Central de Curazao su inconformismo porque se esté usando su plata para pagar honorarios?

Algo supe. Le puedo decir que nosotros también estamos preocupados. Mientras más tiempo pase sin que los inversionistas reciban su dinero, peor para ellos. Pero es irreal pedirles a los proveedores de servicios que no cobren.

¿Sabía que esa misma asamblea envió un documento al Banco Central de pidiendo su retiro del Fondo, y de las demás compañías que intervienen en él?

No sabía, tampoco me sorprende. Entiendo que me culpen, pero sacar a todos los proveedores de servicios es poco razonable, porque el trabajo quedaría incompleto y esa no es una decisión inteligente. Entiendo la frustración de los inversores, pero necesitamos recuperar dinero y distribuirlo. Ya hemos desperdiciado 14 meses.

¿Sobre su imputación de cargos, cuánto sabe?

Muy poco. La Fiscalía no me ha informado de forma alguna lo que está pasando. Pusieron algo en su página web y me molesta lo que hicieron: primero que todo, me agruparon junto con 24 personas. Además, hay un grupo de cargos (a imputar), algunos bastante feos y serios como concierto para delinquir y fraude, que no aplican para mí, están lejos de toda precisión. Ni siquiera han empezado las investigaciones formalmente para ninguno de los mencionados. Acá hay motivaciones políticas.

¿Qué quiere decir?

Anunciaron las imputaciones tres semanas antes de elecciones. ¿Usted cree que fue al azar? Porque yo no. Lo hicieron para mostrar que se estaba haciendo algo, porque yo soy la cara del Fondo en Colombia. Siempre pensé que estaba bien poner la otra mejilla porque el tema llegaría a la Fiscalía y a ésta, suponía yo, la conforman abogados experimentados que confirmarían que yo no he violado ninguna regla. Ya no puedo seguir la poniendo la mejilla. Es momento de mostrarle a la Fiscalía que si quiere seguirme pateando, no voy a aceptar los golpes. Y quiero que la Fiscalía sepa que los considero responsables del grave daño que ha sufrido mi reputación.

O sea que usted no confía en la justicia colombiana.

Después de ver lo que la Fiscalía ha hecho en mi caso, tengo mis dudas. Los estoy poniendo sobre aviso: les comunicaré oficialmente que lo que han hecho es previsiblemente dañino para mi reputación y que no lo voy a seguir aguantando.

¿Considera demandarlos?

Cuente con eso. Es exactamente lo que estoy diciendo. Yo guardé silencio porque esperaba que la Fiscalía mirara los hechos, las leyes y actuara consecuentemente. Y no fue así.

 

Por Diana Carolina Durán Núñez

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