En las últimas horas fueron trasladados 35 detenidos de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Barranquilla tras el motín que se presentó en la tarde del pasado viernes.
Los hechos se presentaron, según las primeras informaciones, cuando dos personas lograron acceder a una puerta contigua al almacén de evidencias, accediendo a un arma de fuego, situación que produjo enfrentamientos y la destrucción parcial de las instalaciones.
Esta medida transitoria busca solucionar la crisis de hacinamiento y de derechos humanos que se presenta en dicho centro de detención preventiva. Se espera que en las próximas horas se adelante una reunión entre las autoridades locales para buscar una solución definitiva a esta problemática.
Según la Defensoría del Pueblo la URI de la capital del Atlántico cuenta con tres celdas cuenta con tres celdas diseñadas, cada una, para albergar a ocho personas. Sin embargo al momento del incidente se registraban 58 presentándose así un notable hacinamiento.
En el informe se manifiesta que de estas 58 personas, 55 contaban con medida de aseguramiento emitida por un juez y las otras tres ya habían sido sentenciadas. Debido a la operación reglamento que adelantan funcionarios del Inpec desde hace tres meses no ha sido posible el traslado de los detenidos a centros carcelarios y penitenciarios.
Una vez controlado el motín, los 58 detenidos más otros dos que acaban de llegar conducidos por la Policía fueron ubicados en la calle bajo custodia de esa institución mientras la Defensoría realizaba las labores de verificación y acompañamiento en derechos humanos.
En la mañana de este sábado 20 internos fueron trasladados a la cárcel Distrital, mientras que 25 fueron llevados a la Penitenciaria del Bosque y los otros cinco devueltos a la Estación de Policía Simón Bolívar. La Defensoría del Pueblo adelantará una reunión con funcionarios de la Alcaldía Distrital para hablar del tema.