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"Víctor Carranza pagó a paramilitares para su protección y la de sus fincas"

Así lo indicó el excomandante paramilitar Alfonso de Jesús Baquero, alias ‘Vladimir’.

El Espectador
14 de noviembre de 2012 - 05:49 p. m.

El excomandante paramilitar Alonso de Jesús Baquero, alias ‘Vladimir’ indicó que Víctor Carranza pagó para su protección personal y la de sus fincas, puesto que estaba asediado por la guerrilla en el departamento del Meta.

En este sentido reiteró que el llamado ‘zar de las esmeraldas’ fue una de las primeras personas en pagar a los paramilitares para que se le brindara seguridad y protección.

"Que yo recuerde ese servicio se le prestó a Victor Carranza, él le solicitó a la organización del Magdalena Medio que él estaba siendo hostigado por la guerrilla en el Meta, entonces allá se le mandó tres grupos para tres áreas distintas en donde supuestamente él tenía tierras y fincas", indicó el excomandante paramilitar.

Indicó que dicha práctica se hizo muy común después, indicando que los ganaderos y empresarios de varias regiones del país les pagaban por este servicio. “Nos señalaban que ellos corrían con los gastos de alimentación y armamento, y así fue”.

Esta situación mejoró notablemente las finanzas de los paramilitares, principalmente en zona de ganaderos y comerciantes, quienes lo buscaban para que les brindaran protección y seguridad a sus familias y predios.

“Eso paso en Caquetá, en Magdalena, en Santa Marta. En ese momento a la organización le entraron buenas finanzas por ese sistema de mandar gente a ocupar terrenos en donde los ganaderos, comerciantes, empresarios se comprometían a pagar”, explicó.

Este mecanismo fortaleció la estructura paramilitar, puesto que en sus inicios tenían ciertas dudas sobre la forma en cómo iban a lograr extender su proyecto a diferentes lugares del país puesto que era muy costoso adelantar dichos desplazamientos.

“Había gente que le soltaba 5 mil, 6 mil millones de pesos a la organización para después mandar el grupo a las zonas que ellos querían para sacar a la guerrilla de sus fincas y de sus pueblos, o dónde la guerra los tenía fatigados. Eso no se hizo con el ánimo de vender grupos, cuando estaban bajo la batuta de los de Puerto Boyacá se planteó ocupar terrenos y que la gente de bien pagaran los servicios de esa seguridad”, aclaró en su extenso relato.
 

Por El Espectador

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