Yo fui socio del 'hacker'

El gran escándalo judicial y político de 2014 tuvo como protagonista a Andrés Sepúlveda, el hacker que estuvo trabajando para la campaña presidencial de Óscar Iván Zuluaga. El Espectador recuerda apartes del interrogatorio que rindió en la Fiscalía su exsocio español, Rafael Revert.

Redacción Judicial
28 de diciembre de 2014 - 02:00 a. m.
Andrés Sepúlveda, el señalado ‘hacker’ que le confesó a la Fiscalía que desarrolló campañas de desprestigio./ Cristian Garavito
Andrés Sepúlveda, el señalado ‘hacker’ que le confesó a la Fiscalía que desarrolló campañas de desprestigio./ Cristian Garavito

Yo conocí a Andrés Sepúlveda, él estaba pidiendo una persona experta en seguridad informática, mediante un amigo en un Campus. Él me pagó el pasaje de aquí a Bogotá. Tuvimos una reunión en el Oma de la 93, en la terraza porque es fumador, nunca entramos.

Me explicó que trabajaba para Zuluaga en la campaña política y que quería un especialista en seguridad para proteger las comunicaciones de David y Óscar Iván Zuluaga. Luego me ofreció un monto económico, un apartamento, una comida y un extra de presupuesto que era para otro tipo de eventualidades; en ese momento, por el tiempo del contrato, yo acepté.

Y empezamos arrancando con la parte de protección de la campaña. Yo me encargaba de la parte de seguridad y cuando empezaba a entrar las cosas me decía ‘cuidado que eso va por ahí, cuidado que hay eso por allá, cuidado que vas a ver tal cosa’. Yo le decía: ‘A mí no me importa, yo voy a asegurar el sistema, lo que haya adentro es mi tarea asegurarlo’, entonces ahí fue cuando empecé a ver, y ahí fue cuando dije esto se pasó de castaño oscuro.
No me pareció correcto que una oficina supuestamente con capital privado de campaña política y otro tipo de capitales, empezara ese tipo de adquisición de información para el monitoreo e intento de tumbar el proceso de La Habana. Al igual que para la venta indiscriminada de cualquier tipo de información, ya sea de narcotraficantes o de la guerrilla a cualquier tipo de persona que pase por delante.

Fue cuando ya me empecé a alertar sobre los temas ilegales. Empecé a tener mis propias grabaciones hablando con él (Sepúlveda), fotos de quién estaba entrando a la oficina para saber qué era legal y qué era ilegal y lo ilegal obviamente pues no estar involucrado en lo ilegal porque sabiendo cómo era una persona bastante prepotente, arrogante, una persona intimidadora, pues incluso también recibo una amenaza de él que decía “si cuentas algo en mi contra te haré la tortuguita” que es cortarte los brazos y las extremidades, y me mandaba fotos de una tortuguita.

A Óscar Iván lo vi una tarde que entró a la oficina con un asesor, no sé si era el espiritual y su mano derecha, y vino a preguntar cómo iba lo de Venezuela. Tengo un video de la cara del asesor espiritual.

Óscar preguntaba cómo estaba el hijo de Andrés porque tenía una enfermedad rara en el pulmón; preguntaba por la campaña, sobre lo que estaba haciendo la gente en Twitter, el hashtag actual; si cuando él había hablado en radio se daba movimiento en redes; también preguntaba por supuestas votaciones que había en la web de diferentes medios colombianos y si ellos podían hacerlo ganar para que su imagen subiera.

Andrés le respondió que había algunas de Santos y otras de Peñalosa, pero que las que eran libres ellos las iban ganando porque cuando nosotros hacíamos un clic a un botón lo automatizábamos para que nos diese como 80 mil clics y obviamente Óscar Iván subiese en el resultado.

Andrés siempre decía que el proceso de paz era el caballito de batalla de Santos, la carta maestra. Si tú a esa carta te la bajas directamente ya no tienes más que hacer, porque las propuestas de él en educación y propuestas de otras cosas se las copió a Zuluaga. Que también tenía la mermelada pero que ese era su caballito de batalla. El objetivo era bajárselo o tenerlo reservado para antes del día de las elecciones bajarse el proceso, se armara un escándalo y que Óscar Iván saliera diciendo que ‘cómo podía suceder eso, negocias y luego por detrás te dicen que se van a ir’.

Aparte de eso también había unas órdenes obviamente de saber qué estaba haciendo la otra campaña política y ahí fue cuando yo entré y había una persona que se llama Daniel Barragán que es ecuatoriano, él tenía unos conocimientos más avanzados de explotación, de ataque básicamente cibernético y ahí fue cuando se chuzó el correo de Pacho Santos, se chuzó el de la secretaria si no recuerdo mal. Chuzar básicamente es el proceso de acceder a la cuenta sin tener el usuario y el password, consiguiéndolo de formas ilícitas, puede ser por explotación, por fuerza bruta, por vulnerabilidades.

Específicamente contra Santos era saber qué estaba pasando en la campaña para obviamente botárselo a Zuluaga y que Zuluaga tenga las armas para poder defenderse o para poder opinar públicamente sobre eso. Ese era el punto específico, no porque ese fuese un objetivo, vender la información de Santos, sino porque eso es un juego de estar cuatro años de presidente, si tú sabes lo que está haciendo tu enemigo, sabes por ende lo que va a hacer, entonces te preparas para eso y sabes que vas a ganar escaños, que vas a ganar votantes, y estás cuatro años más en el poder.

A mí me pudo más el dilema moral de la legalidad que decir ‘no, me quedo callado y aquí no se entera nadie’ y esa sala sigue corriendo ahí como si nada y siguen haciéndose y siguen comprándose cosas y vendiendo cosas.

*Interrogatorio de Rafael Revert,
exsocio de Andrés Sepúlveda. Texto adaptado.

Por Redacción Judicial

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