El polémico contratista Julio Gómez rechazó tajantemente los señalamientos hechos por la Procuraduría General acerca de sus presuntas faltas a la hora de entregar la totalidad del dinero por el que fue tasado su peculado en el proceso que se le adelanta por el llamado carrusel de la contratación.
En este sentido señaló que el Ministerio Público lo está acusando de incurrir en irregularidades por el llamado contrato de la fase III de Transmilenio por la calle 26 y el mal manejo de los anticipos. “Yo nunca tuve nada que ver con ese contrato”, precisó Gómez señalando que esa responsabilidad cae solamente sobre el grupo Nule.
“Yo no le hice ningún daño a Bogotá. Esos señores (los Nule) han utilizado todo una bola mediática para crear una película”, aclaró el contratista señalando que su única participación en los procesos de contratación vial en la capital de la República estuvieron relacionados con seis contratos de valorización, “de los cuales entregué cinco sin ninguna irregularidad”.
En la entrevista con W Radio, el contratista manifestó que “todos los contratos fueron entregados a tiempo, sin pedir un peso adicional y sin contratiempos” explicó señalando que las obras de valorización fueron las de los andenes de la carrera 15, el puente peatonal de la Autopista Sur, el consorcio de la Avenida Novena y el puente del Parques de los novios.
“La Procuraduría no puede dividir el tema de los Nule con mi proceso. Ellos (el Ministerio Público) dicen que tengo de devolver miles de millones de la 26, pero yo no tengo nada que ver con ese contrato. Yo no pertenecí a Transmilenio, no hice consorcio con los Nule”, precisó en la entrevista radial.
En este sentido señaló que el único error que cometió en su carrera de 25 años fue “aceptar por parte de funcionarios públicos para la licitación de dichos contratos de valorización”, precisó Gómez quien fue claro en expresar que no entiende por qué lo quieren acusar para que entregue 40 mil millones de pesos de contratos con lo que nunca tuvo relación.
“No le robé un peso al Distrito, no tengo nada que deberle a Bogotá”, señaló el contratista, manifestando que fue obligado a devolver un contrato cuando estalló el escándalo de la contratación.
Julio Gómez fue condenado a cinco años de prisión por los delitos de peculado por apropiación en calidad de interviniente, concierto para delinquir en calidad de autor e interés indebido en la celebración de contratos en calidad, después de que aceptara su responsabilidad y firmara un preacuerdo con la Fiscalía.