Cada año, desde 1995, se repite la Conferencia Anual de Cambio Climático de las Naciones Unidas, una mesa de negociación en la que participan funcionarios de los diferentes gobiernos, expertos, empresarios y miembros de la sociedad civil de casi 200 países. ¿El objetivo? Ponerle freno al cambio climático. Esta vez la cita es en Lima, Perú, un paso clave para lograr un acuerdo rumbo a la cumbre de París en 2015.
Según el último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de 2007, las amenazas de este fenómeno son evidentes para el planeta. La temperatura de la Tierra aumenta, el nivel del mar sube, la acidificación del océano es cada vez mayor, lo que ocasiona la muerte de miles de especies marinas, los glaciares se derriten y los eventos extremos como El Niño y La Niña son más intensos y frecuentes. Todo como consecuencia de la desaforada producción y concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Estas amenazas se quieren aterrizar con acciones concretas en la Conferencia de las Partes (COP) de Lima. “Es un evento hito porque con él se empieza a firmar el acuerdo de París 2015, en donde todos los países deberán poner sobre la mesa sus compromisos de cambio climático”, dijo Diana Barba, directora de mitigación del Ministerio de Ambiente y desarrollo Sostenible (MADS) y negociadora en la COP.
La experta explicó que en Lima se abordarán puntos como la adaptación, la mitigación, los medios de implementación y las finanzas para el clima.
Colombia se prepara para este evento con una delegación conformada por funcionarios de varias instituciones como el Ideam, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Se espera que asista una delegación de entre ocho y diez personas y contar con la compañía del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el Instituto Alexander von Humboldt y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
Pablo Vieira, viceministro del MADS, resaltó que la prioridad real de Colombia es que se eleve el nivel de la adaptación. “Esto no es un tema evitable a punta de mitigación. Si Colombia no se adapta, los costos asociados a las pérdidas van a ser más grandes. Debemos empujar la adaptación porque es urgente y requiere más recursos”. Aclaró además que, aunque el país emite sólo el 0,37% de gases de efecto invernadero globales, de acuerdo con la Segunda Comunicación de Cambio Climático, tenemos un compromiso de reducción.