El estudio comenzará en Belice y seguirá por México, Anguila, Barbuda, Santa Lucía, Islas Turcas y Caicos, Florida y las Bermudas. Aunque Colombia no será escenario de la investigación, “vale la pena implementar ese tipo de investigaciones en nuestro territorio”, según Gladys Bernal, experta en corales de la Universidad Nacional.
La bióloga revela que, por ejemplo, cerca de los lugares donde desembocan ríos en la costa Caribe, los aportes de agua dulce excesivos que resultan de períodos de lluvia mucho más largos producen un descoloramiento de los corales (cuando las algas que habitan en ellos y que les proporcionan color migran) y, en consecuencia, estas especies se enferman o mueren.
Richard Vevers, director del proyecto, dijo al diario británico The Guardian que el Caribe fue elegido para iniciar la misión global, “ya que a lo largo de los últimos 50 años, el 80% de los corales se ha perdido debido al desarrollo costero, a la contaminación y ahora a las especies invasoras”.
Para hacer un diagnóstico más detallado del estado de los corales, el ambicioso proyecto registrará todos los problemas que afectan la salud de estos ecosistemas marinos, lo que permitirá a futuros científicos juzgar cómo avanzan la degradación o la conservación.
El equipo, financiado por el Grupo de Catlin, utilizará una cámara de video diseñada especialmente para el caso, un software (que podrán emplear científicos por fuera del proyecto en otras regiones) y datos de satélite, así como observaciones directas.