Publicidad

Delicada situación de los océanos colombianos

En Colombia la salud los mares se ubicó por debajo del promedio mundial, así lo confirmó El biólogo Juan Armando Sánchez.

Lisbeth Fog
03 de septiembre de 2012 - 11:21 p. m.
Juan Armando Sánchez dice que el manejo que se le ha venido dando al tema desde arriba no es el mejor.
Juan Armando Sánchez dice que el manejo que se le ha venido dando al tema desde arriba no es el mejor.

Aunque a mediados de agosto National Geographic y Conservación Internacional publicaron el Índice de Salud de los Océanos, que midió las zonas marítimas del mundo con base en variables como la explotación pesquera y turística, la biodiversidad y la conservación, hasta ahora no se han analizado a fondo los resultados de este informe en el que Colombia no salió bien librada.

El Espectador consultó al biólogo marino Juan Armando Sánchez, director del Laboratorio Biommar, profesor de Ciencias Biológicas de la Universidad de los Andes y uno de los especialistas más reconocidos en el país sobre el tema, para ahondar en los detalles del más completo análisis que hasta el momento se le ha hecho a los océanos de la Tierra.

El índice calificó a cada región con puntuaciones de uno a cien, siendo uno la peor calificación. Colombia, con 52 puntos, se ubicó por debajo del promedio mundial, cuyo puntaje fue de 60 (Brasil obtuvo la mejor posición en América Latina con 62 puntos y Nicaragua, la peor con 43).

¿Cómo estaba definido dentro del estudio la categoría de “océano saludable”?

Se trabajó la interacción entre el hombre y el océano. Para ellos un océano saludable es aquel que da muchísima producción y bienes ecosistémicos al ser humano de manera sostenible. Se podría pensar que se califica si un océano es cristalino y si no ha sido tocado, pero no.

La calificación de Colombia deja mucho que pensar…

Los resultados de Colombia muestran que no estamos utilizando de la manera más óptima el mar. Tenemos pocas áreas protegidas y esas pocas quizás no están siendo manejadas de la manera más eficiente, muchas de las pesquerías están sobreexplotadas.

¿Cómo llegaron ellos a esa conclusión?

Realmente de Colombia no hay muy buena información al respecto, porque las dinámicas del Pacífico y el Caribe son muy diferentes. En cambio, en el caso de Europa y Estados Unidos, hay que decir que tuvieron mucha más información. Lo que sí es claro en nuestro país es que no tenemos una explotación marina sostenible, tenemos deterioro y el manejo de áreas protegidas y recursos no ha sido el más eficiente.


¿Qué hacer frente a este llamado de atención?

Es el momento de aceptar que el manejo que se le ha venido dando a estos tema desde arriba, desde los entes que gobiernan, que dirigen y que manejan estos recursos, no ha sido el mejor. Ese esquema en casi todo el mundo, sobre todo en desarrollo, no ha sido la mejor estrategia. Hay que darles la oportunidad a las comunidades, a los actores realmente involucrados en esa relación hombre-océano, para que tengan una participación más activa en su manejo.

¿La comunidad científica está aportando en ese sentido?

Por varios frentes se está llegando a los mismos resultados. En mi experiencia particular, hemos llegado a la absoluta conclusión de que particularmente las áreas marinas de la costa Caribe colombiana están en riesgo de llegar a un deterioro incontrolable. Creemos firmemente, y lo hemos demostrado con muchos acercamientos, que el eco-manejo puede llegar a ser la opción de volver los mares más sostenibles.

¿A qué se refiere con el término eco-manejo?

A un sistema en el que las comunidades tienen una participación importante y se les va a dar la responsabilidad de manejar ciertas áreas. Están trabajando con la autoridad gubernamental, que los apoya técnicamente.

¿Y cuál es el papel que desempeña el investigador?

Tratamos de detectar cuáles serían los puntos más sensibles en la red de relaciones ecológicas. Por ejemplo, hace unos años nos dimos cuenta de que los peces loros estaban empezando a escasear porque comenzaron a hacer parte de la pesca artesanal. Entonces nosotros sacamos varias líneas de conservación donde se advertía a niños y a adultos sobre el problema. La idea es que las comunidades interactúen de forma más consciente con el medio.

Cuando los investigadores hicieron el Índice de Salud de los Océanos, ¿tomaron en cuenta algunas de estas experiencias de eco-manejo?

El índice tiene más o menos diez aspectos. Varios tienen que ver con el manejo de las pesquerías, con el manejo de las áreas protegidas y la gobernabilidad. Hay otros aspectos que influyen en las costas, como el aumento demográfico. Hay regiones del mundo que tienen unas producciones muy altas e inciden en que las técnicas de explotar el océano sean muy sanas. Pero falta más eco-manejo en áreas como el Caribe. En términos de producción, la pesca del Pacífico es mucho más sostenible.


¿Cómo está Colombia cuidando sus corales?

Los corales y los arrecifes coralinos son el ecosistema más delicado del mar. El arrecife de coral se ha visto muy afectado por anomalías térmicas y se han reducido enormemente. Ha habido eventos de blanqueamiento masivos y eventos anormales, como la mortalidad de erizos a principios de los 80, cuando desaparecieron el 99% de los erizos negros. Sin embargo, los arrecifes en algunas partes están bastante bien. Por ejemplo, las especies de acropora, que en E.U. están en extinción, en el Caribe están bastante bien.

Por Lisbeth Fog

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar