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El agua, un recurso invisible

El agua que se esconde en los poros de la Tierra representa casi el 30% del agua dulce del planeta. El geofísico francés, Alain Gachet logró descubrirla a partir de imágenes satelitales en África. Su objetivo es traer la tecnología a Colombia.

María Paulina Baena Jaramillo
19 de marzo de 2015 - 03:11 a. m.
El sistema Watex mapea las zonas a partir de imágenes satelitales que indican el lugar de los acuíferos subterráneos. Alain Gachet señala  el mapa de África, donde  encontró agua.  / Pamela Aristizábal
El sistema Watex mapea las zonas a partir de imágenes satelitales que indican el lugar de los acuíferos subterráneos. Alain Gachet señala el mapa de África, donde encontró agua. / Pamela Aristizábal
Foto: PAMELA ARISTIZABAL/EL ESPECTADOR - PAMELA ARISTIZABAL

Basta mirar las cifras para comprender que el agua potable abunda debajo de la Tierra y es escasa ante nuestros ojos. De toda la que existe en el planeta solo el 3% es dulce. De esa agua dulce la mayoría está en las capas de hielo, casi el 70% en los glaciares. Sólo el 1% es superficial y corre por los ríos o está almacenada en lagos. Y el porcentaje restante, es decir el 29%, permanece guardado en la profundidad del planeta.

La distancia entre el agua superficial y subterránea es enorme: hay muy poca agua terrestre y mucha disponible en el subsuelo. Entonces, en teoría, una fórmula rápida para solucionar el problema de escasez de este recurso sería mirar hacia el centro de la Tierra.

Eso fue lo que hizo el francés Alain Gachet, director general de Radar Technologies International (RTI), una empresa que a partir de imágenes satelitales de la NASA logró descubrir pozos de agua fresca en África. El hallazgo más reciente fue en Kenia en el 2013 donde se garantizó el suministro para los próximos 70 años en un país en  donde 17 de sus 41 millones de habitantes carecían de acceso al agua potable. “La gente estaba sentada en acuíferos de agua y estaban muriendo”, contó el experto.

Este geofísico se dio a la tarea de mapear el agua que se esconde en las entrañas de la Tierra a partir de una tecnología conocida como el sistema Watex. Esta técnica combina algoritmos que remueven obstáculos como nubes, árboles y rocas que dan como resultado “ galaxias  de agua debajo de nuestros pies”, como dice Gachet. Algo así como unos telescopios inversos que, en vez de observar el espacio, observan el centro del planeta y generan unos mapas que señalan la localización de reservas de agua.

La idea es traer este sistema a Colombia porque según Gachet todavía permanecen acuíferos que no conocemos y para el 2019 la demanda por el agua se incrementará a 72 mil millones de metros cúbicos que en 2008 se registraban en 36 mil millones en el mundo.

¿Una opción escondida para Colombia?

En África el hallazgo de Gachet fue un “eureka” para las poblaciones que se acostumbraron a vivir sin agua, como lo registraron varios medios europeos. Pero la historia de Colombia es diferente porque el 74% del territorio tiene posibilidades de agua subterránea. Según el último estudio de aguas subterráneas del Ideam el país está dividido en 16 provincias hidrogeológicas en donde se identificaron 44 sistemas acuíferos. De esos, 18 han sido rastreados y el resto están inexplorados.

 Tampoco hace falta buscar estas reservas porque tenemos agua de sobra. Esa fue la posición de Ómar Vargas, subdirector del Ideam y experto en aguas subterráneas: “Tenemos una cuantificación que debemos precisar. Fuimos muy conservadores en las cifras de agua subterránea”.

Para el científico del Ideam esta herramienta es útil en muchos lugares donde los niveles freáticos son muy altos como en el África subsahariana. Esto significa que la distancia a la que se encuentra el agua desde la superficie es poca. Pero las dudas afloran cuando nos preguntamos si es una buena técnica para Colombia. “La escases de agua no se soluciona exclusivamente con aguas subterránea. Yo no hablaría de escases de agua porque nosotros tenemos épocas secas”, aseguró Vargas.  

Su discurso siguó por la línea de que el problema de Colombia no radica en encontrar los acuíferos porque ya los tenemos. El problema radica en que castigamos la oferta y nunca la demanda de agua.

Según el estudio de aguas del Ideam realizado en el 2010, el 54% del agua subterránea se utiliza para agricultura, el segundo gran usuario es la energía con 20% y el tercero el abastecimiento doméstico con cerca del 7%.

Así que los apuros por el agua en el país son consecuencia de las sequías, más que de la escasez. “No guardamos el agua que se produce en épocas lluviosas”, afirmó Vargas. “No podemos pensar que cuando hay sequía cavamos un pozo y cuando hay inundación construimos diques ”, dijo.
En cambio, para el francés se trata de cambiar los paradigmas tradicionales. Según Gachet el agua del futuro está en el subsuelo. Y hoy “nadie se preocupa por el agua porque no está en el mercado de valores”, sostuvo.

El problema de costos y de tecnologías obsoletas

El agua subterránea plantea un inconveniente para los científicos locales: es muy costosa desenterrarla.

Entonces, de acuerdo con Ómar Vargas del Ideam, así tengamos, no la necesitamos, pues somos el cuarto país con el mayor rendimiento hídrico del mundo. Y obtenerla implicaría  un gasto en energía y un gran costo.

Hasta ahora la tecnología empleada son los métodos indirectos de señales geoeléctricas que funcionan a partir de impulsos eléctricos . Pero Alain Gachet subraya que si lo hacemos de la forma tradicional no vamos a llegar a ningún lado. La clave está en abrirse a nuevas tecnologías que tienen un costo, “el agua gratis es un lujo del pasado”, comentó el francés.

Una cuestión de integración

En lo que coinciden ambos es en que debe ser una herramienta que se conjugue con las demás. “No queremos competir con ellos, sino integrarlos. Pero sí debemos regular el agua, centralizar los datos y mapear cuánta hay”, dijo Gachet. Por su parte Vargas explicó que “el  juego no es invalidar ninguna herramienta tecnológica, sino  integrarla en proyectos concretos. A lo que no le juego es al modelo que va a salvar al país de la sequía porque eso no es verdad. Caemos en inversiones fatuas que nos dejan sinsabores”.

Lo cierto es que el agua es un factor de paz. Gachet reveló que su experiencia en África le dio una lección: “El agua es más importante que el petróleo y cuando traes agua traes dignidad”. Aquí, por lo pronto, el problema sigue siendo el mismo de hace décadas: una gestión desorbitada y desintegrada.

Por María Paulina Baena Jaramillo

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