Publicidad

Greenpeace se va de frente contra minería en Pisba

Un alto directivo de la organización le pedirá al viceministro de Minas que revoque tres títulos para explotar carbón en esa zona.

El Espectador
06 de febrero de 2014 - 03:00 a. m.

Martín Prieto, director ejecutivo de Greenpeace Andino, llegó a Cartagena hace unos días para asumir como anfitrión del Rainbow Warrior II, el buque insignia de la mayor organización ambiental del planeta, el cual ahora está anclado en el muelle turístico de Manga como símbolo del establecimiento oficial de Greenpeace en el país.

Hoy, Prieto tendrá en Bogotá una reunión fundamental para el futuro de la primera misión que asumen en Colombia: la protección del páramo de Pisba (Cundinamarca) de la minería. Le pedirá al viceministro de Minas, César Díaz, que se revoquen los tres títulos mineros que le fueron otorgados a la empresa Hunza Coal para extraer carbón en esas tierras.

“Es la petición directa que vamos a hacer y que coincide con lo que está pidiendo la comunidad”, dice Prieto. Esa misma petición la han hecho a autoridades como la Agencia Nacional de Minería (ANM), y como la respuesta ha sido no, hoy quieren enfrentarse directamente con el Gobierno. La agencia argumentaba que los títulos habían sido otorgados en 2009, antes de que las leyes prohibieran la minería en áreas de páramos. Lo que es cierto.

Sin embargo, podría decirse que esa es una respuesta a medias porque desconoce que, si bien la entrega de títulos estuvo amparada por la ley, lo que vino después pasó por encima de toda la normatividad. Y lo más complicado: sucedió así con el aval de las autoridades ambientales regionales.

En 2012, cuando la exclusión de estas zonas de la minería era clara, la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá) hizo unas modificaciones a la licencia ambiental otorgada a la empresa y le permitió ampliar sus actividades en el páramo. A eso se sumó la autorización para un centro de acopio para el material y una concesión de aguas.

El 11 de febrero la empresa llegó con toda la “documentación legal en mano”, como lo ha defendido su gerente, José Manuel Cely, y la respuesta de la comunidad de Tasco fue una protesta de 27 días para paralizar las actividades. Su consigna era contundente: del páramo que sería explotado por esta compañía dependía el agua que consumen los cerca de 10.000 habitantes del municipio.

Ahora Greenpeace se suma a la lucha. Y no pretende adueñarse de ninguna otra batalla ambiental en el país hasta salir vencedora de esta. “Vamos a trabajar en Pisba hasta que Hunza Coal retire su pretensión de trabajar allí y el Gobierno revoque los títulos. Vamos a concentrar nuestros esfuerzos en conseguir ese objetivo”, dice Martín Prieto.

Dice, además, que su presencia oficial en Colombia empezó con la defensa del Pisba, “porque es un caso emblemático que resume dos conflictos: la protección de los páramos y el avance irresponsable en términos ambientales de las empresas en complicidad con el Gobierno, y la necesidad de las comunidades de ser protegidas y empoderarse”.

La principal bandera de Greenpeace en el planeta es la lucha contra el cambio climático (“es el problema ambiental más severo que enfrenta el mundo, un conflicto que no respeta fronteras”). Y a ese severo problema apela Prieto cuando sigue enumerando las razones que los llevaron a elegir la protección del páramo de Pisba de la minería como su primera misión en Colombia: “Se trata de un proyecto de extracción de carbón que tiene como propósito ser exportado para producir energía. El modo más sucio de generar energía es la quema de carbón, es el que más gases de efecto invernadero genera y el que más aporta al cambio climático”.

Por la defensa del páramo de Pisba se han movilizado incansablemente los pobladores de Tasco. Y también el gobernador de Boyacá, que interpuso una acción popular para suspender trabajos mineros en la zona. El Tribunal Administrativo de Boyacá le dio la razón y suspendió las licencias para la exploración y explotación minera, pero la decisión fue apelada por la empresa Hunza Coal y ahora el Consejo de Estado está estudiando el caso, aunque no ha dado la última palabra.

Greenpeace pretende dirimir el conflicto ahora, con la petición directa al Ministerio de Minas de que se revoquen los títulos mineros. “No sólo venimos para despertar conciencia, sino a impedir que el emprendimiento minero siga adelante”.

Por El Espectador

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar