Las bombas, el plástico más mortal para las aves marinas

Estudio liderado por la Universidad de Tasmania (Australia) encontró que, aunque los fragmentos de globos solo representan el 2% de lo que ingieren estos animales, la probabilidad de que mueran atragantados cuando lo hacen es del 32%.

- Redacción Medio Ambiente
16 de junio de 2019 - 09:48 p. m.
Acá la imagen de una de las autopsias que hicieron los investigadores.  / LAUREN ROMAN /Nature- Scientific Reports
Acá la imagen de una de las autopsias que hicieron los investigadores. / LAUREN ROMAN /Nature- Scientific Reports

Aunque nos parecen muy festivas para decorar fiestas, las bombas de plástico serían el elemento que más amenaza a las aves marinas. Según un reciente estudio publicado en la revista Scientific Reports, una de cada cinco de estas aves ingiere plástico blando, como el de las bombas, y muchas veces murere atragantada. (Le sugerimos: Senado prohíbe plástico no reciclable en San Andrés)

Para llegar a esta conclusión un grupo de investigadores de la Universidad de Tasmania (Australia), examinaron la causa de muerte de 1.733 aves marinas, encontrando que el 32% habían comido “desechos” que se encuentran en el mar. Pero, además, notaron que gran parte de estos desechos se trataban, precisamente, de productos de plástico.  

Mientras los plásticos duros, como pitillos o piezas LEGO, representaron el 92% de todos los artículos ingeridos, los plásticos blandos, como envases, cauchos y fragmentos de globos, representaron un poco más del 5%. Sin embargo, estos últimos representaron el 42% de todas las muertes de aves marinas estudiadas. (Acá: Contaminación por plástico en océanos en el fondo del mar)

“Los fragmentos de globo, específicamente, representaron solo el 2% de plástico ingerido, pero los científicos encontraron que, si un ave ingiere un globo o fragmento de globo, es 32 % más probable que muera que si ingiere un fragmento de plástico duro”, explica el portal de noticias de la Universidad de Yale, Yale Environment 360°.

¿Por qué? En palabras de Lauren Roman, autora del estudio y quién habló con ABC News, cuando se trata de plásticos duros estos tienen que tener cierto tamaño y forma para bloquear el intestino de las aves. En cambio, con los plásticos suaves, como el de las bombas, estos se terminan acomodando a cualquier tracto, retorcerse, y terminar atorando a las aves. (Le sugerimos: El mundo tira ocho millones de toneladas de plástico al mar cada año)

 

Por - Redacción Medio Ambiente

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