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Posible racionamiento de agua en Cundinamarca

El nivel de almacenamiento de agua de los embalses Sisga, Neusa y Tominé ha descendido al 56%.

El Espectador
20 de febrero de 2014 - 02:49 a. m.

La intensa temporada de calor que azota a gran parte del departamento de Cundinamarca, sumada a las advertencias del Ideam sobre el desabastecimiento de agua en más de la mitad de los municipios del país, llevó a la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) a prever racionamientos del recurso hídrico en este departamento.

Según las mediciones hechas por el centro de monitoreo de la Red Hidrometeorológica de la CAR, los racionamientos tendrían lugar en la cuenca alta del río Bogotá, en los municipios de Villapinzón, Chocontá, Guatavita, Sesquilé y Suesca, y en la cuenca del río Machetá, entre los municipios de Manta, Tibirita, Machetá y los valles de Ubaté y Chiquinquirá.

De acuerdo con la Subdirección de Recursos Naturales de la corporación, los embalses de Sisga, Neusa, Tominé, Chuza, Hato y San Rafael han descendido su nivel de almacenamiento al 56%, una clara evidencia de que no se recuperarán como en años anteriores.

“Si continuamos con la temporada seca, como lo han advertido el Ideam y otras agencias internacionales, y no tenemos suficientes lluvias en los meses de mayo y octubre, estaríamos abocados a un racionamiento; por ello queremos lanzar esta alerta”, dice Alfred Ballesteros, director de la CAR. “En la parte urbana de Bogotá ha llovido pero no en la Sabana, que es donde se recargan los embalses”, anota.

Según Ballesteros, en este sentido el departamento se encuentra en la situación más crítica de los últimos cinco años. “Para 2013, los embalses reportaron 78% del uso de su capacidad; hoy no superan el 50%”, dice. El año pasado, por ejemplo, los embalses de Neusa y Sisga registraban para esta misma época un almacenamiento de agua promedio del 83 y el 62%, respectivamente. En 2014 no superan el 63 y el 48%.

Otro caso preocupante y atípico se registra en los municipios de Rionegro, Gualivá y Girardot, en donde algunos ríos han perdido la totalidad de su caudal.

Según un comunicado emitido por la CAR, de no registrarse un incremento en las lluvias que suponga el aumento de la capacidad de almacenamiento de estos embalses al 80%, no se podrá garantizar el óptimo suministro de agua.

Ante esta situación, la CAR recomienda a los ciudadanos hacer un uso racional del líquido, evitar malgastarlo en actividades como el lavado de los carros y optimizar su uso para el riego.

“Es necesario que los concejos y las alcaldías municipales, los gerentes de los acueductos, los gremios de la agroindustria y la ciudadanía en su conjunto reconozcan la dimensión de esta amenaza”, señala Ballesteros, y advierte que ante la intensa temporada de calor también se hace imperativo alertar sobre la posible ocurrencia de incendios forestales.

Para evitar este tipo de accidentes, la corporación recomienda no realizar quemas agrícolas a cielo abierto, ni fogatas, y evitar arrojar al suelo colillas de cigarrillo, fósforos, vidrios o desperdicios de cualquier tipo de material combustible.

Hasta la fecha, la Subdirección de Gestión del Riesgo de la CAR reporta un total de 36 incendios forestales en el territorio monitoreado. Municipios como La Calera, con seis incendios; Villapinzón, con tres, y Cogua, con dos, han empezado a sentir con mayor intensidad las consecuencias de esta alteración climática.

Por El Espectador

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