La rana dorada amenazada por el aumento de tráfico ilegal en el país

Con su millonaria comercialización, laboratorios extranjeros elaboran un analgésico similar a la morfina pero sin efectos adictivos. Esta especie en extinción es el vertebrado más venenoso de la Tierra.

Redacción Medio Ambiente
02 de enero de 2017 - 08:30 p. m.
Tomado de nationalgeographic.es/ Fotografía: Juan Manuel Renjifo
Tomado de nationalgeographic.es/ Fotografía: Juan Manuel Renjifo

La rana dardo dorada habita la selva tropical de una pequeña área del Pacífico colombiano. Apenas mide unos cinco centímetros, pero la toxina de su piel podría matar hasta diez hombres adultos. En el pasado, los indígenas Emberá ungían la punta de sus cerbatanas con el veneno del anfibio; esta práctica le dio el nombre a la especie más letal del mundo, la cual se encuentra en peligro crítico de extinción a causa del aumento del tráfico ilegal reportado por las autoridades ambientales del país. (Vea: Especies que están en vía de extinción en Colombia)

Desde noviembre de 2016, el Gobierno había reforzado la vigilancia frente a esta problemática: controles en los puertos, puestos terrestres y aeroportuarios. Incluso, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible realizó jornadas de sensibilización ambiental en el Pacífico, la región Andina y la Amazonía. Sin embargo, Andrés Acosta, experto en anfibios del Instituto Von Humboldt, indicó este lunes que el comercio ilegal de la rana dorada se ha intensificado debido a las “estrategias sofisticadas como la inyección de calmantes que duermen las ranas para luego meterlas en trapos húmedos”.

El tamaño de la especie es un factor que facilita su comercio ilegal. Los ejemplares adultos, por ejemplo, alcanzan un tamaño de 55 milímetros que permite trasportarlas sin que nadie lo note. Es más, en ocasiones los traficantes especializados negocian con renacuajos, más pequeños aún. Todo con el fin de trasladar las ranas a laboratorios de Europa, Canadá, Japón y Estados Unidos, para elaborar analgésicos con propiedades similares a la morfina pero sin efectos adictivos.

De acuerdo con la Alianza para la Cero Extinción (AZE), iniciativa global de conservación de especies, este anfibio de nombre científico Phyllobates Terribilis es una de las “siete maravillas con mayor probabilidad de extinción”. A sabiendas que, su único depredador natural es una serpiente que logró desarrollar una resistencia al veneno de la rana.

 

 

Por Redacción Medio Ambiente

 

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