Sodimac, la empresa que no quiere más bolsas plásticas

En el mundo se consumen entre 500 billones y un trillón de bolsas plásticas al año, pero sólo se recicla el 5 %. El 1° de julio empezará a regir el impuesto verde en Colombia.

TATIANA PARDO
13 de mayo de 2017 - 04:02 a. m.
De seguir con la tendencia actual, en 2050 los mares tendrán más plástico que peces.  / Cortesía
De seguir con la tendencia actual, en 2050 los mares tendrán más plástico que peces. / Cortesía

Cuando el capitán e investigador oceánico Charles Moore descubrió una gigante mancha de basura en el océano Pacífico en 1997, con un tamaño un poco más grande que Colombia, se empezó a discutir el impacto que todas esas toneladas de boyas, cepillos de dientes, bombillos, tapas, redes de pesca y bolsas de plástico tendrían para la humanidad.

La “gran isla de basura”, como se la suele llamar, estaba contaminando las aguas, destruyendo los ecosistemas y envenenando a las especies marinas, muchas de las cuales podrías estar llegando a su plato de comida cada semana. Desde entonces, han sido varios los intentos que se han hecho para reducir el consumo de plástico en el mundo y fortalecer las políticas ambientales de cada país.

Por esa razón, la bolsa plástica que normalmente le suelen regalar en el supermercado para que pueda empacar los productos que compró ya no será gratis desde el 1° de julio. Entre las sorpresas que traía la reforma tributaria estaba la creación de un impuesto verde, con el objetivo de reducir el uso del plástico en el país y ayudar a proteger el medioambiente. Los $50 adicionales que le empezarán a cobrar por cada bolsa que utilice deberán aparecer en la factura de venta y ser independientes del IVA.

En promedio, cada colombiano utiliza seis bolsas de plástico a la semana, lo que significa que en un promedio de vida de 77 años consume el total de 22.000 bolsas. La cifra se vuelve más preocupante si le suma que sólo el 5 % de ellas son reutilizadas y que cada una puede tardar entre 50 y 1.000 años en degradarse. En ese tiempo el daño podría ser catastrófico y, de seguir con la tendencia actual, en 2050 podríamos estar frente a un escenario de más plástico que peces en los mares.

Aunque a algunos sectores la medida les parece insuficiente, pues creen que lo verdaderamente importante son los procesos de concientización y educación ambiental, hay una empresa que desde hace cinco años venía creando toda una estrategia para reducir el uso de plásticos en sus almacenes: Sodimac, con sus marcas Homecenter y Constructor.

“Nuestra responsabilidad es fomentar una cultura del cuidado del planeta, por lo que tenemos como objetivo educar y generar conciencia sobre la protección y preservación de los recursos naturales”, dice la jefa de gestión ambiental de Sodimac Colombia, Claudia Moesker, quien espera que todas sus tiendas estén libres de bolsas plásticas en los próximos tres años.

La estrategia se dividió en tres etapas. Para educar a los clientes, que creían que un buen servicio estaba relacionado con las bolsas plásticas que llevaban al finalizar la compra, Homecenter creó el personaje Señor Bolsa, quien se encarga de explicar la importancia de utilizar otras alternativas más ecológicas, como cajas de cartón y bolsas de algodón. Pero como el problema no es sólo del cliente, sino que la empresa también tiene que crear alternativas de portabilidad del producto, Homecenter habló con todos los proveedores para que las almohadas, sábanas, toallas y muchos otros productos del hogar vinieran en empaques transparentes con agarraderos incluidos y así evitar utilizar bolsas que no son necesarias. Finalmente, se engrosaron las bolsas a 0,9 milímetros para que pudieran resistir más productos y se entrenó a los cajeros para que pudieran sacarles más provecho a la hora de empacar.

¿El resultado? En 2012, cuando empezaron el programa, tenían un consumo de 26 millones de unidades de bolsas con 19 tiendas y ahora utilizan 17 millones de unidades con 38 tiendas. La idea de este año es reducir esa cifra a 11 millones.

Pero no sólo eso. Sodimac tiene otros proyectos, que han costado más de $15.000 millones, para combatir el cambio climático, promover el uso eficiente del agua y el ahorro energético y medir su huella de carbono.

En varios de sus procesos utilizan agua lluvia, lo que les permite ahorrar un 8 % del recurso. Han construido plantas de tratamiento de aguas residuales con el fin de verter el líquido limpio al alcantarillado. La iluminación de casi todas las tiendas de Homecenter y Constructor está migrando hacia el sistema LED, lo que les permite ahorrar más de 7 millones de kW/h, que servirían para iluminar 8.000 hogares en Navidad durante diez horas diarias por un mes. Han sembrado el equivalente a 40 canchas de fútbol de árboles. Han incentivado el uso de paneles solares y controladores nocturnos que apagan la luz cuando ya no hay nadie en los supermercados. Y todos los montacargas, que funcionaban a base de ACPM, ahora lo hacen con gas natural.

“Ya entendimos que ser eficientes es importante para nuestro negocio y esperamos que con el impuesto a las bolsas las personas usen otras alternativas más respetuosas con el ambiente”, comenta Moesker, quien ha liderado estas iniciativas durante los últimos siete años.

Por TATIANA PARDO

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