Con tecnología persiguen a deforestadores del Amazonas

La tala en la selva de Brasil aumentó tanto en 2012 que las áreas afectadas alcanzaron el tamaño de la ciudad de Los Ángeles.

Redacción Vivir
11 de febrero de 2013 - 06:48 p. m.
Con tecnología persiguen a deforestadores del Amazonas

En 2012 la destrucción de la selva amazónica de Brasil sumó 1.288 kilómetros cuadrados de tierras (el tamaño de la superficie de Los Ángeles, California), superando en más del doble el total de áreas deforestadas durante 2011. Así lo reveló en un informe reciente Imazon, un centro brasileño de investigación que rastrea la deforestación por medio del uso de imágenes por satélite.

“El contexto está listo para que la destrucción se intensifique”, explicó Paulo Moutinho, director ejecutivo del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (IPAM, por su sigla en portugués), al diario ABC de España. “Está claro que fácilmente los niveles podrían seguir aumentando”, agregó.

Según Imazon, la entrada de agricultores, leñadores, mineros y constructores ilegales a los territorios sería la principal causa. Capturarlos en áreas tan extensas y de difícil acceso podría considerarse imposible, sin embargo una novedosa aplicación llamada Invisible Tracck permite monitorear y perseguir la tala ilegal en Brasil.

Primero, el Gobierno instala en los árboles un dispositivo pequeño que se camufla entre la vegetación sin ser descubierto por los taladores. Una vez el ejemplar es derribado y trasladado a más de 30 kilómetros de una red que han dispuesto las autoridades, el Invisible Tracck envía al Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales (IBAMA) notificaciones de alarma y datos sobre su ubicación exacta.

Un punto importante es que la herramienta puede funcionar durante más de un año sin necesidad de que sus baterías sean recargadas y está especialmente diseñada para sitios remotos, donde ni siquiera llega la señal de un teléfono móvil.

Ramzi Abdine, gerente de Cinterion M2M, la empresa que diseñó la tecnología inalámbrica, dijo al The Independent del Reino Unido que el nuevo dispositivo podría ayudar a superar la dificultad de seguimiento de árboles en un área grande. “La selva tropical en Brasil es aproximadamente del tamaño de los Estados Unidos por lo que es imposible controlar todos y cada uno de los acres. También tenemos un sistema de rastro lo suficientemente resistente al calor y a la humedad de la Amazonía”, afirmó. 

Por ahora, han sido instalados diez dispositivos en zonas de cosecha activas en las profundidades de la selva de Brasil y ya fue capturado un primer infractor. Además, fueron dispuestas cámaras especiales de visión nocturna en árboles del área para captar evidencia visual de las actividades de tala ilegal.

Brasil está haciendo un gran esfuerzo por frenar la deforestación. Sumada a la implementación de dicha tecnología, el Gobierno anunció que pronto comenzará a inventariar los árboles de la región para monitorear especies, reservas de biomasa, calidad de los suelos, nivel de degradación de los bosques y vitalidad de ejemplares vivos.

La tarea es importante porque permite hacer un seguimiento real a la problemática de la tala indiscriminada. Wendy arenas, directora de la Fundación Alisos, una ONG que busca proteger la región amazónica colombiana, dijo en enero en una entrevista con El Espectador que el gobierno colombiano “está en mora y muy atrasado” de medir las tasas de deforestación anual a nivel nacional, departamental y municipal, lo que permitirá tomar decisiones y saber cómo se están comportando los territorios y personas en ecosistemas estratégicos.

Por Redacción Vivir

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