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Charly Alberti, un rockstar ambientalista

Más allá de su carrera musical, el exbaterista de Soda Stereo pasa los días recorriendo los países latinoamericanos, promoviendo un cambio de mentalidad que lleve a la región hacia la sustentabilidad.

Esteban Dávila Náder
10 de julio de 2016 - 02:00 a. m.
Paralelamente a  R21, Charly Alberti está preparando la música del “show” de Soda Stereo con el Cirque du Soleil. /AFP
Paralelamente a R21, Charly Alberti está preparando la música del “show” de Soda Stereo con el Cirque du Soleil. /AFP

No todos los días se tiene la oportunidad de sentarse a hablar con uno de los integrantes de Soda Stereo. Mucho menos que la temática de la charla no sea musical. Pero parece que con Charly Alberti, el exbaterista del trío argentino, cualquier cosa es posible. El trabajo con su fundación en favor del ambiente, R21, lo ha llevado de gira por el mundo, como en los tiempos de la banda. En Bogotá estuvo hace unas semanas buscando cambiar el chip de los empleados de Unilever, una compañía que está volcándose a la sustentabilidad.

El encuentro fue en el hotel Marriott de la calle 26, donde, a pesar de lo acordado, prefirió saltarse las fotos y pasar directamente a la entrevista. La de salvar el planeta es una charla que no da espera, y la primera pregunta parecía obvia. ¿Cómo es que un músico, hijo de músico, termina convirtiéndose en ambientalista?

“Si me pongo a pensar, creo que lo soy desde chico. No fui criado con la palabra ambientalismo. Seguro sí existía, pero no era algo masivo. La realidad es que me crié con mucho respeto y amor por los animales y las plantas. De hecho, mi casa parecía un zoológico”. Ese amor infantil lo llevaría, ya más maduro, a darse cuenta del mal que el accionar humano le hace al entorno, una alarma que lo motivó a hacer algo para resolver el problema desde el trabajo en equipo.

Primero lo intentó con Greenpeace, pero no duró mucho. “Cuando se establecieron en Argentina se llamaban Salvemos a las Ballenas. Yo estaba empezando a estallar con Soda por todo el mundo y parecía que las cosas no eran tan urgentes, no tenía el tiempo”. Pero la inquietud por el tema no se detuvo y en 2003 comenzó a colaborar con la Administración de Parques Nacionales de Argentina, para más tarde terminar trabajando con Al Gore, uno de los ambientalistas más reconocidos.

Con el exvicepresidente estadounidense estuvo año y medio. “La gente me decía: ‘Charly, ¿qué hacés con ese tipo?’. Y para mí era muy difícil explicarles que es un tipo real que entendió este problema. Es una persona informada, que realmente hace las cosas de corazón, pero muchos no le creen porque viene de la política”. Eso lo llevó a darse cuenta de varias cosas, como que el mensajero es tan importante como el mensaje, que hay que comunicar las cosas de una manera diferente y que Latinoamérica necesitaba su propio proyecto de ambientalismo joven.

Fue así como en 2010 creó R21, un movimiento que aprovecha la fama y el cariño que la gente le tiene, gracias a su carrera con Soda, para llevar el mensaje de la reconversión hacia la sustentabilidad. “En este tema todo parece demasiado dramático, y si bien por momentos lo es, porque la verdad es que no estamos hablando de nada sencillo, también existe la posibilidad de resolver el problema. Y eso es lo que le digo a la gente en mis conferencias”, cuenta este músico que, por ratos, de todo lo que tiene para decirle al mundo, no encuentra las palabras para expresarse.

Para hacer lo que hace, claro, necesita información fidedigna, por eso lo primero que hizo al crear su revolución del siglo XXI fue rodearse de un equipo de científicos latinoamericanos. “Tenemos muchos de los mejores científicos ambientales. Lentamente los fui llamando y todos se entusiasmaron con la idea”.

Y aunque en sus ojos se nota que esa información lo trasnocha, comenta que, si bien es necesario tenerla, trata de no usarla demasiado cuando habla, pues lo que busca no es apabullar a la gente sino reconectarla con la naturaleza. Lo que importa, cree, es que todavía existe la posibilidad de cambiar la realidad, “que es infinita, porque podés desde retuitear hasta pedir a tu gobierno celeridad para detener la minería y la deforestación ilegal, por ejemplo. Hay un montón de cosas que sólo van a pasar si vos y yo y todos los colombianos le meten presión al presidente Santos y a quien corresponda. Eso sólo lo conseguís si produces un cambio en el corazón de la persona”.

Pero los días no los pasa entre conferencias nada más, buscando cómo apoyar las acciones de otras fundaciones ambientalistas con su poder de educación y comunicación o nuevas formas de disminuir su propia huella de carbono. También hay tiempo para la música.

Actualmente se encuentra trabajando con Zeta Bosio, el bajista de Soda, en la preparación de la música para la obra de Cirque Du Soleil Soda Stereo, un espectáculo que se estrenará en marzo del próximo año y que tendrá nuevas versiones de los temas clásicos de la banda. Todo un homenaje a Gustavo, de quien, dice Charly, siempre recibió apoyo.

Cuenta que cuando Cerati se enteró de la creación de R21, las cosas todavía eran difíciles. “Ni se te ocurra aflojar. Yo estoy en el momento que vos quieras, para mí es importante que vos también lo hagas”, le decía el vocalista cuando se juntaban, y Alberti hablaba de lo duro que era mantener el proyecto a flote. “De él sentí muchísimo apoyo y su último disco, Fuerza Natural, creo que también tiene que ver con eso, ¿no? Estábamos muy conectados, gracias a la música y el ambiente”.

Hoy, mantener R21 sigue siendo difícil. La financiación sale de su bolsillo y, aunque admite que es una situación que no podrá sostener por mucho tiempo, sigue sin pedir donaciones en la página y menos cobrar por hacer parte del movimiento. “Si vos pensás y coincidís con lo que nosotros estamos predicando, sos parte de R21, de lo que hace falta hacer en el siglo XXI, que es la revolución hacia la sustentabilidad”, comenta, recordando que todo lo que se necesita es difundir el mensaje.

La conversación termina luego de media hora, con más convicción al hablar y mucha esperanza, la que el baterista tiene en la recuperación del planeta. “Creo en la gente, que no es tonta sino cómoda y se está dando cuenta de lo que pasa con el ambiente. Me preguntás si la vamos a lograr. Yo te digo que tengo toda la seguridad de que así será”.

Por Esteban Dávila Náder

 

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