Alarmadas se encuentran las autoridades de la ciudad de Cali, por los constantes ataques de los que han sido víctimas menores de edad, por cuenta de pandilleros y sicarios.
El caso más preocupante se presentó en el barrio El Vallado, al oriente de la ciudad, donde un niño de diez años fue atacado por cruzar las denominadas ‘fronteras invisibles’, en zonas de disputa entre pandillas.
El menor, que vive cerca de una frontera imaginaria, recibió ocho puñaladas por transitar de un sector a otro. La madre del niño –consternada por lo ocurrido– manifestó que son varios grupos de pandillas los que se disputan el control de la zona y pide protección a las autoridades para que no ocurran retaliaciones contra el niño.
“Mi hijo fue atacado porque vivimos para los lados de los enemigos de la otra zona, entonces uno de los pandilleros llamó a mi hijo y lo cogió de la camisa, como sabía que nosotros vivimos en ese lado entonces lo chuzó (…) es un hecho insólito, es solo un niño y si esos criminales hubieran tenido un ‘fierro’ como dicen ellos, seguro me lo hubieran matado”, señaló la madre.
Por la gravedad de las heridas, el menor fue trasladado del hospital Carlos Carmona al hospital Universitario del Valle, donde permanece hospitalizado, luego de ser sometido a un procedimiento quirúrgico.
“Ingresa un paciente masculino de 10 años, con herida penetrante en tórax anterior y posterior izquierdo, además de cinco heridas en miembro superior izquierdo, en la que se vio comprometido un pulmón por la gravedad de las heridas. Por ello, se decide remitir al niño al hospital Universitario”, puntualizó María Alejandra Henao, médico de turno del hospital Carlos Carmona.
Entre tanto, al suroccidente de Cali, un menor de 16 años fue asesinado mientras tres personas resultaron heridas en acciones sicariales de bandas criminales.
El hecho ocurrió sobre la media noche de este viernes, cuando sujetos fuertemente armados dispararon contra un grupo de personas que departían frente a una casa. Los habitantes del sector, señalan que acciones de este tipo son frecuentes en el barrio, por lo que se ya se han ‘acostumbrado’.
“Yo escuché una fuerte balacera, me quedé acá resguardado porque uno no se mete en esas cosas. A mí no me dio susto, porque uno está enseñado a escuchar las balas, porque eso ya por acá se volvió deporte. Ya uno escucha un tiro y ya no se le da nada”, expresó uno de los residentes del sector.
Finalmente, al nororiente de la ciudad, se presentó un doble homicidio en el barrio Petecuy. Las personas asesinadas –entre las que se cuenta un menor de edad– fueron atacadas luego de cruzar una frontera invisible que se disputan bandas criminales, por lo que las autoridades investigan el caso.