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'La Alianza Verde no es un partido monolítico'

Carlos Ramón González dice que además de unificar la colectividad quieren establecer diálogos con los demás partidos políticos de izquierda democrática para afrontar las próximas elecciones.

Camila Zuluaga
11 de febrero de 2014 - 02:40 a. m.
Carlos Ramón González, representante legal del Partido Verde. / Cortesía
Carlos Ramón González, representante legal del Partido Verde. / Cortesía

La semana pasada, después de muchos días de incertidumbre y en medio de varios cuestionamientos del sector Progresista, la Alianza Verde aprobó la consulta presidencial para definir su candidato. Frente al nuevo panorama que hoy afronta el partido, El Espectador habló con Carlos Ramón González, quien fuera el representante legal y director ejecutivo de la colectividad desde 2002 y quien muchos consideran el artífice de la alianza de los Verdes con los Progresistas y el poder en la sombra.

Hagamos un poco de historia. ¿Cómo se conformó el Partido Verde hace cuatro años? ¿De dónde salió su personería jurídica?
La personería jurídica era la de la antigua Alianza M-19, que se creó a partir de los acuerdos de paz. En 1998 se extinguió la Alianza porque se fueron la mayoría de sus líderes. En 2002 retomamos la personería para participar como minoría en la Cámara de Representantes con el mismo nombre. Para 2006 le cambiamos el nombre, lo llamamos Opción Centro. Ya en 2008 se hizo el acuerdo con Lucho Garzón, Antanas Mockus y Enrique Peñalosa, ahí fue donde creamos el nuevo Partido Verde con el que participamos en las elecciones presidenciales.

Si ustedes tenían su partido, ¿por qué aceptaron en su momento la llegada de los exalcaldes de Bogotá para generar una nueva colectividad?
Porque la razón de ser de una minoría política, filosóficamente hablando, es convertirse en una opción política y de poder real hacia futuro. También porque la vocación democrática de nuestro proyecto se ha mantenido. Siempre hemos tenido una visión de centro izquierda, tratando de convocar sectores democráticos del país con el único requisito de que sea gente demócrata, decente y por fuera de todos esos males que han dañado nuestra democracia, principalmente el tema del narcotráfico, el paramilitarismo, la guerrilla y la corrupción.

Después de haber creado el Partido Verde, a ustedes se les crítica haberles entregado la colectividad a los Progresistas, que eran apenas un movimiento. ¿Por qué lo hicieron?
Teníamos una raíz común con gente como Petro y Navarro, digamos que esto es más el reencuentro de una generación de personas que creímos en un camino para la democracia del país y hoy nos estamos reuniendo alrededor de los mismos propósitos.

¿En ese reencuentro cómo están las fuerzas dentro del partido? ¿Cuáles son las facciones dominantes?
Por definición en este último acuerdo con Progresistas se decidió que no nos íbamos a comportar como un partido, somos una alianza. En términos coloquiales, una coalición. Una unión de fuerzas políticas, de movimientos con organización, con liderazgo y con filosofías propias que se juntan en la personería jurídica denominada hoy Alianza Verde. Esto lo que permite es que estas tendencias o pequeños partidos tengan vida propia.

¿En esa gran alianza está también el Partido Comunista y la Unión Patriótica, que hoy forman parte de las listas al Congreso de la Alianza Verde?
No, con ellos se trató básicamente de un gesto de solidaridad, de hermandad de colombianos, de darles la mano a un grupo de ciudadanos que han estado muy golpeados por la violencia en este país y que no tenían una opción distinta para acceder al Congreso, sino a través de un mecanismo de esta naturaleza. Está claro que pasadas las elecciones ellos continuarán su camino y nosotros el nuestro.

De llegar al Congreso, ¿estas facciones cómo harán para funcionar a la hora de votar entonces?
Para funcionar en bancada hay un acuerdo para el caso de la UP y el Partido Comunista, en el que se tiene claro que ellos no hacen bancada con nosotros, salvo en el tema que tiene que ver con el proceso de paz y la defensa de las víctimas. En todo caso, ellos están en libertad de votar. Los demás tendrán que ceñirse al régimen de bancada del verde.

¿Qué diferencia hay entre el funcionamiento de un partido y una alianza?
Un partido se pretende monolítico, con una doctrina, ideas, ideología y un solo programa. La alianza en este caso es una asociación que permite la diversidad y las diferentes tendencias, así como la discrepancia y el disenso. De hecho, discutimos y acordamos que cuando no haya acuerdo, el que esté en desacuerdo tiene la facultad y posibilidad de declararse en disenso, pero dentro del mismo proyecto.

¿Cómo hacerle entender a la gente que esa alianza con los Progresistas no se hizo para que ellos pudieran llegar al Congreso y ya?
A mí me gusta una frase de uno de mis maestros: El estado natural de los partidos es el debate, el disenso y la confrontación de ideas permanente. Por eso el mensaje que queremos vender es que no somos un partido monolítico, somos una alianza de fuerzas con una diversidad enorme, con historias diferentes y con ideas distintas de lo que es el partido el Estado y el Gobierno. Lo sospechoso es el unanimismo dentro de un partido.

Ya que comentó sobre disenso y de los espacios para ello, hablemos de lo que pasó la semana pasada. ¿Por qué no le gustó a un sector del partido ninguno de los candidatos que integran la consulta de la Alianza Verde?
Hay un sector de Progresistas, no todo, que no estuvo de acuerdo con la consulta tal cual se planteó con distintos argumentos. El primero es que en ella estaba Enrique Peñalosa, y como él era un contradictor furibundo de Petro, sintieron que no estaban siendo solidarios con el alcalde si apoyaban esa consulta.

Por Camila Zuluaga

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