Nació el primer Observatorio Ciudadano LGBT de Medellín, a causa del silencio

Del 2012 al 2015, Antioquia registró el 29 % de los homicidios a personas LGBT en el país. Sin embargo, el departamento no contaba con un ente de seguimiento para estos casos hasta esta iniciativa, fundada desde el 7 de febrero.

Camila Taborda/ @camilaztabor
16 de febrero de 2017 - 03:45 a. m.
Tomada del Facebook LesTorbamos.
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Hasta ahora, en Medellín, solo la prensa llevaba un registro sistemático de las violaciones a derechos humanos contra la comunidad LGBT. A diferencia de la región Caribe y Bogotá, en la capital antioqueña los casos eran sistematizados por los periódicos, visibilizando los homicidios y la discriminación en un territorio donde la cifra de víctimas, por alta, se diferencia del resto de Colombia. “Entonces el combo decidió fundar el primer Observatorio Ciudadano LGBT en la ciudad, por el silencio”, dijo Pablo Bedoya, uno de los creadores de esta iniciativa. (Lea: ¿Un código a la altura de la Policía y los ciudadanos?) 

También por el silencio se juntaron Antioquia Trans, CAIN, Lestorbamos y Panteras Rosa, quienes componen “el combo”. Dichas organizaciones se unieron con el fin de hacer seguimiento de las violaciones, realizar denuncias públicas y adelantar las demandas respectivas frente a las autoridades. Medidas necesarias para no volver a registrar 22 homicidios a personas LGBT al año, como documentó Colombia Diversa en el 2015. Ni para que 7 de cada 10 personas con orientaciones sexuales no hegemónicas se sientan discriminadas en su vida, como pasa actualmente en la ciudad. Además, para que la Personería local no reporte más casos de desplazamiento forzado relacionados con la orientación sexual y la identidad de género, los cuales suman sesenta en los últimos 5 años. 

Pero, ¿por qué Medellín se muestra tan violenta con las personas LGBT? según Bedoya, quien es Magíster en Historia y docente de la Universidad de Antioquia, hay un conjunto de situaciones que explican el fenómeno.  "No hay que negar la concentración demográfica del departamento, entre un mayor número de personas, hay más posibilidades de que se presenten casos de violencia. Segundo, las prácticas culturales. En general Colombia es muy machista, homofóbica, pero en Medellín y en Antioquia hay expresiones cotidianas de violencia exacerbadas, lo cual se conecta con la historia del conflicto". 

Pese a que el Observatorio no ha esclarecido la influencia de este asunto, subraya el profesor, "la mayoría de casos están relacionados con violencia en el marco de actores armados, o a raíz del sicariato, incluso, hechos relacionadas con dinámicas del narcotráfico. Víctimas directas o indirectas, como los sujetos afectados por la limpieza social."

Por otro lado, el papel de la institucionalidad representa el tercer y último factor. "En departamentos con una institucionalidad más precaria hay situaciones que pasan por alto. De hecho, Antioquia no brilla por su función institucional, así haya entes dispuestos para atender las violaciones contra la comunidad como la Personería, que ha sido juiciosa en algunos años con sus reportes anuales". 

El lanzamiento del primer Observatorio Ciudadano LGBT tuvo lugar el martes 7 de febrero, en el Salón Concejo del Museo de Antioquia. Desde esa tarde, los integrantes de esta iniciativa se comprometieron a tener una información documentada para cuando les preguntaran: ¿cuántos son? ¿cómo los atacaron? ¿quiénes fueron? porque ya estaban cansados de que los nombres de sus compañeros se perdieran entre la agenda mediática. Hoy Medellín ya no está en silencio, "el combo" se resiste al olvido.

Por Camila Taborda/ @camilaztabor

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