Nuevo Código de Policía: ¿herramienta para la modernización y la cultura ciudadana?

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Con la intención de responder mejor a las transformaciones sociales que atraviesa el país, el pasado 16 de junio se aprobó el nuevo Código Nacional de Policía que, para ese entonces, no había sido renovado hace 45 años. A la fecha, el nuevo código ha recibido 68 demandas, 28 sólo han sido archivadas por Corte Constitucional.

Con la intención de dar a conocer el contenido del código y para propiciar la reflexión sobre su aplicación, la fundación Friedrich-Ebert-Stiftung y El Espectador junto a la Policía Nacional y la Universidad EAFIT convocaron a un conversatorio en el Auditorio Fundadores del mencionado centro educativo..

En el debate, moderado por Elber Gutiérrez, jefe de redacción de este diario, participaron Jorge Nieto Rojas, director de la Policía Nacional; Mauricio Albarracín, investigador de Dejusticia, Óscar Gómez Heredia Comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá; Federico Gutierrez, Alcalde de Medellín y Jorge Giraldo, Decano Escuela de Humanidades de la Universidad EAFIT.

Los participantes coincidieron en la necesidad de renovar el Código de Policía, sobre todo si se consideran los retos y trasformaciones que afronta dicha institución en el marco de un proceso de posconflicto. Para el General Jorge Nieto Rojas, el código no sólo es una pieza central en la modernización de la Policía, sino que también es una herramienta para mejorar la convivencia y la cultura ciudadana.

También señaló que el código es el producto de 10 años de debates y consultas con la comunidad y con expertos. Ante esto, Mauricio Albarracín quien desde la organización Dejusticia ha sido uno de los artífices de dos de las demandas contra el nuevo código, expresó su preocupación por el modo en que la nueva normativa afecta a poblaciones históricamente marginadas como las trabajadoras sexuales y los vendedores ambulantes.

“La policía es la primera autoridad a la que acudimos y tiene un rol central en la construcción de seguridad y de democracia. Por eso es importante que su código no esté en contra de los derechos que defiende la constitución” dijo el investigador que le cedió la palabra al profesor Jorge Giraldo.

Para el académico el gran reto del código de Policía es la brecha que existe en Colombia entre las normas escritas y las prácticas sociales. “En un país que tiene un exceso de leyes y poca capacidad de control hay que priorizar”.

 Para Giraldo es vital prestarle más atención al cumplimiento de las normas de tránsito: “El respeto de esas normas es un indicador de la expectativa del cumplimiento de la ley en una sociedad. Si eso no cumple es muy complicado que se acaten otras leyes”.

Por su parte, el Alcalde Federico Gutiérrez, expresó su preocupación por la gran inversión que implica la aplicación del nuevo código. “Cada vez hay más obligaciones y menos recursos” dijo el mandatario quien aprovechó para celebrar que el pasado mes de marzo fue el mes con menos homicidios registrados en su ciudad desde hace cuarenta años.

Para el alcalde Gutiérrez, que cada mes en Medellín entre el 20 y el 35% de los homicidios estén relacionados con situaciones de intolerancia, hace urgente que el Código de Policía se vuelva una herramienta para fomentar la cultura ciudadana.

Óscar Antonio Gómez, Comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, coincidió con el alcalde y destacó que para contribuir a la convivencia ciudadana, el nuevo código contempla medidas correctivas, más allá de las multas como la participación en programas comunitarios o pedagógicos.

El Comandante Gómez también señaló que en Medellín y su área metropolitana se ha presentado una reducción del 55% en las lesiones personales. También dio a conocer que, desde que se implementó el nuevo código, el consumo de sustancias alcohólicas y psicoactivas y pasear perros de razas peligrosas sin medidas preventivas son las faltas más comunes con 2030 y 256 comparendos respectivamente. 

Así las cosas, aunque los participantes del foro coincidieron en que la modernización de Código de Policía era una medida urgente para que la Institución se adapte a un país que pasa por una etapa de transición, todavía existen serias preocupaciones en cuanto a su aplicación, no sólo desde el punto de vista jurídico sino también desde los costos que puede llegar a implicar.