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Quemar muñecos cargados con pólvora o rellenos de aserrín en representación del año que se acaba es una tradición en ciertos departamentos del país, entre ellos Antioquia. En vista del número de quemados en la región, 76 casos a lo largo de diciembre, una de las medidas preventivas de la Policía fue prohibir la venta de los monigotes y decomisar estos elementos, los cuales se comercializan en las carreteras. (Lea: Disminuye en un 77,8% la cifra de quemados por pólvora en Medellín)
De hecho, el comandante de la Policía Metropolitana, general Óscar Gómez Heredia, indicó que siete unidades están dedicadas a la vigilancia en los diez municipios que conforman el Área Metropolitana, con el fin de evitar alguna eventualidad durante la celebración de fin de año y el puente de Reyes.
La misión de los agentes varía entre: el decomiso de muñecos y hasta la multa a los comerciantes de estos, la ejecución de operativos contra la venta y el uso de pólvora, el despeje de las vías públicas cerradas por la ciudadanía para las festividades y la aplicación de la Ley contra el maltrato animal, por ejemplo, el sacrificio de cerdos en la calle.
A pesar de que este 24 de diciembre se registró un homicidio en la ciudad, Heredia aseguró que los grupos policiales junto con funcionarios de Espacio Público levantaron “un número significativo de carpas en las que habían cerrado las vías”, explicando que “es una costumbre de Medellín, de la región, y eso propicia no solo el consumo de licor sino también las riñas. Ese trabajo preventivo nos permitió tener menos muertos”.