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Aprendé, gozá y pasiá

Este evento, cuya primera edición se realizará este año, es una invitación para ser protagonistas de la energía que genera la salsa en la capital vallecaucana.

Juan Carlos Piedrahíta B.
09 de octubre de 2013 - 10:20 p. m.
Adriana Ávila y Jefferson Benjumea son los campeones de salsa deportiva y hacen parte de la programación de Bailá en Cali.  / Fotos: cortesía Bailá en Cali
Adriana Ávila y Jefferson Benjumea son los campeones de salsa deportiva y hacen parte de la programación de Bailá en Cali. / Fotos: cortesía Bailá en Cali

La salsa en Cali no es un invento. Tampoco una moda o una circunstancia pasajera. Este ritmo latino surgido en Nueva York es la mejor excusa para comunicarse en la capital del departamento del Valle del Cauca, porque a partir de sus golpes de tambores y sus repiques de campana se cimentaron los barrios que forman parte de su historia contemporánea.

La relación estrecha de Cali con la salsa asumió otros acordes cuando los habitantes de la ciudad empezaron a elaborar su propio baile acelerando los elepés clásicos del género. Ni Richie Ray, ni Ismael Rivera, ni mucho menos Tito Puente lograban acomodarse a la velocidad a la que se mueven los pies en estas latitudes, y por eso los caleños se adaptaron transformando los discos tradicionales de 33 a 45 revoluciones. Un baile de pies y no tanto de caderas ni cintura empezó a determinar el swing de esta población, tal vez la más importante del occidente colombiano.

Esa misma condición genuina fue lo que motivó a la Secretaría de Cultura y Turismo de Cali a pensar en una iniciativa que potencializara la capacidad turística de la Sultana del Valle y a la vez le diera la dimensión que se merece a su forma especial de asumir la actividad salsera. Por eso se creó Bailá en Cali, un evento, un producto cultural de los gremios turísticos apoyados por la Alcaldía de Cali y la Gobernación del Valle de Cauca para traer a su núcleo a todas aquellas personas dispuestas a ser protagonistas del desarrollo del género en la ciudad, tanto desde la simple sesión de escucha como en su aplicación a la actividad del baile.

“Quien se apunte a Bailá en Cali está dispuesto a recibir 16 horas de clases de baile con nuestros maestros, los mejores de las 60 academias salseras de la ciudad. En la noche se gozan los conciertos y se practica lo aprendido durante el día, pero en vivo y en directo, de la mano con grandes exponentes de la salsa y también con destacadas figuras de la música del Pacífico colombiano”, cuenta Johanna Cote, directora del evento y una convencida de que a pesar de las condiciones socioeconómicas de la ciudad, Cali sigue siendo la capital salsera del mundo y va a defender su denominación con sabor y mucho ingenio.

Los organizadores de Bailá en Cali aseguran que cualquier persona, sin importar su procedencia, puede encontrar el camino para disfrutar de la salsa como estilo de vida. Tan sólo se necesitan tres pasos fundamentales. El primero es Aprendé, proceso durante el que el interesado cuenta con la asesoría de los mejores exponentes de la salsa, muchos de ellos incluso campeones internacionales. La segunda instancia es Gozá, requisito fundamental para tomarle cariño a algo y concentrarse en su ejecución. Y finalmente está el último escalón, Pasiá, porque todo este evento es una excusa sonora para conocer los rincones más importantes de la capital del Valle del Cauca.

“Somos embajadores de la salsa y mucha gente quiere venir a vernos. Por eso nos vinculamos sin pensarlo dos veces a Bailá en Cali. Durante cuatro días vamos a compartir con todos aquellos que quieran bailar con nosotros”, dice Jefferson Benjumea, campeón en la modalidad de salsa deportiva y quien lleva en este arte más de la mitad de sus 17 años.

“Tenemos nuestra propia fundación, Imperio Juvenil, con más de 120 alumnos, y estamos muy felices de hacer parte de esta iniciativa, que es tanto turística como cultural y deportiva”, dice Adriana Ávila, pareja artística de Jefferson Benjumea durante los pasados Juegos Mundiales 2013.

“Como es una iniciativa que comienza, queremos que se repita cada año con esfuerzos privados y públicos. Nuestra intención es lograr una convocatoria internacional, una especie de congreso de salsa. Los bailarines son embajadores y viajan para que los conozcan, pero es mejor que la gente venga hasta su tierra para ver todo lo que rodea a la salsa, que incluye la gastronomía, la elaboración de las zapatillas, las lentejuelas y toda la parafernalia”, concluye Johanna Cote.

Bailá en Cali comienza hoy y se extenderá hasta el lunes 14 de octubre, cinco días en los que la salsa es soberana.

 

 

Información y boletería en: www.bailaencali.com y www.tuboleta.com.

 

jpiedrahita@elespectador.com

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

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