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Las polémicas alrededor del caso Aquarela Multifamiliar no paran. La pugna sobre las responsabilidades entre el Ministerio de Cultura y la Alcaldía continúa, mientras un juez decide el destino del proyecto de Viviendas de Interés Social (VIS), cuyas torres de 31 y 32 pisos afectarían el paisaje del Castillo San Felipe, y así mismo, pondrían en riesgo el título de Cartagena como Patrimonio Mundial de la Unesco. (Lea también: ¿Cartagena está en riesgo de salir de la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco?)
Aunque las licencias para la construcción de las cuatro torres de más de 30 pisos fueron otorgadas en 2016, y el mismo año la prensa alertó sobre la afectación que edificaciones de tal altura podría generar; fue apenas en octubre de 2017 que el Ministerio de Cultura interpuso una acción popular contra el distrito, con el fin de detener definitivamente el proyecto. Para ese tiempo una torre estaba siendo construida y alcanzó a tener 20 pisos, antes de que el juez ordenara suspender temporalmente las obras, como medida cautelar. (Puede leer: ¿Quién tiene la culpa? Nadie responde por edificio que daña vista al Castillo San Felipe)
La torre que se atraviesa en la vista hacia el Castillo San Felipe generó muchos cuestionamientos sobre la tardía actuación de las autoridades locales y nacionales, encargadas de la preservación del patrimonio cultural de Cartagena, quienes a toda costa intentan salvar su responsabilidad en el caso. Más aun, porque en diciembre la Unesco visitó el fuerte y advirtió que, sin duda, la construcción del Aquarela Multifamiliar afectaría el entorno del patrimonio y podría dejar a Cartagena por fuera de la lista de Patrimonio Mundial.
¿Por qué se otorgaron las licencias para la construcción de torres de 31 pisos, en una zona que, según el POT solo permite cuatro? ¿Por qué ni el Mincultura ni la Alcaldía detuvieron el proyecto antes de que se construyera la primera torre? Son los interrogantes que los entes intentan responder.
El 23 de enero de 2017, el alcalde (e) de Cartagena, Sergio Londoño, envió una misiva a la ministra de Cultura, Mariana Garcés, en la cual cuestiona la falta de acciones de la cartera frente al tema de Aquarela, aduciendo que el Ministerio tenía las facultades para detener a tiempo el proyecto.
Ante ello, la ministra redactó una carta al mandatario local, en la que responde a cada uno de sus cuestionamientos y le hace un llamado a la serenidad. “Que evite sus acusaciones sin fundamento a este despacho y a nuestros funcionarios”.
En sus argumentos, Sergio Londoño se refiere a la resolución 043 de 1994, en la cual Colcultura, el ente reemplazado por el Mincultura, delimita las áreas de influencia del Centro Histórico de Cartagena, zona en la que la cartera tendría competencias. Según el mandatario, el predio donde se levanta Aquarela, pertenece a esa área de influencia, por lo cual el ministerio podía detener las obras.
No obstante, la ministra Garcés le aclara que la manzana en la que se ubica Aquarela, no está especificada dentro de la zona de influencia del Centro Histórico, así como tampoco en la del fuerte. Por tanto, asegura, el ministerio no tenía facultades sobre el predio.
Por otro lado, el alcalde afirma que, según el Código de Policía, el ministerio al ser el ente administrativo que declaró el Castillo de San Felipe como bien de interés cultural, tenía la facultad de suspender las intervenciones que lo afecten, pero no lo hizo. Frente a lo que la ministra citó la misma norma, para indicarle al alcalde que es él el primer policía del distrito, por lo que debe ser quien vele por el cumplimiento del Código, no el ministerio.
También, Londoño Zurek trae a colación en su carta la polémica por la circular en la que se basó el curador para otorgar las licencia. El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Cartagena, establece que en el sector en el que se encuentra Aquarela, solo se permiten edificaciones de cuatro pisos. Pero, según esa circular, la cual reglamenta los proyectos de Vivienda de Interés Social (VIS) en la ciudad, no hay restricción, por lo que el curador avaló la construcción de torres de 31 y 32 pisos.
Según Londoño, el director de Patrimonio del Mincultura, Alberto Escovar, incurrió en falsedad al decir que el curador modificó el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) basado en esa circular expedida por la Secretaría de Planeación, responsabilizando al distrito sobre Aquarela. Así que solicita una rectificación por parte del funcionario.
Gárces le responde que ni Escovar, ni el ministerio ha faltado a la verdad en ese punto, pues el que el curador otorgara las licencias, se justifica en gran medida en la interpretación de esa circular que, en efecto, expidió el distrito.
Londoño Zurek, además, criticó la acción de prevención del Mincultura. La cartera, antes de interponer la acción popular, decidió ampliar la zona de influencia del Castillo San Felipe y colocarle una restricción de altura de 10 pisos máximo. Para el acalde con torres de esa altura la visual del Castillo se vería igualmente afectada.
La ministra replicó detallando que debían establecer un límite de altura para evitar que la interpretación de la circular, que reglamenta las VIS, permita que suceda lo mismo que con Aquarela. Y, además, que lo importante es que se haya ampliado el área de influencia, pues así el ministerio se podrá asegurar que ningún proyecto que impacte negativamente el patrimonio sea aprobado.
Finalmente, la ministra de Cultura repasó en la carta la actuación del ministerio frente al caso Aquarela y argumentó que ante la falta de acciones concretas del distrito decidió interponer la acción popular. También, recordó que la visita de la Unesco fue una decisión del organismo internacional, la cual les fue notificada a ambas entidades, para indicar que nada se hizo a espaldas del distrito.
“Nuestro único interés, es cumplir con la misión de máxima autoridad en la custodia y defensa de nuestro patrimonio; más aún cuando se trata de declaratorias de patrimonio de la humanidad”, concluyó Garcés.