Publicidad

Transcaribe rueda en medio de presuntas irregularidades

Aún sin terminar, el sistema de transporte masivo de Cartagena empezó su etapa pedagógica. Las críticas no cesan mientras su gerente sostiene que no es afán de protagonismo del alcalde.

Germán Gómez Polo
03 de diciembre de 2015 - 09:25 p. m.
Los articulados en la etapa pedagógica recorren desde la estación Chambacú hasta La Bodeguita, en el centro de Cartagena.  / Cortesía.
Los articulados en la etapa pedagógica recorren desde la estación Chambacú hasta La Bodeguita, en el centro de Cartagena. / Cortesía.

Más de diez años de construcción y un costo que supera los $400 mil millones. Eso es, a grandes rasgos, Transcaribe, el sistema de transporte masivo que por estos días empezó a operar en etapa pedagógica en Cartagena y que, así como ha recibido los aplausos de una parte de la ciudadanía también ha sido paraguas de la lluvia de críticas de líderes, políticos y periodistas que argumentan falta de planificación y un afán de protagonismo del alcalde Dionisio Vélez, cuyo periodo finaliza el próximo 31 de diciembre, por poner en marcha un sistema que ni siquiera está terminado.

La historia de Transcaribe es larga y en ella se cuentan los abandonos de la construcción de tramos por parte de los contratistas, millonarios sobrecostos, varios gerentes, amenazas a las murallas por la vibración que generarán los buses del sistema, decenas de anuncios incumplidos, una imposibilidad del presidente Juan Manuel Santos para inaugurarlo por cuestiones de agenda, trancones de varios kilómetros y ventanas de articulados apedreadas. Y lo que falta.

En el nuevo capítulo, la chatarrización es el nudo. Alberto Rojo Pérez, gerente de la Unión Temporal SCT Merl —que, según la resolución 0670 de 2013, expedida por el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte de Cartagena (DATT), es la autorizada para realizar el proceso de desintegración de buses como requisito para la reducción de la oferta por cuenta de la entrada en operación de Transcaribe—, reclama un derecho adquirido y señala que se deben seguir los protocolos establecidos para la chatarrización y vinculación de los articulados.

Sostiene, además, que su empresa no ha chatarrizado ni un solo bus con el fin estipulado para vincular los vehículos que operarán con Transcaribe y que, si se han chatarrizado buses, como ha dicho a los medios Carlos Coronado, secretario general de la Alcaldía de Cartagena y gerente encargado de Transcaribe, han sido por vida útil y no por reducción de oferta. Coronado, por su parte, señala que la legislación colombiana en la materia permite que los dueños de buses puedan chatarrizar en cualquier empresa del país.

De hecho, en una carta enviada en respuesta a la unión temporal, con fecha del 19 de noviembre de 2015, Jorge Enrique González, director del DATT, afirma que si esa empresa tenía ese derecho, “este fue superado por la resolución 0646 del 18 de marzo de 2014” del Ministerio de Transporte, que, entre otras cosas, reglamenta los requisitos que deben cumplir las entidades desintegradoras para ser habilitadas.

En todo caso, Rojo advierte que los dueños de buses que chatarricen su propiedad en cualquier lugar del país corren el riesgo de perder el dinero de su vehículo ya que esta no sería por reducción de la oferta en Cartagena y, por ende, no recibirán el certificado que sería entregado por su empresa y que garantizaría el pago por parte de Transcaribe. El empresario ha dejado denuncias en la Procuraduría General de la Nación y en la Superintendencia de Puerto y Transporte y ha solicitado al MinTransporte que conmine a las autoridades de Cartagena a cumplir la autorización que el DATT ya había otorgado.

No obstante, si todo se ciñe a lo estipulado por el Protocolo del proceso de reducción de oferta del transporte público colectivo, publicado por el mismo Transcaribe, la duda es si es posible que el sistema entre en funcionamiento en su etapa comercial sin haber empezado la chatarrización, ya que el documento determina que se deben retirar de las vías siete buses tradicionales por cada articulado, tres por cada padrón y dos por cada busetón (alimentador).

En entrevista con El Espectador, Coronado defiende la entrada en operación del sistema y da fechas sobre cuándo empezará a funcionar en pleno la que ha sido la más aplazada promesa de solución de movilidad en La Heroica.

¿Cómo avanza la implementación de la etapa pedagógica del Transcaribe?

Hemos querido construir una relación de confianza con la comunidad para generar sentido de pertenencia y una actitud de cuidado y preservación del sistema. La etapa pedagógica tiene tres fases: la primera, del 17 al 27 de noviembre pasado, fue con los conductores y los buses vacíos; la segunda, en la que estamos ahora, irá hasta el 27 de enero y se realiza en un circuito de tres estaciones, (Chambacú, Centro y La Bodeguita), seis buses articulados y un alimentador y con los ciudadanos, que pueden ingresar gratuitamente al sistema; y la tercera, que será la operación comercial, en la que se cobrarán los $1.800 que cuesta el pasaje.

¿En la etapa comercial los buses recorrerán toda la troncal en la avenida Pedro de Heredia o solo esas tres estaciones?

Vamos a habilitar toda la troncal. Estamos programando algunas acciones para empujar esta etapa, como terminar toda la semaforización.

¿Los usuarios están a gusto?

La respuesta positiva ha sido impresionante y unas 70 mil personas se han montado en los buses. Estamos cumpliendo con la experiencia de Transcaribe, con la asesoría del Metro de Medellín para aprender de sus lecciones, no cometer errores y dejar capacitado a un porcentaje de la población que pueda multiplicar lo aprendido.

Pero las críticas se basan en que el sistema no está listo. Por ejemplo, ni el patio portal que albergará los buses está terminado. ¿Por qué ponerlo a funcionar así?

Claro que no está terminado, nadie nace trotando. El proceso de implementación tomará tres años a partir de la etapa pedagógica. Es algo normal que pasa en Bogotá o en Medellín. El patio portal está concluido en un 60 % y podrá albergar todos los buses cuando termine la etapa pedagógica. Asimismo, las 16 estaciones existen. Cuando llegamos a la administración encontramos el proyecto paralizado y hoy está en su mejor momento. Esperamos tener entre 65 y 70 buses de las tres tipologías cuando termine la administración.

¿No cree que es un afán del alcalde por poner a operar el sistema antes de que termine su gobierno?

Es un afán de cambiar lo que suele ocurrir en Colombia, donde los proyectos son interminables. Fui gerente de la refinería de Ecopetrol en Cartagena y su ampliación se aprobó en 2001, cuando el presidente era Pastrana. Ya van caso quince años y el proyecto no está terminado completamente, sin embargo, el presidente Santos vino a inaugurarlo con una planta funcionando. Transcaribe tiene muchos enemigos, pero nos interesa cumplir las promesas de campaña y que el sistema empiece a producir para sostenerse. Falta que el presidente, cuando tenga tiempo en su agenda, venga a inaugurarlo.

Hoy hay caos vehicular en Cartagena, en parte, porque no han salido de circulación los buses antiguos…

Te puedo informar que hay 140 buses chatarrizados y este mes pagaremos la chatarrización de 20 más. Sin embargo, muy poco se habla de la postulación: de los 1.500 buses que debían postularse para la desintegración, ya llevamos 900. Otras ciudades que han pasado por este proceso no han llegado a ese porcentaje en tan poco tiempo.

Pero la Unión Temporal SCT Merl, autorizada para hacer la desintegración con el fin de reducir la oferta, dice que no se ha chatarrizado ni un solo bus…

Hoy, por ejemplo, el dueño de un bus que está averiado no lo arregla, sino que lo lleva a chatarrizar, legaliza el proceso y aquí se le paga. De acuerdo con la legislación colombiana, una persona puede chatarrizar en cualquier empresa desde el Amazonas hasta La Guajira. Lo que, al parecer, está alegando una persona (no conozco bien el caso) es que tiene la exclusividad para hacerlo. Ellos dan unas razones, pero lo cierto es que el dueño del bus puede chatarrizar donde quiera.

Ellos explican que si un bus se chatarriza por vida útil, y no para reducir la oferta, el cupo queda libre y el dueño puede reemplazar el vehículo…

Sí, como te decía, ya hay 900 postulados para la chatarrización destinada a la reducción de la oferta, pero eso depende de que cada persona cumpla con los requisitos.

Otra de las incomodidades de la etapa pedagógica es que no hay una solución de transporte para la gente que tiene que caminar desde Chambacú, o antes, hasta el Centro…

No son más de 800 metros y no va a ser así todo el tiempo. A medida que vayan entrando más buses alimentadores, la gente podrá utilizarlos para llegar hasta el sistema. Hoy, quienes lleguen a Chambacú pueden utilizar gratuitamente los buses en la etapa pedagógica.

Otro reto es la operación del sistema. ¿Cómo avanza?

Hay tres concesiones. La primera la tiene Sotramac y la tercera Transambiental. La segunda, como se declaró desierta, será operada por el mismo Transcaribe, tras la autorización de la junta directiva conformada por tres representantes del Gobierno Nacional y dos de la Alcaldía de Cartagena. El ensamble de los primeros buses que están a cargo de Transcaribe ya fueron adjudicados a Busscar de Colombia.

 

ggomezp@elespectador.com

Por Germán Gómez Polo

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar