Tras una visita a los internos de la cárcel de Jamundí, en el departamento del Valle, la Defensoría del Pueblo denunció una grave crisis con los reclusos que padecen trastornos psiquiátricos, ya que carecen de atención permanente de especialistas, psicólogos y terapeutas.
Jorge Armando Otálora, defensor del Pueblo, habló en entrevista con Caracol Radio y aseguró que “los enfermos con discapacidad mental deben tener unos sitios especiales en las cárceles, lamentablemente las imágenes que ustedes vieron evidencian todo lo contrario, están dándole trato de animales a estos seres humanos que por el contrario deberían tener una atención médica y clínica”.
De acuerdo con el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), en las cárceles del país hay 2.060 internos con problemas de salud mental, pero tan solo 120 cupos habilitados para esta población.