Cinco personas murieron tras accidentarse un helicóptero de la empresa Servicios Aéreos de Ibagué (Sadi) en una zona rural del municipio de Teorama, en Norte de Santander.
El gobernador del departamento de Norte de Santander, Edgar Díaz, señaló que espera información de las autoridades militares para confirmar la verdadera causa del accidente.
"Hemos pedido a las autoridades militares que nos digan con sinceridad qué fue lo que pasó. Se dice que el helicóptero pudo enredarse con cables de energía, pero también hay versiones de que la aeronave fue impactada", aseguró el gobernador a medios de prensa locales.
Según el gobernante, en el accidente perdieron la vida el piloto, el copiloto y tres operarios de la compañía Sadi.
Por su parte, la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), tras ser reportada sobre la desaparición del helicóptero de la empresa Sadi, confirmó que envió aeronaves de reconocimiento para su búsqueda.
"Utilizando tecnología de punta, sensores de calor y la pericia de las tripulaciones de la institución, se efectúan sobrevuelos de patrullaje en la zona donde se tiene conocimiento que se obtuvo la última comunicación", reseña un comunicado de la Fuerza Aérea.
De esta manera se pudo ubicar la aeronave que llevaba 5 pasajeros a bordo a la altura del corregimiento de San Pablo, a unos 16 kilómetros del casco urbano de Teorama.
"En el área se presentan enfrentamientos entre el frente 33 de las Farc con el Ejército Nacional", anotó el comunicado.
Esta situación "hizo necesario emplear helicópteros de combate para asegurar la zona desde el aire y facilitar el descenso por parte de los rescatistas hasta el sitio del accidente, con el fin de evacuar los ocupantes del helicóptero", agregó.
La Fuerza Aérea informa además de que efectuará sobrevuelos "hasta que sean extraídos y trasladados los pasajeros".
Este accidente se registra en la zona del Catatumbo, que desde hace un mes está inmersa en las protestas de los campesinos de la zona por la situación de abandono de la región, lo que ha devenido en enfrentamientos con la fuerza pública al entender ésta que hay infiltraciones guerrilleras en las movilizaciones.