Colombia necesita un corredor hacia sus islas

El catedrático y excandidato presidencial nicaragüense Róger Guevara cree que la canciller Holguín acertó al sugerir que el fallo de la CIJ puede ser adverso a Colombia. Algunos cayos y porción de mar deben pasar a su país, dice. Plantea patrullajes conjuntos en la zona.

Élber Gutiérrez Roa / Enviado especial a Managua
10 de junio de 2012 - 04:00 p. m.

La mejor salida que puede tomar la Corte Internacional de Justicia para resolver el litigio fronterizo entre Nicaragua y Colombia es buscar un corredor de acceso a las islas de San Andrés y Providencia que le garantice a la segunda el ejercicio de soberanía sobre el archipiélago, pero que al mismo tiempo respete los derechos de la primera sobre el mar Caribe que rodea esas islas.

La receta es de Róger Guevara, excandidato presidencial nicaragüense y una de las voces más respetadas en ese país sobre temas de derecho internacional público y privado, de los cuales es catedrático en la Universidad Centroamericana (UCA). Expresidente de la Barra de Abogados de Nicaragua y exembajador en Bélgica, Holanda, Venezuela y la Unión Europea, Guevara dice que, a la luz del derecho internacional, no se equivocó la canciller María Ángela Holguín cuando vaticinó un fallo adverso para Colombia en la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Para él, a Nicaragua le pertenece una porción de mar mayor a la que posee, e incluso algunos cayos cercanos a San Andrés y Providencia.

¿Cómo resolver el litigio?

No es época de guerras y, aun si lo fuera, nuestra pequeñez nos impide enfrentarnos a Colombia con armas que no sean las del derecho. Más allá del derecho internacional público, hay que buscar que esa zona sea de libre tránsito entre Nicaragua y Colombia. Sobre ese concepto debería establecerse un arreglo que respete el tratado Bárcenas-Esguerra y la plataforma continental y la zona exclusiva de Nicaragua.

¿Y cómo lograr ese acuerdo?

Hay que buscar mecanismos jurídicos, económicos y sociales, respetando la identidad de la población de la isla, en su mayoría indígenas y africanos que adoptaron los sistemas económicos y judiciales anglosajones cuando el imperio británico ejerció allí soberanía.

¿Qué argumentos cree que tendrá en cuenta la CIJ para dirimir el asunto?

Se debe basar en el derecho internacional, el tratado y las convenciones internacionales, sobre todo las de derecho del mar, partiendo de que ambos países están obligados a acatar las decisiones de la Corte, como señala el tratado de Bogotá.

¿Qué tanto pesará el argumento de que Colombia ejerce soberanía en los cayos y eso le da derecho sobre ellos?

El derecho consuetudinario, que ya ha sido alegado por ambas partes, es una fuente del derecho internacional, pero no la única. Ya pasaron los alegatos y la Corte debe considerar también los tratados y las convenciones internacionales.

Son las mismas fuentes de derecho que dejan claro que la soberanía colombiana sobre San Andrés no tiene discusión...

Sí. El fallo debe considerar los derechos de Colombia sobre la superficie de las islas, reconocida el 13 de diciembre de 2007 por la CIJ. Pero también debe atender el concepto de plataforma continental y los de zona económica exclusiva, fauna, flora y riqueza subterránea consignados en la Convención de Derechos del Mar.

Entonces, ¿usted cree que ahí es donde Nicaragua puede salir ganando?

La plataforma continental es la parte del territorio que se sumerge en el mar, y la distancia entre las islas y la costa colombiana va más allá de la plataforma continental.

Si eso fuera así, ¿cómo haría Colombia en la práctica para acceder a sus islas?

Colombia debe tener el derecho de acercarse a ellas. Tendrá que haber un corredor marítimo de acceso sobre la plataforma continental.

¿Y si esa delimitación termina dividiendo a comunidades nativas?

La Corte debe reconocer los derechos de los nativos. No puede haber un corte por motivos políticos fronterizos entre familias que de uno y otro lado pertenecen a una cultura. Ambos países tendrían que comprometerse a respetar la cultura misquitia. Por eso digo que es momento de una nueva relación bilateral.

¿No será que el gobierno sandinista está usando la tesis del conflicto externo para exacerbar el nacionalismo?

En Nicaragua los diferendos con Costa Rica, Honduras y Colombia siempre han sido usados para ocultar manejos dudosos en la administración del Estado, burocracia, corrupción y violaciones a los derechos humanos o al sistema legal. Sirven para solidificar al gobernante y aglutinar fuerzas nacionales con un resentimiento que no tiene por qué existir.

En Colombia hubo debate porque la canciller María Ángela Holguín insinuó que el país podría perder parte de su territorio con el fallo de la CIJ. ¿Esa declaración tuvo algún eco en Nicaragua?

Seguramente ella pensaba en lo que el derecho internacional acepta como plataforma continental y en los derechos que de ello se derivan para el país ribereño. Como las islas están en plataforma continental nicaragüense, ella supone, como todos, que la Corte no puede desconocer los derechos sobre esa plataforma ni los que el tratado Bárcenas-Esguerra reconoce a Colombia. Ambos tendrán que ceder derechos y establecer la convivencia a partir de una delimitación que satisfaga mutuos intereses, sin afectar la seguridad jurídica internacional que promueve la CIJ.

¿Cuál es la percepción que tienen los nicaragüenses sobre el litigio?

Nos ha parecido una canción patriótica. La costa Atlántica no es considerada en la práctica como una parte natural al país. La Misquitia tiene una historia reciente y no forma parte de los conglomerados de población importantes.

¿Lo enseñan así en las escuelas?

No lo enseñan. Ese conflicto con Colombia fue heredado. Sólo unas élites saben que a raíz de la pérdida de Panamá (en 1903), EE.UU. tenía la necesidad de compensar a Colombia y lo mejor era con unas islas, aunque estuvieran lejos. Así, bajo ocupación militar de EE.UU., Nicaragua terminó aceptando el tratado Bárcenas-Esguerra, que le transfirió a Bogotá el control del archipiélago y unos cayos del Caribe que estaban en litigio. Es una distribución que no hemos buscado. Le quitaron un pedazo a Colombia y le dieron uno de nosotros. Ahora debemos buscar un entendimiento y soluciones.

Usted es catedrático de la universidad más reputada de Nicaragua. ¿Cómo es aquí el debate académico sobre el tratado Bárcenas-Esguerra?

Tampoco hay mucho debate, pero se tiene claro que el tratado establece la soberanía de Colombia en la superficie de las islas y algunos cayos, como Santa Catalina. Sobre otros cayos, como Roncador y Quitasueño (que estaban en disputa entre Nicaragua y EE.UU.), Colombia arregló con EE.UU. ignorando que un protocolo de 1930 —aceptado por Colombia—, le impedía hacerlo. Por otro lado, aunque no se incluyó en el título del tratado Bárcenas-Esguerra, el meridiano 82 no hace frontera con Colombia, asunto que ya ratificó la Corte el 13 de diciembre de 2007. Por eso están tratando de definir el límite.

Por Élber Gutiérrez Roa / Enviado especial a Managua

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