Foto: Jhonatan Ramos
La crisis financiera de los años 80 fue uno de los episodios que permitió al periodismo colombiano enfrentarse al poder económico. En particular, El Espectador, a partir de abril de 1982 emprendió una sistemática publicación de informes para detallar los excesos en los que habían incurrido varios banqueros e ilustres del sistema financiero. Hasta la Caja Vocacional, fondo administrado por la Iglesia Católica cayó en el círculo vicioso del abuso de las reglas de juego económicas para defraudar a los ahorradores. (Lea: Este fue uno de los crímenes del cartel del Medellín)
El primero de noviembre de 1986, la noticia del día fue la caída del director de la Caja Vocacional, monseñor Abraham Gaitán Mahecha, después de 29 años al frente del organismo. En su reemplazo fue designado el sacerdote Cándido López, pero la información dio cuenta de cómo la junta directiva del organismo, encabezada por monseñor Pedro Rubiano había dispuesto el relevo del polémico sacerdote Gaitán Mahecha. La información reseñó los errores cometidos que dieron lugar a que la Caja Vocacional fuera investigada por los organismos de control y el poder judicial. (Vea el especial 30 años sin Guillermo Cano)
Ese mismo día, se informó de una misiva enviada por la guerrilla de las Farc al gobierno Barco, solicitando la creación de una nueva comisión de paz, para que fueran incluidos en ella voceros de las Fuerzas Militares, la Procuraduría General de la Nación y el Congreso. En su solicitud, las Farc reclamaron por lo que estaba sucediendo con la Unión Patriótica, pues ya pasaban de 300 los muertos contabilizados por ataques violentos contra sus integrantes. El mensaje de la guerrilla se complementó con una solicitud para que el Congreso agilizara los términos de las reformas urbana y rural. (Lea: Cuando Rojas Pinilla cerró el periódico El Tiempo)
Por Redacción El Espectador
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