El problema agrario es un cáncer que hasta ahora hizo metástasis

El jefe de Estado señaló que el paro agrario permitió que el país fijara su mirada en el campo.

El Espectador
07 de septiembre de 2013 - 06:02 a. m.
El problema agrario es un cáncer que hasta ahora hizo metástasis

Este sábado el presidente Juan Manuel Santos celebró los acuerdos hasta ahora alcanzados con los campesinos de Huila, Boyacá, Cundinamarca y Nariño para levantar el paro agrario. Señaló que su gobierno está empeñado en superar cualquier dificultad para devolver el progreso al sector agrario.

El jefe de Estado manifestó que esta crisis estará totalmente superada este domingo, cuando se logre un acuerdo con los líderes campesinos de Putumayo y Caquetá que aún continúan en paro.

“Si mañana tenemos éxito en Putumayo y Caquetá, habremos terminado esta tormenta que me afecta a mi y al gobierno”, dijo Santos al confirmar que el vicepresidente Angelino Garzón sostendrá una reunión en Popayán con otro grupo de campesinos que buscan una solución razonable a los problemas en el campo.

Las crisis las vamos a convertir en oportunidad. La protesta de los campesinos es legitima, lo dije desde el comienzo y lo que refleja es la cantidad de problemas en el sector agrícola, que se fueron acumulando e hicieron metástasis como los cánceres, agregó.

Santos señaló que la falta de atención en el sector agrario viene desde hace décadas y ahora su misión es afrontar esa situación que terminó colapsando al país hace unos meses.

Esta crisis afloró con las manifestaciones y el país va a tener que por fin dirigir la mirada al campo colombiano. Porque en las ultimas décadas el campo ha sido descuidado, incluso desde la época de la independencia. Por eso en el campo se concentra la pobreza y desigualdad”, puntualizó.

Finalmente, el presidente advirtió va a perseverar en los objetivos propuestos en su administración en el sector social, económico y dijo que ahora “vamos a construir una verdadera política agropecuaria”.

“Después de esta tormenta que hemos vivido empieza a regir la calma (…) las tormentas hay que afrontarlas. Si uno tiene un puerto de destino no importa. Hay que llegar a ese puerto y vamos a seguir por ese rumbo”.

 

Por El Espectador

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